Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴛʀᴇᴄᴇ

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Maratón 2/3

-- ¿Por qué haces que crean que él es malo?

-- Yo no invento esas cosas, hijo mío – respondió el hombre mirando al chico. -- Los humanos creen lo que elijen creer.

-- ¿No te parece cruel que lo tengan como figura de oscuridad cuando sabemos que no es así? -- se atrevió a desafiar mirando al hombre a la cara. – Todos rezan por lo que sea, pero no oigo a nadie rezar por él.

-- No es mi culpa.

-- ¿No crees que es hipócrita de tu parte? Te la das de omnipotente cuando ni siquiera eres capaz de controlar a los humanos que tienen el alma podrida, ellos son la verdadera oscuridad -- gruñó cruzándose de brazos. -- Soy el arcángel guerrero pero no lucharé contra él, me niego a matar inocentes.

-- Para eso fuiste creado en primer lugar -- replicó el hombre. -- Eres fuerte y más poderoso que él.

-- ¿Por qué no luchas tú con él entonces? Dices que no es poderoso, manda a otro estúpido a hacer el trabajo sucio -- contestó con molestia.

-- Creo que no has comprendido aún pero en algún momento lo harás -- respondió sereno. -- La lucha que tendrás con él será sin tus alas.

Félix despertó de golpe sintiendo un dolor intenso y punzante en su cabeza, su respiración era irregular y sentía su cuerpo sudar frío. Se encontraba en una habitación que reconoció al instante, estaba en la cama de Changbin.

Con la poca fuerza que reunió se sentó sobre la cama inspeccionando la habitación, no había rastro alguno de Lucifer y frunció el ceño al encontrarse con una cabellera azul a los pies de la cama. Era un joven chico que aparentaba su edad, la piel del mismo era pálida y tersa. Se sobresaltó cuando el chico abrió los ojos de golpe sentándose en su lugar tallandoselos.

-- Buen día – saludó en un bostezo. -- Félix ¿Cierto? -- el rubio asintió sintiendo la boca seca. – Mi nombre es GunMin y tú me salvaste anoche de esos desgraciados.

Los recuerdos volvieron a la cabeza de Félix de golpe haciendo que otra punzada de dolor diera justo en su nuca haciéndolo desestabilizarse recostandose apenas. GunMin se levantó de golpe alcanzandole una pastilla además de un vaso con agua al rubio.

-- Tu novio me dijo que te diera esto -- comentó el chico ofreciéndole las cosas.

Félix tomó la pastilla introduciendosela a la boca mientras bebía el agua.

-- Muchísimas gracias -- dijo devolviéndole el vaso.

-- No es nada, lo mínimo que puedo hacer es asistirte en lo que tú novio vuelve -- Félix frunció el ceño. -- El chico pálido, de cabello negro y aura de miedo me dijo que era tu novio cuando pregunté por tí -- comentó mirando sus manos. -- Le dije que podía cuidarte, soy enfermero o al menos estoy estudiando para ello.

-- Gracias GunMin -- habló Félix regalándole una sonrisa sincera. --¿Tienes una idea de lo que sucedió realmente? Porque apenas recuerdo lo que pasó.

-- Bueno, ellos trataron de abusar de mi – dijo abrazándose a sí mismo.-- Y estaban a nada de hacerlo hasta que llegaste y me los quitaste de encima -- volvio a sentarse a los pies de la cama. -- No se exactamente lo que hiciste con ellos, estaba demasiado ocupado llorando y tratando de acomodar mi ropa -- admitió. – Cuando te vi por el espejo, solo pude ver tus ojos de color rojo.

-- ¿Cómo te sientes, Lixie? -- Félix estaba en la sala en la casa de Changbin, según Jisung no podía salir de ahí por órdenes de Lucifer y el mismo decidió que cuando GunMin se fue a Dios sabe dónde era el turno de Seungmin y el peli rojo cuidar d...

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-- ¿Cómo te sientes, Lixie? -- Félix estaba en la sala en la casa de Changbin, según Jisung no podía salir de ahí por órdenes de Lucifer y el mismo decidió que cuando GunMin se fue a Dios sabe dónde era el turno de Seungmin y el peli rojo cuidar de él.

-- Estoy bien, Seungmin -- respondió aburrido. Empezaba a hartarse de estar encerrado sin saber nada de su novio.

-- Aún no puedo creer lo que hiciste con esos tipos -- comentó Jisung impresionado. -- Según Chan los dejaste en el piso pidiendo piedad por su alma.

-- Empiezo a creer que eres uno de nosotros -- dijo Seungmin pensativo. -- Pero se que eres más que un simple demonio.

-- Pensé que estabas escéptico con todo eso, Seungmin -- Félix miró sus uñas recordando el ardor y las garras. --Creo que mis alucinaciones se contagian.

Jisung soltó una carcajada y Seungmin se limitó a reír.

-- Creo que pasar tanto tiempo con Changbin empieza a afectarte -- añadió Seungmin. -- Es la única explicación lógica que le encuentro a las habilidades que estás adquiriendo.

-- Sinceramente eso me importa una mierda en estos momentos -- dijo el rubio mirando a sus amigos. -- ¿Dónde está Changbin? -- preguntó abultado su labio inferior.

-- Trabajando para que ninguna autoridad del cielo intervenga, no queremos a ángeles metiendo sus narices donde no les importa -- contestó Jisung encogiéndose de hombros.

-- ¿Cómo están las cosas con Chan, Seungmin? -- preguntó sin filtros, Jisung enarcó una ceja y Seungmin rodó los ojos.

-- Ya te dije que las cosas con él no puede cambiar, Lix. Ya deja el tema por la paz.

-- Los demonios deberían tener pareja ¿Sabes?

-- Los demonios no nos enamoramos, Lixie -- canturreó Jisung. -- Y los dos sabemos que Changbin no nació siendo uno así que no cuenta.

-- ¡Si lo hace! -- protestó Félix. -- Porque ahora es uno de ustedes y el más poderoso, pero ese no es el punto -- insistió.-- Pienso que su vida sería más emocionante y menos vacía con un compañero o compañera.

-- No tiene sentido -- contestó Seungmin aburriendose de la dirección que iba tomando la conversación. –- Aún sigues siendo demasiado puro y noble, Félix, por eso jamás podrías ser uno de los nuestros.

-- Changbin valora mucho eso -- intervino Jisung pensativo. -- Valora tu alma noble y pura, aún después de toda la mierda que viviste sigues siendo tú, a pesar de tus demonios internos no dejas que ganen, no les cedes la victoria sobre ti.

Félix lo miró sin saber realmente que pensar, su cabeza era un maldito lío. Lo único que quería era que Changbin llegara, lo tomara entre sus brazos y lo llenar de besos para después desvestirse olvidándose del resto del maldito mundo. Necesitaba que Seo lo hiciera sentir deseado, obsceno y sucio. Necesitaba sentir su piel ardiente, porque tener sexo con el rey del infierno te hacía sentir allí de la mejor manera posible.

Lucifer  [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora