Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴏ

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-- Lo siento, Félix -- se disculpó Jeongin. -- De verdad lo siento -- el rubio hizo un gesto restándole importancia. -- Por cierto ¿Quién te llevó a casa?

Ambos estaban de salida, las clases habían terminado gracias al cielo. Caminaban con tranquilidad por el pasillo a unos metros de la puerta.

-- Un chico -- contestó con simpleza, no pudo evitar sonrojarse con el detalle de Changbin en la mañana. Le había dejado preparado el desayuno junto con una nota, otra cosa que odió con todo su ser.

-- Al parecer no cualquier chico -- lo codeó jugando. -- Te gustó.

-- Basta, solo me llevó a casa porque otros se fueron por ahí a follar. -- dijo resaltando el "otros".

-- Lo siento -- se volvió a disculpar puchereando. -- Te lo compensaré -- el rubio negó. -- Félix.

-- ¿Mhmm?

-- ¿Conoces a ese chico que no deja de mirarte? -- inquirió Jeongin bajando escalones.

Félix levantó la cabeza encontrándose con esa mirada café intenso que le había empezado a parecer fascinante. Changbin estaba apoyado en su auto con la mirada fija en él, el rubio volvió a sentir sus mejillas calientes. El pálido llevaba unos pantalones de cuero negro y una camisa color vino, su cabello negro estaba desordenado dándole un aura jodidamente sexy.

-- Debo irme Innie. -- anunció empezando a caminar en dirección a Changbin.

-- ¡Suerte! -- gritó su amigo despidiéndose con la mano.

Félix sintió la mirada de la masa estudiantil sobre su espalda, eso hizo que elevase la cabeza mientras acortaba los metros que lo separaban del pelinegro.

-- Tan radiante como siempre -- Changbin esbozó una encantadora sonrisa, el rubio frunció el ceño, solo llevaba puesto unos jeans desgastados y una polera de varios colores bastante holgada que le quedaba grande. Se veía aburrido y normal.

-- ¿Me viniste a buscar? ¿Cómo sabías a que hora terminaban mis clases?

-- ¿Crees que esperaría a alguien más? -- preguntó tocándose el pecho dramáticamente. -- Me ofendes, pastelito -- Félix miró a otro lado reprimiendo una sonrisa. -- Te he estado observando.

-- ¿Siguiendo o espiando, querrás decir? -- cuestionó volviendo a mirarlo.

-- Como sea -- chasqueó la lengua. --Estoy aquí por tí.

-- Pensé que no se te daba salir de día -- comentó burlón.

-- Ja, vete a la mierda, ja -- el pálido se cruzó de brazos. -- No soy vampiro y si lo fuera, no me pasa nada si salgo durante el día pero tengo cosas importantes que hacer durante esas horas -- explicó. -- Igual no es del todo de día, está por atardecer.

-- Como sea -- Félix igual se cruzó de brazos. -- Se supone que viniste por mi...

-- Vamos a merendar -- contestó con simpleza.

-- ¿Te das cuenta de lo descabellado que suena eso? Es tipo "Félix ¿Qué harás hoy?" Y yo respondo "Merendar con Lucifer, el gobernador del inframundo" -- Changbin carcajeó fuerte. -- ¿Qué?

-- Tú -- dijo trantando de detener su risa. -- Tu haces que suene así, pastelito -- Félix negó empezando a odiar ese sobrenombre. -- Soy Changbin ahora -- dijo calmando su risa.-- Piensa que ser Lucifer es un trabajo, algo de lo que me ocupo a parte.

-- Como sea, tengo hambre cortó. -- Changbin lo quedó mirando fijamente. -- ¿Qué?

-- Dejame tocarte -- pidió completamente serio, parecía una súplica. -- Solo tu mejilla.

Lucifer  [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora