"Muy a menudo el miedo a un mal nos lleva a realizar uno peor" - Nicholas Boileau-Despresaux
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Llegue a mi casa, nadie me abrazo, nadie me había extrañado, pero en el instante en que mi madre vio mis premios por la competencia, me los arrebato de las manos; se alegró inmensamente y yo solo me quede esperando una felicitación, una palabra de apoyo, una sonrisa que me hiciera saber que estaba orgullosa de mi, pero no hubo nada; mi padre y mi abuela se me acercaron, me felicitaron por mi premio y me abrazaron; mi padre me dijo que tenía que mejorar, que le habían comunicado que mi desempeño no había sido excelente; me invadió una gran tristeza, para ellos nunca era suficiente.
Yo no era suficiente
Me encerré en mi habitación, las lágrimas se aglomeraban en mis ojos, sentía demasiado dolor, pero justo en ese instante a mi mente llego lo que me había dicho Alicia.
Ana y Mía, son tu respuesta
Encendí mi laptop, dispuesta a resolver mis dudas de una vez por todas, pero algo en mi interior me decía que parase, que no era correcto, algo me decía que no debía investigar más, pero simplemente lo ignore, grave error.
Lo primero que apareció en internet eran paginas médicas, algunos anuncios; seguí bajando hasta que me encontré con un blog, el primero que revise y que nunca podré olvidar.
El blog se llamaba: "Princesas de Porcelana"
Entre a la página y ante mis ojos aparecieron miles de entradas, fotos, comentarios y comencé a leer; por primera vez supe que Ana y Mía significaban Anorexia y Bulimia pero a pesar de que sabía que eran enfermedades, no me detuve, seguí leyendo con gran interés hasta que escuche como tocaban mi puerta, cerré la página y apague mi computadora; mi mente sabía que nadie debía enterarse de que yo había visto esa página, así que abrí la puerta y le dije a mis padres que ya me iría a dormir, me despedí y coloque la laptop en su lugar, tome mi celular y escondiéndome entre mis sabanas, seguí leyendo el blog.
A la mañana siguiente, yo estaba confundida, había leído tanto esa noche y me sentí como aquellas chicas que escribían en el blog; me sentía sola, me sentía perdida, sentía que no valía, sentía que los problemas solo aumentaban y que la felicidad que alguna vez tuve ya se había marchado hace mucho.
Me senté a desayunar sola como siempre; mi hermano ya había desayunado antes que yo y estaba terminando de alistar sus cuadernos para ir al colegio, mire mi desayuno y simplemente lo desplace a un lado, no tenía hambre y no quería comer.
Guarde algo de comida en mi maletín de la escuela y me dirigí al auto donde mi padre nos esperaba para llevarnos a clases, en el trayecto mi padre nos dijo que se ausentaría unas semanas, que tenía que salir de viaje por su trabajo y que nos iba a dejar dinero en nuestras habitaciones; realmente no me sorprendí, yo lo quería, no me mal interpreten pero tanto el cómo mi madre creían que todo se arreglaba con dinero, que todo lo que importaba era lo material pero sinceramente eso era justamente lo que ya no necesitábamos, mi hermano y yo necesitábamos a nuestros padres.
En la escuela, todo fue con normalidad, siempre esforzándome para alcanzar la perfección que mi madre deseaba; las clases transcurrieron normales hasta que escuche como unos amigos se burlaban de una chica que estaba pasada de peso, ellos se reían y ella solo los miraba rogando que pararan, justo en ese momento ella me miro pero yo baje la mirada y salí del salón con mis amigas, la deje ahí sola, sin importarme lo que sentía.
No pude dejar de pensar en esa chica, como se burlaban de ella y se reían, me recordó tanto a lo que hacia mi madre conmigo, pero lo peor no era eso, sino que yo escape de ahí y no la ayude.
Esa tarde fui directo a mi entrenamiento, no quise almorzar, no me sentía diferente, no me sentía cansada así que le resté importancia. En el entrenamiento no rendí de igual forma, me costaba respirar, tenía sueño y estaba algo mareada, traté de ignorarlo, pero al verme algo pálida, la entrenadora me envió a la enfermería.
Ya ahí, la enfermera fue muy amable conmigo, me dijo que, si había comido y yo abrí la boca para decir que no, pero dije todo lo contrario.
- Si he comido pero almorcé muy temprano
- Debe ser por eso, le diré a la entrenadora que te dispense de seguir entrenando el día de hoy, ve a tu casa y descansa.
- Gracias señorita - dije dándole mi mejor sonrisa y levantándome para salir de la enfermería
- Fui a casa temprano, no había nadie, mi madre de seguro estaría supervisando el entrenamiento de mi hermano, me encamine hacia mi recamara y caí en un sueño muy profundo.
Mientras dormía, en mis sueños apareció una muchacha, muy hermosa, con un cabello largo, vestida con ropa muy linda; ella me sonreía y me llamaba, me acerqué a ella lentamente y cuando estuve enfrente de ella, me dijo:
- Te ayudare a ser perfecta, eres mi princesa y serás perfecta
Justo en ese momento desperté, el miedo estaba presente en mis ojos, respirada agitada, sentía que me faltaba el aire, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos como nunca antes.
A mi memoria regresaban todos los recuerdos de mi niñez; los insultos, las peleas, ya no soportaba más, estaba al borde del límite.
Y recordé a la chica de mi sueño, ella era todo lo que yo soñaba ser, tan delgada, tan hermosa como una modelo de revista y si ella deseaba ayudarme, yo no se lo impediría; trate de volver a dormirme, pero no podía, de alguna forma, tenía miedo, sabía que algo iba mal pero no me detendría, deseaba ser perfecta costara lo que costara.
ESTÁS LEYENDO
ALONE
Cerita PendekDuele fingir que todo esta bien Duele sentir que estás solo aun cuando hay personas a tu alrededor Duele mentir Duele sonreír En este mundo estamos acostumbrados a mantener las apariencias; nos enseñan a fingir sonrisas e intentar alcanzar la per...