Ryokas

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Durante lo que consideré que fueron un par de minutos, aquel jovencito shinigami y yo nos miramos cara a cara. Él tenía unos ojos decididos, con una mirada envolvente y protectora que realmente me hizo sentir mejor.

---A eso he venido ---declaró con firmeza---. Yo salvaré a Rukia.

Su afirmación logró llevar a mi corazón una tranquilidad que no conocía desde hacía mucho tiempo.

---Creo que sería adecuado que todos nos presentemos ---El muchacho de lentes y traje blanco carraspeó ligeramente, se ajustó las gafas y se acercó a mí---. Mi nombre es Ishida Uryuu ---En su rostro apareció una expresión cortés---. Encantado de conocerla, Amaya-san.

---Lo mismo digo, Ishida-san ---correspondí con una pequeña reverencia, observando con curiosidad su vestimenta---. Me gusta tu traje, se ve muy elegante.

---¿En serio? Lo hice yo mismo ---dijo aquel joven, un ligero sonrojo asomó a sus mejillas.

---¡Increíble! Debes ser muy hábil con las manos ---solté impresionada, sobre todo al reconocer cierta cruz dibujada sobre su ropa---. ¿Eres un Quincy?

---Así es ---admitió, pude sentir el orgullo filtrarse en sus palabras.

---Disculpen... ---musitó con timidez la chica hermosa, volqué mi atención hacia ella al instante---. Soy Inoue Orihime.

---Sado Yasotura ---se presentó el joven moreno.

---Encantada de conocerlos, Orihime-san, Sado-san ---dije con una sonrisa de agrado.

---Hacía mucho tiempo que no te veía, Amaya ---Una voz grave me habló desde algún punto del suelo que traté de localizar---. Has crecido mucho.

Al fin logré visualizar al dueño de aquella voz: un gato negro de ojos dorados, a quien reconocí al instante.

---¡Yoruichi-sama! ---chillé con emoción, abalanzándome sobre el felino y envolviéndolo en mis brazos con una fuerza que casi le sacó el aire---. ¡Me alegra tanto volver a ver una cara amiga!

---¡No te emociones tanto! ¡Vas a ahorcarme! ---reclamó el gato, tratando de zafarse de mi abrazo mortal.

---Lo siento ---susurré, soltándolo al momento---. Dime, ¿cómo han estado Kisuke-san y Tessai-san?

---Muy bien. Sería difícil decir otra cosa de esos dos.

---Hey, Amaya-san, me gusta mucho tu vestido ---intervino la chica que se había presentado como Inoue Orihime---. ¡Y tus adornos en el cabello son muy guays!

---Gracias, Orihime-san. Entre los cuatro Clanes Nobles, los Katsumi somos los únicos que usamos vestimentas menos tradicionales, debido a las influencias occidentales de nuestros antepasados ---expliqué con una sonrisa---. En cuanto a la Diadema de las Tres Mariposas... ---Señalé el adorno que traía sobre mi cabello---, es el símbolo de mi familia. Su uso distingue al líder del Clan.

---Oye, Amaya ---llamó mi atención el joven shinigami de cabello naranja.

---¡Kurosaki! ---lo interrumpió el chico Quincy en un tono de regaño---. ¿No escuchaste lo que dijo Kuukaku-san? Ella es una princesa. ¡Trátala con más formalidad!

El aludido hizo una mueca y chasqueó la lengua de un modo que me causó gracia.

---No, no es necesario que me hables con formalidad ---negué, agitando mis manos al frente---. Llámame como quieras. En cambio, yo te llamaré solo "Ichigo", que suena mejor sin honorífico ---O eso pensaba yo.

---Bueno, como decía ---reanudó su charla un poco molesto---. Amaya, ¿nos ayudarás a rescatar a Rukia!

---¡Por supuesto! ---exclamé convencida---. Rukia-chan es como una hermana para mí. ¡De ninguna manera la dejaré morir! ---Entonces, caí en la cuenta acerca de un par de detalles---. Por cierto, ¿qué piensan hacer? ¿Cómo entrarán al Seireitei?

Melodía salvaje, lluvia nocturna [Bleach- Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora