Melodía salvaje, lluvia nocturna [Bleach- Fanfic]

Sincronía

Kisuke-san estaba aguardando mi llegada frente la puerta entreabierta de su tienda.

---Te tomaste tu tiempo, Amaya-san ---dijo en un ligero tono de reproche.

---¿Cuál era la idea de enviar a mis amigos a Hueco Mundo, Kisuke-san? ---cuestioné, devolviéndole el tono.

---Tú sabes el motivo ---rebatió mi antiguo sensei con una sonrisa reveladora, calándose el sombrero---. Entra, por favor.

Solté un suspiro de resignación y me adentré en la pequeña tienda sin demora.

---Esta no es la verdadera ciudad de Karakura, ¿cierto? ---noté, la duda me perturbaba desde que había arribado a aquel sitio---. No siento la energía espiritual que la convirtió en el objetivo de Aizen.

---Así es. Trasladamos la ciudad de Karakura a la Sociedad de Almas y la reemplazamos por una réplica. Sus habitantes fueron puestos a dormir y estarán a salvo allí por el tiempo que dure la batalla contra Aizen.

---Urahara-sensei, debo hacerte una pregunta muy importante y necesito que me respondas con la verdad.

---¿Qué es, Amaya-san? No me llamabas así desde la primera vez que nos conocimos.

---¿Es cierto que Aizen es mi padre?

Kisuke-san no manifestó sorpresa alguna ante mi pregunta directa. Era obvio que ya se esperaba que yo hubiese descubierto lo que mi abuelo le había hecho ocultarme.

---Pues... Sí y no.

---¡No me des respuestas ambiguas, Kisuke-san!

Me sentía molesta. Casi podría haber asesinado a mi primer sensei con la mirada mientras mis cejas se juntaban y la boca se me fruncía en un gesto de ira. Kisuke-san se lo tomó con calma, aunque parecía mortalmente serio.

---No soy la persona adecuada para responder a esa pregunta, Amaya-san. Solo Aizen-san sabe lo que hizo en ti, y solo él puede darte la respuesta que buscas.

---¡Por supuesto! ¿Cómo no se me ocurrió antes? ¡Si cada palabra que sale de la boca de Aizen es más confiable que la anterior!

Entre mi explosión de frustración, pude sentir una gran cantidad de reiatsus a varios kilómetros sobre mi cabeza, en los cielos de la falsa Karakura. Kisuke-san también se percató de ello.

---¿Lo notaste?

---Los capitanes y tenientes ya están aquí. Aizen acaba de iniciar su invasión al mundo humano. Debemos apresurarnos.

---Necesito darle los últimos toques a los dispositivos. Ya que no estoy en mi verdadera tienda, creo que me llevará un tiempo.

Tuve deseos de golpearlo, pero crispé los puños sobre mi regazo para reprimir ese impulso.

---¡Se suponía que ya deberían haber estado listos! ¡¿Qué diablos has estado haciendo durante todo este tiempo que pasé en el Hueco Mundo?!

---Lo siento, lo siento. Crear y colocar los Soportes de Transferencia de los Mundos para trasladar la ciudad de Karakura a la Sociedad de Almas demoró más de lo que había previsto. Debes tener paciencia, Amaya-san.

Solté un sonoro suspiro de resignación.

---No hay más remedio...

---Solo será un pequeño ajuste, te lo aseguro.

En ese momento, experimenté un inesperado mareo que me hizo tambalearme un poco.

---¿Te encuentras bien? ---indagó  Kisuke-san, apresurándose a asistirme---. Puedo sentir más de un reiatsu emanando de ti.