Cuando recobré el dominio de mis cinco sentidos, me encontraba entre los brazos de Ichigo. A través del velo que aún nublaba mi visión, pude distinguir que los capitanes presentes y todos los que aún podían luchar se lanzaban al ataque contra Aizen, al parecer cansados de tanta perorata. A unos cuantos metros de nuestra posición, se encontraban los malheridos tenientes Iba Tetsuzaemon, Hinamori-san, Rangiku-san y Shuhei-san, quienes eran asistidos por Kira-san. Pude distinguir que Aizen había usado el cruel y sucio truco de reemplazar su persona por la de Hinamori-san, valiéndose del poder de su zanpaku-to.
---Chicos... ¡¿qué están haciendo?! ---les advirtió Ichigo horrorizado, sin percatarse de que yo me había despertado.
El resultado de esta acción fue que terminaron hiriendo y atravesando a Hinamori-san, quebrando con esto la cordura del joven capitán Hitsugaya, quien la había empalado con su katana. El chico enloquecido se lanzó al ataque sin pensarlo, arrastrando a los capitanes restantes con él. Aizen los cortó a todos, dejándolos fuera de combate. Cayeron uno a uno, y vi el espanto en los ojos de Ichigo.
---Ichigo, cálmate ---susurré sin el suficiente ánimo como para resultar convincente.
---¡Amaya, despertaste! ¡¿Estás bien?! ---indagó, posando sus ojos en mí con preocupación en ellos.
Las revelaciones de Aizen hacían eco en mi mente, comenzando a cobrar sentido. El cúmulo de turbios sentimientos -ninguno de ellos favorable para afrontar la situación actual- que había estado intentando suprimir me agobió de golpe.
---Ichigo... yo... me siento tan perdida ---susurré en un tono distante, con la mirada extraviada en la de él---. Lo que Aizen dijo...
---¿Qué importa lo que haya dicho Aizen? ---me interrumpió él, haciendo sus propias dudas a un lado para llenarme el corazón con la calidez de su mirada---. Tú sabes quién eres, Amaya. Eres la mujer inteligente y valiente que daría todo por proteger a las personas que quiere. Estás viva, sientes, ríes, sufres, amas... y eres amada. Eso es todo lo que interesa.
Era increíble cómo su voz, sus palabras y esa mirada que parecía estarme abrazando lograban devolverme la calma, aún sabiendo lo que me la había arrebatado. Solo pude sonreírle en agradecimiento. Reuní fuerzas y me separé de él para ponerme de pie, echando un vistazo a mi alrededor.
---La situación es bastante mala, ¿verdad?
---Sí... Eso parece.
---Escucha, Ichigo. Mis poderes son similares a los de Aizen, por lo que mis ataques no le afectarán. No hay mucho que yo pueda hacer, excepto una cosa: ser tu escudo. Yo cubriré tu guardia para que tú puedas concentrarlo todo en asestarle un golpe definitivo.
---Suena sencillo.
---Pero no lo será.
Nuestra conversación fue interrumpida por unas repentinas oleadas de llamas que surgían de la tierra. En medio de ellas apareció el Capitán Comandante Yamamoto listo para luchar.
---¡Abuelo! ---exclamó Ichigo.
---¡Retrocedan, Kurosaki Ichigo, Katsumi Amaya! ---ordenó de manera autoritaria el anciano---. ¡Un humano del mundo humano y una princesa de la Sociedad de Almas no deben verse involucrados en esto!
En ese momento, percibí unos reiatsus acercándose a nosotros y volteé en esa dirección, encontrándome con Harrible-san, Starrk-san y Ulquiorra-san, que venían a buen paso hacia mí.
---¿Necesita ayuda, Amaya-sama? ---cuestionó Harrible-san en un tono serio, pero solícito.
---Su llegada es muy oportuna ---dije con una sonrisa de gratitud---. Esto se convertirá en un infierno. Ahora que Aizen está distraído, tomen a los heridos y llévenlos lo más lejos que puedan.
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Melodía salvaje, lluvia nocturna [Bleach- Fanfic]
FanfictionTras convertirse en Shinigami Sustituto en circunstancias inesperadas, Kurosaki Ichigo ha decidido ir al rescate de Kuchiki Rukia, la shinigami a quien debe esos poderes que le permitieron salvar a su familia y que ahora ha sido condenada a muerte p...