Un silencio cargado de seriedad se instaló entre todos nosotros. Shinji-san me observó de manera analítica, con los dedos de las manos cruzados frente a su rostro y los codos apoyados sobre la mesa.
---En realidad... ---dijo al fin tras un eterno minuto sin que se escuchase ni a una mosca volar---, ya nos hemos puesto en contacto con él.
---¡¿De verdad?! ---repliqué, abriendo enormemente mis ojos por lo inesperado de su respuesta---. ¿Y, entonces...?
---"¿Y, entonces...?", nada, Amaya ---aclaró Hiyori-san con una expresión agria---. ¡El muy estúpido se niega a unirse a nosotros!
---Asumo que eres su amiga, Amaya-chan ---intervino Shinji-san---. Tal vez tú puedas convencerlo de que lo haga.
---Oigan, acabo de sentir el reiatsu de un shinigami acercándose a este lugar ---informó Hachi-san, tomándose la barbilla entre el índice y el pulgar.
---Se trata de Ichigo. Reconozco su reiatsu ---replicó Shinji-san justo antes de que yo pudiese decir lo mismo---. Déjalo entrar, Hachi.
---De acuerdo ---aceptó el aludido, juntando sus índices y pulgares de forma característica.
Unos momentos después, vimos a Ichigo descender por las escaleras que conducían al sótano con el rostro algo enfurruñado.
---¡Al fin te encuentro, Amaya! ---soltó, apuntándome con un dedo---. Sentí tu reiatsu cuando fuiste al instituto...
---Vaya, parece que tus habilidades preceptivas han mejorado notablemente ---le interrumpí en un tono indiferente, mirando hacia otro lado.
---¡Cuando salí de la clase para hablarte, estabas abrazando a este tipo y luego te fuiste con él! ---exclamó con los dientes apretados, señalando a Shinji-san con el índice.
---¿Y eso qué? ---indagué casi con un bostezo, encogiéndome de hombros---. Soy libre de hablar con quien yo quiera.
---¡Pero este tipo es muy sospechoso! ¡Se apareció en mi clase de un día para otro y luego me atacó por sorpresa esa noche, diciéndome que era un vizard como yo! ---refutó Ichigo con los puños crispados y trémulos---. Yo quería ir tras ustedes de inmediato, pero Rukia no me dejó.
---Menos mal ---comenté, mirándolo de frente por fin---. Ichigo, no tienes ningún derecho a cuestionar mis acciones. Si mi memoria no me falla, tú me echaste de tu casa anoche.
Sus facciones comenzaron a suavizarse, convirtiéndose en la viva imagen de la culpabilidad, con la cabeza baja y la mirada clavada en el suelo terroso.
---Eso... ---expresó con voz queda---. Yo... lo siento, Amaya. Fui tan injusto contigo.
---Amaya-chan, no puedo creer que me estuvieses buscando para pedirme que ayudara a un idiota que no sabe apreciarlo ---intervino Shinji-san, tomándome una mano en plan de coqueteo.
---No me importa que no lo aprecie ---alegué con una sonrisa suave, dejando mi mano relajada sobre la suya---. Él es un niño inocente que ni siquiera debería estar pasando por esto. Además, le debo mucho.
---¡Oye, Hirako, deja de intentar ligar con ella! ¡Es mi novia! ---gritoneó Ichigo, echando humo por la cabeza y gruñendo con el rostro crispado por el enojo.
---¿Ah, sí? ¿Soy tu novia? No lo sabía ---intercedí con una risita divertida al ver cómo Ichigo se sonrojaba al percatarse de lo que acababa de decir; me puse de pie y caminé hasta él, tomando luego su mano---. Acepto tus disculpas, Ichigo.
---Gracias ---musitó, ambos dirigiéndonos miradas cargadas de emociones tiernas---. Por cierto, ¿de dónde conoces a Hirako, Amaya?
---La conozco muy bien, pues Amaya-chan fue mi primer amor ---contestó Shinji-san con ademanes teatrales.
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Melodía salvaje, lluvia nocturna [Bleach- Fanfic]
FanfictionTras convertirse en Shinigami Sustituto en circunstancias inesperadas, Kurosaki Ichigo ha decidido ir al rescate de Kuchiki Rukia, la shinigami a quien debe esos poderes que le permitieron salvar a su familia y que ahora ha sido condenada a muerte p...