Melodía salvaje, lluvia nocturna [Bleach- Fanfic]

Durante miles de noches quise contártelo [+18]

El amanecer me sorprendió en la tienda de Kisuke-san. Luego de la aprehensión de Isamu Kazue y el fracaso de todos sus planes, Yoruichi-sama me había informado que finalmente Kisuke-san había encontrado el método adecuado para quitarme el sello, por lo que me había llevado de vuelta con ella al mundo humano. Cuando el sol ya estaba calentando la superficie terrestre, él y Tessai-san terminaron los preparativos en el sótano para proceder a retirar el sello Sorano. Una vez allí, Tessai-san recitó un encantamiento de kidoh creado especialmente por Kisuke-san al efecto y, con la ayuda de unos aparatos que este también había inventado, el proceso para deshacerme de ese terrible sello estuvo completo. Cuando recuperé mi reiatsu, me sentí diferente, más poderosa, más segura de mis fuerzas. Decidí quedarme en la tienda al menos por ese día a sugerencia de Kisuke-san, por si se presentaba algún imprevisto.

Esa misma tarde, la avanzada liderada por el capitán Hitsugaya volvió al mundo humano, esta vez a causa de unos pre-arrancar que eran, con toda certeza, obra de Aizen. Todos pasaron a la tienda para recoger implementos shinigamis necesarios para su misión, pero se marcharon enseguida; a excepción de Ren-chan, quien se hospedaría allí, y Rangiku-san, que se quedó a charlar un rato con Yoruichi-sama. Yo participé en la conversación en un principio, mas dejé de prestarle atención al escuchar las notas de una canción que me pareció conocida. No tardé en recordarla: era una de las que Ichigo me había cantado el día de nuestro primer beso. Me perdí en sus hermosos acordes, en su romántica letra y no le presté atención a nada más.

---Hey, Amaya-chan, ¿nos estás escuchando? ---me llamó la atención Rangiku-san tras frotarme la cabeza, alborotando mi cabello.

---Ah, sí, lo siento ---contesté con una sonrisa apenada, enfocando otra vez mi atención en ellas---. Es que estaba escuchando esa canción.

---Ya lo creo, incluso la estabas cantando ---comentó Yoruichi-sama, cruzando los brazos tras su cabeza en una pose relajada.

Me alarmé un poco al oír eso último. ¿De verdad la estaba cantando? Ni siquiera me había percatado de ello.

---No te preocupes, Amaya-chan ---dijo la teniente al notar mi incomodidad---. ¡Tienes una linda voz!

---Esa canción la estaban pasando cuando Kisuke encendió la radio y le gustó ---aclaró Yoruichi-sama, analizando mi rostro con un gesto pícaro---. ¿Te recuerda a alguien especial, Amaya?

Volteé el rostro hacia el lado opuesto al que ellas se encontraban para tratar de ocultar mi sonrojo, aunque sabía que no me serviría de mucho.

---C... Claro que no ---respondí, mi mentira fue tan evidente.

---¡Vamos, vamos! Todos nos hemos dado cuenta de la forma en la que se miran Ichigo y tú, ¡hasta el lento de Byakuya lo notó! ---repuso Yoruichi-sama con su típica expresión desenfadada---. Desde que fuimos a la Sociedad de Almas para rescatar a Rukia, pude percatarme de que ese mocoso se quedó prendado de ti.

---Si fuera tú, Amaya-chan, no dudaría ni un segundo en decirle que sí a un chico tan sexy como ese ---agregó Rangiku-san.

---¡Ya basta, por favor! ---chillé, más incómoda y roja que nunca---. No quiero hablar sobre eso ---Exhalé un largo suspiro y opté por cambiar de tema---. ¿Cómo van las investigaciones acerca de la conspiración de Isamu Kazue?

---Nada nuevo, solo lo que ya sabemos. Isamu Kazue y sus cómplices están en prisión, bajo la estricta vigilancia de las Fuerzas Especiales y de la Segunda División ---respondió Yoruichi-sama, su rostro adquirió una desacostumbrada seriedad de repente---. Lo que me intriga son esos dos Den que aparecieron muertos. Conozco de primera mano que eran guerreros poderosos, pues tuve que enfrentarme a uno de ellos y no fue sencillo derrotarlo. Su poder legendario no era tan solo un mito; han protegido al Clan Isamu durante siglos. Sin embargo, parece que esos dos fueron asesinados de un solo golpe. Además, no se encontró rastro alguno de su asesino.