Fiesta

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Uno de esos días, Yuzu-san me pidió que le llevase a Ichigo a su instituto el almuerzo que ella había preparado para él, a lo cual accedí gustosa. Gracias a mi buen sentido de la orientación, conseguí llegar al pulcro edificio con la dirección que me indicó esa pequeña. Al ubicar la clase de Ichigo, vi a tres chicos justo en la puerta de esta, por lo que decidí preguntarles por mi amigo.

---Eh... Disculpen... ---llamé su atención algo apenada.

Los dos chicos y la chica se voltearon a verme con aire de curiosidad y la reacción de dos de ellos fue inusitada.

---¡Pero qué chica tan monaaaa! ---chilló un muchacho con una media melena castaña, arrojándose hacia mí con ademanes dramáticos.

---¡Nada de eso! ¡Yo la vi primero, Keigo! ---gritó una pelirroja con lentes, deteniéndolo de un codazo en la cara.

---¡Eso no es justo, Chizuru-senpai! ---protestó el agredido, haciendo exagerados pucheros.

---¿Desea algo, señorita? ---preguntó con voz suave y educada el joven restante, un muchacho de cabello negro y rasgos muy tiernos que se había separado de sus compañeros para acercarse a mí.

---Estoy buscando a alguien ---respondí con una sonrisa, divertida por lo sucedido---. ¿Serías tan amable de indicarme dónde puedo encontrar a Kurosaki Ichigo?

El chico se mostró un poco sorprendido, pero eso no mermó su actitud amable.

---Por supuesto. Si no me equivoco, debe estar bajo un árbol del patio.

----¡¿Q... Q... Qué?! ---vociferó el otro chico en un arranque de histeria histriónica---. ¡¿Ichigo tiene una novia tan linda y no nos dice nada?! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?!

---No soy la novia de Ichigo ---musité, sin poder reprimir el sonrojo que afloró en mi rostro.

---Deja de hacer el tonto, Asano-san ---suspiró el chico de cabello negro.

---¡No me llames así, Mizuiro! ---lloriqueó el otro.

Me retiré de la animada discusión entre adolescentes y me dirigí hacia el patio. No tardé en encontrar a Ichigo, quien estaba solo, acostado bajo un árbol en un rincón apartado con los brazos cruzados bajo la cabeza y una expresión pensativa.

---Hola, Ichigo ---le saludé, inclinándome sobre su rostro.

---¡Amaya! ---exclamó el joven con cara de sorpresa, levántandose con un impulso que me obligó a apartarme rápidamente---. ¿Qué haces aquí?

---Yuzu-san me pidió que te trajese el almuerzo ---respondí, ofreciéndole la bolsa que traía en la mano.

---No tenía que molestarse ---replicó al sentarse y tomarla.

Miré a mi alrededor durante un segundo mientras me sentaba sobre la hierba junto a él, sintiendo que faltaba algo.

---¿Dónde están Ishida-san, Orihime-san y Sado-san? Me habías comentado que iban al mismo colegio. ¿Acaso discutieron?

---No, no es eso. Simplemente... quiero estar solo.

Percibí un sutil cambio en sus ojos que no auguraba nada bueno. ¿Por qué se veía tan preocupado?

---¿Qué está sucediendo, Ichigo? Te noto raro desde hace algunos días. Creo que hay algo que no me estás contando.

---Lo mismo podría decirse de ti. ¿Por qué estás en el mundo humano?

Desvió la mirada, era obvio que los dos teníamos cosas que ocultar. Mi excusa para mi estadía allí había sido de lo más pobre la primera vez que me lo preguntó, y mi creatividad no tenía planes de mejorar.

Melodía salvaje, lluvia nocturna [Bleach- Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora