Capítulo 23

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NARRADOR

Una luz logró entrar en el campo de visión de los que estaban ahí, la chica al momento en que la luz se presentó tapó sus ojos con su brazo para que no la cegara. Henry trataba de zafarse del agarre de los demás, con la intención de ir a donde estaba su hija siendo encadenada por aquel demonio sonriente que ahora odiaba y deseaba no haber creado.

— ¡Déjala! — por más que intentaba ir a donde estaba su hija el agarre de Alison y Boris era cada vez más fuerte impidiéndole zafarse de éste — ¡suéltenme, déjenme salvarla!

Me temo que eso no se va a poder, hicimos un trato ¿lo olvidas, Henry? — soltó una risa que resonó por todo el lugar, jalando las cadenas haciendo que la chica cayera al suelo golpeándose — descuida, no planeo hacerle nada por el momento, solo la tendré encerrada hasta que yo decida cuando la deje salir.

____ por su parte intentaba levantarse pero el peso de las cadenas se lo impedía, permaneciendo aun en el suelo boca abajo esperando a que Bendy se la llevara de una vez por todas y que dejara a los demás fuera del estudio a salvo, sin embargo eso tendrá que esperar al parecer. Si aceptó el tratado fue por algo, y ése algo pronto lo descubrirá si es que ese estúpido demonio se apuraba en llevársela.

JAJAJA, ¿crees que con esa simple hacha me vas a lograr quitar a ___? ¡Hicimos un trato, estúpido anciano, no puedes hacer nada al respecto! — elevó su mano haciendo que tinta tomara a todos y se los llevara lejos de su vista, ganando más gritos por parte de Henry — mejor los saco antes de que otra estúpida pelea empiece, mientras ellos salen ¿qué te parece si nos divertimos un rato?

— ¡¿Cómo te atreves a decirle así a mi padre?!

¿Qué? ¿Anciano? Oh vamos, es la verdad — hubiera seguido hablando de no ser porque la chica pateó sus partes nobles haciendo que este se tomara esa parte como si lograra quitar el dolor que estaba sintiendo en esos momentos.

Logró correr gracias a eso, pero aun tenía las cadenas. Estas se tensaron haciendo que la joven cayera e hicieran presión en su cuello ahorcándola en ese instante. Tomó aire y puso sus manos en la cadena de su cuello con la intención de quitarla, aunque claro, no podía.
Unos zapatos entraron en su campo de visión, alzó la mirada viendo a Bendy quien tenía un semblante serio, suspiró y dejó sus intentos de liberarse.

Ya cálmate, estarás bien.

— ¿Y quién asegura que estaré bien? ¿Tú? No te creo para nada — a duras penas se levantó del suelo — solo déjame de una vez en la jaula donde me pondrás, donde sea pero ya no quiero seguir aquí contigo.

— ¿Acaso dije que te iba a poner en una jaula, en una habitación con la puerta cerrada con llave, en algún calabozo? — volteó a verla teniendo sus manos tras su espalda, caminando a paso lento en dirección a la chica quien retrocedía poco a poco — esto será sencillo: yo te llevo a la máquina de tinta, te coloco en ella, espero a que la máquina termine su trabajo y ¡tada! Te convertirás en un ser de tinta como yo ¿o prefieres el método más doloroso?

— ¿C-Cuál es el método más doloroso? — preguntó con nervios y miedo.

— El mismo método que usé cuando te encontré por primera vez, la jeringa más que nada — hizo una pausa tomando asiento en una pila de tablas de madera — primero te inyecto, después sentirás tu cuerpo arder demasiado como si estuvieras en el verdadero infierno, eso sí, no habrá nada que te quite ese ardor hasta que la transformación termine; después de eso tu cuerpo no tendrá fuerzas ni para mover un solo dedo, quedarás inconsciente y cuando despiertes tu cuerpo ya será completamente de tinta. El proceso dura como unos tres días, de una vez te digo.

Tratado de Tinta (Bendy x Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora