Tratado de Tinta (Bendy x Tú)

Capítulo 24

NARRADOR

Su cuerpo ardía, su vista se nublaba, no escuchaba casi nada de lo que ocurría a su alrededor, y su respiración estaba entrecortada. ___ había sido arrojada a la maquina de tinta en un enorme contenedor de ese líquido; Bendy veía como esta se ahogaba y suplicaba que la sacaran de ahí, esas suplicas solo ampliaban su sonrisa y escucharlas era música para sus oídos.
Ya no lo soportaba, no escuchaba ni sus propios gritos desgarradores y sentía como la tinta entraba por su boca ahogándola, ¿será así como terminará su triste vida? No quería pensar en eso, trataba de buscar alguna escalera que esté dentro del gran contenedor de tinta en la que se estaba ahogando, pero era inútil, no veía absolutamente nada y sus fuerzas se iban dejándola débil y quizás muerta.

— Pronto terminará tu sufrimiento, solo espera...

[…]

— ¿Cuánto falta para que nos deje salir? — preguntó el lobezno siguiendo a Henry con la mirada, este último entró al elevador, presionando el botón del nivel 9 y poniéndose al lado de la caricatura.

— No lo sé, estoy harto — tomó su cabeza, frustrado y con ganas de golpear algo o alguien — estoy comenzando a pensar que no fue buena idea saltar y volver a empezar desde el inicio.

— Calma, Henry — puso su mano sobre el hombro del mayor — ya falta poco, verás que lograremos salvar a ___.

El mayor sonrió levemente asintiendo con la cabeza, deteniéndose el elevador segundos después abriendo sus puertas. Henry salió y Boris solo se quedó a esperarlo como siempre, pues no quería acercarse más a las puertas que antes lo habían dirigido a sus pesadillas, su miedo hacia Alice.
Henry como siempre iba y le entregaba las cosas que la supuesta ángel le pedía, pero esta ocasión ya no le pidió nada y los dejó libres, justo lo que ambos ansiaban.

— ¡Al fin!

De verdad te lo agradezco, Henry, gracias por tu ayuda.

— Por fin iremos a salvar a ___ — dijo el lobezno, contento por eso.

— Lo sé, pronto estaremos con ella.

El ascensor comenzó a subir pero por una extraña razón este se quedó estancado en el piso K, lo que dejó a ambos hombres confundidos.
Las risas de Alice no se hicieron esperar, eran escalofriantes y llenaban de miedo y nervios a los dos que aun seguían intentando hacer que el elevador subiera, apretando botones al azar.

CREISTE QUE TE DEJARÍA IR TAN FÁCIL, HENRY. CLARO QUE NO, NO SEAS ESTÚPIDO.

El ascensor comenzó a bajar de forma rápida y brusca. Henry y Boris se tomaban de la puerta para evitar golpearse pero obvio era imposible, recibieron varios golpes en la cabeza y parte de sus cuerpos creándose en estos los moretones.

— ¿¡QUÉ ESTÁ PASANDO!?

TRATÉ DE CONSEGUIR MI BELLEZA NUEVAMENTE A TRAVÉS DE LAS COPIAS AHORA MUERTAS DE BORIS, PERO NADA. REGRÉSAME A MI BORIS, ES EL MÁS PERFECTO EN ESTE LUGAR Y LO NECESITO PARA CONSEGUIR MI BELLEZA OTRA VEZ. ¿¡ACASO NO LO ENTIENDES!?

— ¡HENRY!

— ¡TRANQUILO, BORIS!

Los golpes se escuchaban, se veía como los pisos que Henry había pisado subían de forma rápida y repentina. No sabían cuán cerca estaban de estrellarse contra el suelo, pero no faltaba mucho.