Llegamos a la universidad y cada quien fue a sus clases. Iba rumbo a mi primera clase cuando me interceptó el decano Moore.
-Buenos días, Carlisle –me estrechó la mano–. ¿Podemos hablar un segundo?
-Claro –lo seguí hasta su despacho.
Entramos y se sentó en su sillón de piel. Me hizo un ademán para que me sentara.
-He oído que te fue muy bien en el congreso –tomó una pluma y jugó con ella.
-Eso dicen. Yo sólo agregué ciertos puntos a lo que George iba a exponer. Por cierto, ¿cómo se encuentra?
Había tenido un accidente con un caballo, no había tenido noticias de él desde que me había ido.
-Se encuentra bien. Se recupera satisfactoriamente –dejó la pluma en el escritorio y se sentó derecho –Carlisle quiero ir al punto de esta reunión –tomó aire–. He escuchado rumores acerca de ti y la profesora Anderson. No tengo problema con ello, pero sólo desearía que si tienen una relación, la mantuvieran fuera de la universidad.
-Decano Moore, la profesora Anderson y yo tenemos una relación profesional y también una relación de amigos, si hubiera algo más, no dudaríamos en mantenerlo como lo indica, sabemos las reglas. No se preocupe, esos rumores sólo son eso. Espero que esto no afecte a la profesora Anderson –me puse de pie.
-Si es como usted lo dice, no hay problema para ninguno de los dos –se puso de pie y se despidió con un apretón de manos –que tenga buen día Carlisle –me señaló la puerta.
-Buen día decano Moore.
No entendía por qué se seguía propagando ese rumor. Para mí era intrascendente pero me importaba que Louise se viera afectada. Me dirigí a mi grupo pensando que debía hablar con Louise al terminar esa clase.
Di la clase y todo estuvo tranquilo. Los alumnos no comentaron nada al salir; era bueno saber que ellos no difundirían algo así. Salí a buscar a Louise pero no la encontré. Me apresuré y apenas llegué a tiempo a la segunda clase. Me resigné a buscarla, decidí que hablaría con ella al final del día a menos que entre clases la viera de casualidad. Casi al final de las clases, encontré a Edward.
-Carlisle, hay un rumor sobre ti y la profesora Louise. ¿Ya estabas enterado de eso? –Se encontraba extrañado, él sabía que no era verdad.
-No creí que se difundiera por toda la universidad. Hablé con el decano, ya le expliqué que no es verdad pero la persona que está difamándonos parece que quiere perjudicarnos. Quizás tengas que ayudarme con eso. Me preocupa que Louise se vea afectada. Aún no he hablado con ella, espero que no la esté pasando mal.
-Encontraré a ambos y te avisaré –se alejó y yo me dirigí a la siguiente clase.
Me enfoqué en mis clases, confié en que Edward me ayudaría así que no tuve problema para concentrarme. Al final de la última clase, me encontré nuevamente con él.
-Ella está en tu cubículo. Ya está enterada del rumor y quiere hablar contigo.
Nos dirigimos hacia el área de maestros.
–Averiguaré quién creo este malentendido.
-Gracias –toqué su hombro en agradecimiento.
Abrí la puerta y ella me miró sorprendida. Al parecer se asustó.
-¡Carlisle! Qué susto me has dado –se tocó el pecho–. ¿Has oído? Toda la universidad ya está enterada de ese rumor, incluso el decano –hizo una mueca.
-¿Has hablado con él?
Me preguntaba si le habrá dicho lo mismo que a mí.
-Sí, al mediodía. Me preguntó si era verdad ese rumor, le dije que eras un caballero y yo una dama. Ambos conocemos las reglas y que no teníamos ningún tipo de relación extra personal –su rostro se volvió triste–. Probablemente quiera hablar contigo también –me miró.
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El día que cambiaste mi eternidad
RomanceÉl, un vampiro que trabaja como maestro de medicina y doctor en un hospital. Pasa sus días con su compañero Edward. Todo es calma hasta que encuentran a la pequeña humana, Esme. Su vida dará un vuelco por todo lo que irá surgiendo dentro de él. Este...