Poco pude dormir esa noche. Lo que había hecho estaba mal. Muy mal. Me comencé a sentir terrible y arrepentida apenas el alcohol comenzó a abandonar mi cuerpo. Ahí distintas emociones comenzaron a atacarme: nervios, excitación, pánico y emoción.
Pero cuando admití que había actuado pésimo, ya era tarde. Estaba amaneciendo y las notificaciones al teléfono de Valentín sobre mi cama, no dejaban de llegar... y llevaba vibrando por horas. Ni siquiera me había atrevido a tocarlo. Desde un rincón veía con dolor de estómago la pantalla encendiéndose sin parar.
Cerré los ojos, calculando cuántas horas habían pasado.
Llegué pasada las una...me metí en su teléfono y... publiqué su libro después las tres de la madrugada. Y son...las nueve. Wow... demasiadas horas. La he cagado.
Sip. Y en grande.
—Ok, Maddie... a contabilizar tus errores. —Respiré profundamente. Me bebí una botella de agua y con un muffin en la boca, me atreví a abrir la aplicación. Casi cinco horas habían pasado desde que había publicado —sin permiso—, el primer capítulo que Valentín escribió para su nueva novela; y el segundo capítulo escrito por... mí. O mejor digamos: por la versión despechada y ebria de mí—. A ver... si pocas personas lo han leído, lo borraré y haré como que no hice nada...—Escupí el último trozo de muffin, que le llegó en la cabeza a Maya —mi perrita—; y por unos segundos, olvidé respirar. Apenas creía que algo así fuese real. Miles de vistas y comentarios en pocas horas. En ese instante tomé el peso de mis acciones.
Valentín era más popular de lo que pensé y eso era un problema porque yo había publicado su novela y de eso ya se habían enterado todos sus seguidores. Por lo tanto, ya no podía deshacerlo.
Mierda. ¿Qué hice?
¿Por qué no te fuiste a dormir en vez de meterte en el celular de Valentín?
Dicen que la mayoría de las peores decisiones se toman con el corazón roto. Y yo, con el corazón muy roto me había metido en las cosas privadas de un chico del que apenas sabía su nombre. Bueno, lo había mirado bastante también porque me atraía increíblemente. Aunque eso... él no lo sabía.
Un nuevo mensaje de Ally apareció en la pantalla.
Valentín, ¿cómo no me dijiste nada? Entiendo que te haya molestado el mensaje que te envié ayer, pero trabajamos juntos. De todas formas, he leído lo que has publicado y me ha encantado. El tercer capítulo lo espero en una semana. Me lo envías a mí primero. Dado el éxito pondremos de pago a partir del capítulo diez.
Me mordí todas las uñas, nerviosa y estresada. Con cada extremidad de mi cuerpo temblando, me acaricié los costados de mi cabeza. No sabía cómo arreglar la cagada que había dejado.
Inhala.
Exhala.
Tú puedes.
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El amor se escribe por capítulos - [Terminada]
Novela JuvenilMaddie está atrapada en una vida que no la emociona. Se tomó un año sabático para descubrir qué quiere hacer; tiene un trabajo a tiempo completo en una cafetería, y un novio que parece tener cada vez menos interés en ella. Sin embargo, cuando un chi...