Apenas la puerta del ascensor se abrió, yo ya lo tenía decidido. Bueno lo había decidido la noche anterior y todo resultó en un penoso intento de terminar con Fai. Sin embargo, no solo no cambié de idea sino que era más intensa que nunca.
La desesperación de ver salir a Mads de la habitación de Félix era más de lo que podía soportar. Y ella... y yo... era lo que quería. Al mirarla pensé repentinamente que yo sabía desde que la conocí en el café, que ella iba a desordenar mi vida.
¿Estoy seguro?
Se quedó mirándome sorprendida y luego pareció leer mi mente. Suspiró mientras me observaba y se encogió de hombros con esa expresión de: ¿qué vamos a hacer?
Sí, estoy seguro.
¿Cómo fui tan imbécil y dejé que las cosas llegaran a este punto?
Con Fai cada vez pasábamos menos tiempo juntos, nuestros intereses ya no eran tan compatibles y de repente no compartíamos ni siquiera el mismo gusto por películas. Nada. Parecía que nos habíamos alejado hace mucho. La amaba... pero no estaba enamorado de ella.
¿Cuánto me costó darme cuenta que todo el amor que sentía no tenía que ver con el amor romántico? Más bien la quería cuidar como una niña pequeña, me preocupaba que estuviese bien, y me emocionaban todos sus logros. Pero no, no la quería junto a mí. Yo quería a la chica que se encontraba frente a mí.
Mads llegó como una tormenta, y si yo hubiese estado firme no me habría dejado llevar. Pero que ella llegara y diese vuelta mi mundo, significaba mucho. Quizás algo que yo no quise ver por comodidad. La comodidad me dio estabilidad, pero... Mads me había dado vida. Ella era vida y en ese preciso instante me llevé la mano al pecho. Mi corazón bombeaba más de lo que pensé era normal.
Esto es vida.
¿Era tarde? ¿cómo le iba a explicar lo que me sucedía a Félix?
No sabía qué había sucedido la noche anterior, pero no tenía que ser un genio para darme cuenta que entre ellos pasaban muchas cosas, y que la libertad reinaba entre los dos. Lo noté al mirarlos. Se gustaban. Obvio. Los conocía a ambos y sí podía pensar que harían una bonita pareja. Creí que no podía lidiar con eso. Ni menos sabía cómo me iba a meter entremedio.
Soy un imbécil.
¿Por no ser más valiente habré perdido mi oportunidad?
Mads resopló y pasó por mi lado. Comenzó a caminar hacia la entrada del edificio. Le sostuve la puerta.
—Gracias —murmuró, sin atreverse a mirarme.
—Mads... —Estiré mi mano y mis dedos rosaron los suyos antes de que los quitara.
—Voy atrasada, tenemos que ir a la editorial...y necesito... ducharme. —Sonrió algo forzada. Se veía un poco estresada y sin ganas de escucharme. Probablemente por todo lo que habló Fai—. Soy un desastre.
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El amor se escribe por capítulos - [Terminada]
Novela JuvenilMaddie está atrapada en una vida que no la emociona. Se tomó un año sabático para descubrir qué quiere hacer; tiene un trabajo a tiempo completo en una cafetería, y un novio que parece tener cada vez menos interés en ella. Sin embargo, cuando un chi...