El amor se escribe por capítulos - [Terminada]

32. Te quiero decir qué pasó

—¿Estás feliz con esto? —exclamé enfurecida. —Tenía ganas de lanzarme arriba de Santiago y golpearlo.

Justo llegó Ariel y Javier.

—¿Qué pasó aquí? —Javier se acercó a su hermano y lo cogió fuertemente por el mentón para mirarlo bien—, ¿Qué haces? Eres un imbécil. ¿Cómo supiste que estábamos acá?

—Así que ahora sales con Maddie y su nuevo novio. ¿Qué se siente ser una mierda? ¿De verdad vienes al cumpleaños del imbécil que me quitó a mi novia? —Se veía enojado y dolido por su hermano. Javier estaba allí por Ari, pero no porque quisiera salir conmigo y Valentín... o Félix. Javier bajó la mirada, como si no tuviera nada que decir.

—No es así, Santiago...

—¿Ah, no? —Señaló a Félix—. Y el otro ya se fue corriendo tras su novia.

Ari arrugó la frente mirándome a mí. Me encogí de hombros mientras ella se acercaba.

—¿Estás bien?

—No mucho —susurré—. Valentín se fue tras Fabiana.

—Quizás es algo bueno —dijo, acariciando mi cabello. Miré a Félix quien hablaba por teléfono. Justo me miró y me sonrió—. Quizás después de esto por fin... por fin lo de ellos se acabó.

—¿Qué estoy haciendo, Ari? —Hice una seña disimulada hacia Félix. Ari lo miró descaradamente y puso una mano en mi pecho.

—Creo que estás tratando de olvidar a alguien con otra persona... Sé que igual te gusta él, Maddie. Es simpático, adorable y... muy guapo —agregó, sonriendo—. Pero no es de quien estás enamorada.

Exhalé ampliamente.

—Es que... lo paso bien con él, Ari. Hace que me olvide de Valentín...y él sabe que yo no quiero nada serio y él tampoco lo quiere.

Ari meneó la cabeza.

—Lo sé. Pero esas cosas ustedes no las manejan —murmuró—, igual está difícil no enamorarse de él. ¿Y si luego te enamoras de él?

Le di un empujoncito con el hombro.

—Además siento que dejar algo que me hace bien... por alguien que no va a estar conmigo, es injusto.

Ari me abrazó.

—No lo sé —murmuró—. También te encuentro razón en eso. Espera a ver... qué pasa hoy con Valentín y Fabiana. —Félix se nos acercó y Ari se dirigió a él—, ¿la acompañas a casa? Creo que ayudaré a Javier con ese imbécil. Me parece que va ebrio hasta las cejas.

Félix soltó una carcajada.

—Por supuesto que sí. La dejaré en la puerta del departamento. —Le cerró un ojo a Ari.

Mi amiga me besó la mejilla y se acercó a Javier quien seguía discutiendo con Santiago. Revisé la cara de Félix. Tenía un pequeño corte bajo el labio.