22. Solo eres tú

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—¿Estás de acuerdo con las condiciones de contrato que te ofrezco? —Ally preguntó con la mirada fija en los papeles que hojeaba una y otra vez

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—¿Estás de acuerdo con las condiciones de contrato que te ofrezco? —Ally preguntó con la mirada fija en los papeles que hojeaba una y otra vez. Cada ciertos momentos se subía los lentes que se deslizaban hasta la punta de su nariz.

Esto está pasando.

Subió la mirada. Asentí. Apenas podía creer que lo que sucedía era real.

—Sí, estoy de acuerdo —respondí, nerviosa. Ya era oficial, el libro lo escribíamos los dos. Mis ganancias iban a ser considerablemente menores que Valentín porque después de todo si el libro se vendía era por lo conocido que era él con sus novelas. Así que lo entendí sin problemas, además según la proyección de ventas que manejaba Ally dada la popularidad que ya tenían los primeros capítulos, iba a ganar lo suficiente como para dejar de trabajar en la cafetería, pagar todo lo que tenía que pagar al llegar a fin de mes y más.

—Perfecto. Primero, por supuesto, debo hablar de esto con mis superiores. Tengo fe en que lo van a aceptar, porque si no lo aceptan significa que el libro se cancela y yo... quedo sin trabajo. —Carraspeó e hizo una mueca de desagrado—. Sin embargo, uno de ellos es un amigo muy cercano así que espero que no habrá problemas.

Exhalé, sintiéndome culpable. Había una mínima posibilidad de que todos nos quedáramos sin nada. Por mi culpa, por entrometida.

—Ally, perdón por...

Agitó la cabeza.

—No te preocupes, Valentín no estaba escribiendo y ya se me caía el cabello del estrés. Veía más probable que cancelaran el libro antes que ahora. —Apoyó el codo en el escritorio y se rascó la frente—. Fue mi idea... esto de comenzar a publicar un libro sin tener el manuscrito primero. Defendí tanto la idea, confiando en Valentín, que cuando comenzó a demorarse... sabía que ni mi amigo me ayudaría. —Exhaló lentamente mientras me observaba y se pasó los dedos por su cabello negro que llevaba pulcramente amarrado en un tomate. Lo vi tan apretado que pensé que le dolía—. Claramente este no es el escenario ideal, pero has ayudado mucho y estoy contenta con el resultado. Ahora... ¿El siguiente capítulo?

Tragué saliva.

—Lo tenemos listo... Te lo enviaremos hoy.

Esbozó la primera sonrisa que parecía realmente sincera.

—Maravilloso, perfecto. Me lo envías lo antes posible. —Ally se puso de pie y me estiró la mano—. Muchas gracias, Maddie. Les aviso apenas tenga novedades.

Salí de la oficina de Ally sintiéndome tan bien que el caos que rodeaba mi vida en ese instante se me hizo diminuto.

Una semana había pasado desde el beso con Valentín y desde que Santi me había insinuado que podía decirle algo a Fabiana. Eso no se lo comenté a nadie ni tampoco mi ex volvió a aparecer, lo que me tenía más o menos tranquila. Sospechaba que Javier, apareciendo tantas veces en el departamento me seguía los pasos, y como Valentín no apareció, la bomba llamada Santiago se mantuvo sin estallar. Sin ninguno de ellos, ni el drama que acompañaba sus presencias, estuve obligada a pensar en mí y mis sentimientos.

El amor se escribe por capítulos - [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora