29.- Mi sonido favorito

857 93 7
                                    

POV LISA

Una parte de mi siempre quiso ir a buscar a Jennie, pero la realidad es que no lo había hecho, no en más de un mes.

Creo yo desde el día 112 no la volví a buscar, y ya era el día 150, de ser sincera lo estaba pasando bastante mal sin saber de ella.

Pero tampoco quería que bajo ninguna circunstancia ella se sintiera presionada u obligada a nada, y él imponerle mi presencia jamás fue mi plan.

Estaba bastante inquieta estos últimos días, no sabía que era lo que estaba sintiendo, pero podía considerar que estaba pasando por bastante ansiedad.

Algo oprimía mi pecho y no sabía bien que era.

POV JENNIE

Han pasado muchos días desde la ultima vez que miré a Lisa, siendo sincera no sabía exactamente cuántos días habían pasado, pues después de que la vi partir ese último día en mi departamento, no volvía a tener señales de ella, más que la rosa que llegaba cada día.

Estos últimos días realmente no me he sentido para nada bien.

La verdad es que sus rosas, me alegran un poco el día, pero... necesito verla, necesito saber de ella.... mas no se cómo encontrarla, no sé dónde está, y no tengo modo de contactar con ella.

Se que suena loco y que no debería estar sintiéndome así, pero es algo que no puedo controlar, solo necesito saber si esta bien.

POV LISA

No sé si esto está bien o mal, pero decidí que hoy voy a ir a dejarle la rosa personalmente.

Sinceramente ya me cansé de estar sin saber nada de ella, de como a estado o como le a ido.

La extraño mucho.

POV JENNIE

Había sido un día muy duro, entre el trabajo, y mis prácticas, además de que físicamente me sentía agotada.

Realmente me sentía incluso enferma, y no pensaba más que en llegar a mi casa y descansar en mi cama.

Solo llegué por un té en la cafetería de la esquina e iba decidida a subir a mi departamento, cuando vi a Lisa ahí parada a escasos metros de mi puerta.

Ella me veía muy feliz, con su rosa en las manos esperando a que yo me acercara más.

Cuando llegué frente a ella me saludó y me entregó la rosa, la verdad es que no hice ninguna objeción y la tomé entre mis manos, para después agradecerle.

Le pregunté que como había estado, y me respondió que bien, entonces ella preguntó, — Y tú, ¿Como has estado? — le contesté, — Bien, solamente me siento muy cansada, creo que hasta algo enferma. — Entonces ella me dijo, — Aun cuando no me lo hubieras dicho lo hubiese notado, por Dios Jennie, si casi ni los ojos puedes abrir y tienes las mejillas extremadamente rojas, ¿puedo tocar tu frente para ver cómo está tu temperatura? — Asentí y ella se acercó con rostro de preocupación, me tocó con su mano, para luego comentar — ¡Dios Jennie!, estás ardiendo en fiebre —.

Yo le contesté, — No te preocupes Lisa, acabo de comprar un té, solo subo a mi departamento, lo tomo y después me recuesto a descansar hasta mañana, no es nada, solo estoy cansada. — Ella se me quedó mirando sin estar muy convencida, para luego decir — Mmm supongo que está bien que descanses, pero, ¿no quieres antes ver a un doctor o que consiga algo para bajar tu fiebre?.— le contesté, — No, no te preocupes, voy a estar bien. — ella me preguntó si estaba segura y le volví a responder que si.

365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora