34.- Cruzando límites

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POV LISA

El que Wang se hubiese presentado en mi casa ya era suficientemente doloroso y traumático, como para que encima Jennie me montara una súper escena de celos.

Creo que no lo merecía, o por lo menos debió escucharme o calmarse, o que se yo, pero que se haya ido así, sin siquiera voltear atrás me dolió, me dolió como no tienen una idea.

Sé perfectamente el carácter tan radical y alocado que tiene Jennie, pero eso no era una justificación para que me tratara como me trató, ni que me dijera las cosas que me dijo.

Si es que no puede perdonarme y empezar de nuevo, solo tenía que decírmelo, pero no puede estar hiriéndome y sacándome de su vida cada que algo se le pasaba por la cabeza, pues para este punto, ya había perdido la cuenta de las veces que parecía que todo estaba mejorando, y de pronto me volvía a decir que no quería verme más. Yo la amo, pero no sé cuánto más podré soportar.

Por qué si, por supuesto que tengo claro que en el pasado hice cosas malas, pero creo que ya las pagué, y hasta de más.

Estoy por explotar, realmente no sé si pueda con toda esta presión, pues claro que si, que deseo estar al lado de Jennie con toda mi alma, pero sinceramente con todo lo que me estaba sucediendo, a pasado a ser mi prioridad el reconquistarla a estar en un segundo plano.

Debido a que primero debía librarme de Jackson Wang, el apuesto y galante hijo del segundo hombre más poderoso después de mi padre en todos sus negocios truculentos.

Con el que sin mi consentimiento, mi padre había dado mi mano en matrimonio.

Así que a lo que fue ese día a mi casa, es a hablar de cómo debíamos empezar con los planes de boda ya, pues según él, ya había respetado mi luto por mi padre lo suficiente, y era hora de que empezáramos a mover los trámites y arreglos que se tuvieran que hacer.

Ya tenía semanas molestándome con llamadas y hasta con dos o tres visitas incomodas a la semana, donde yo inventaba cualquier excusa para huir hasta de mi propia casa, que por cierto, no sé cómo demonios dio con la dirección, pero la tenía.

Al principio eran detalles inofensivos, pero estas últimas dos semanas a estado, según él cortejándome, y es tan incomodo, por no decir hasta asqueroso, sobre todo su beso, por que si, ya me había besado anteriormente, claro que yo al instante lo rechacé y él se retiró de mí sin decir nada, pero él no cedía, no en sus coqueteos y en sus visitas y llamadas, por supuesto que yo solía ignorarlo al principio, pero esto ya estaba cruzando la línea.

Sinceramente yo no podía decirle simplemente que no me casaría con el, no era tan fácil en este mundo donde nos desenvolvemos, Pues existen muchos códigos y leyes que se tienen que respetar, igual yo solo estaba haciendo tiempo para planear algo que decirle, no sé, qué me haría monja o cualquier cosa, pero obviamente no me casaría con el.

Por qué aún que claramente no podía negar que era guapo y varonil, no podía, es que no me veía viviendo una vida al lado de un hombre que para empezar no amaba, y para continuar se la pasaba de cama en cama sin importarle si la mujer era viuda, soltera, divorciada o casada.

Ya había tenido varios enfrentamientos con maridos celosos, o amantes apasionadas que quisieron matarlo al no poder quedarse con su amor.

Era todo un Casanova y no quería vivir esa horrible y deprimente vida, llena de falsedad.

Creo que ya había sido lo suficientemente infeliz en mi corta vida, como para ahora ligarme a un hombre que para nada era mi ideal.

365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora