33.- Prometido

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POV JENNIE

Y si, paso lo que tenía que pasar, esa noche de nuevo hicimos el amor, la única diferencia es que esta vez el odio que existía en mi corazón, se iba desvaneciendo con cada tierno beso que Lisa me entregaba.

Cada día malo que viví, se iba borrando de mi mente con cada te amo que los labios de Lisa pronunciaban, cada dolor o tristeza se desvanecía con cada caricia que las manos de Lisa me regalan.

No sé qué tiene esta mujer, pero sana mi ser, con tan solo existir.

Juro por Dios, que si pudiera, detendría el tiempo y me quedaría atrapada en esta noche tan maravillosa, pues tenía tanto que no me sentía tan bien, tan feliz y tan completa.

Pero como todo en la vida, llegó el final de la noche, y con las luces del nuevo día, sus nuevos retos.

Nos despertamos temprano y lo primero que hicimos fue mirarnos, sonreír y darnos un pequeño y tierno beso.

No sabía que extrañaba tanto despertar así de feliz y llena de paz, hasta que esta mañana lo hice entre los brazos de quien hasta hoy considero, la mujer que más e amado en el mundo entero.

Como ya me sentía mucho mejor, bajamos al comedor a desayunar, todo estaba delicioso, tenía que admitir que aún cuando la señora que le ayudaba a Lisa con la comida, fuera un tanto malhumorada, cocinaba como los Dioses.

El desayuno transcurrió entre risas, bromas tontas, y Lisa queriendo hacerme bigotes con la mermelada, lo normal, en un día que amanece en modo juguetón.

Y hoy estaba especialmente juguetona y feliz, y pues no es por alagarme, pero sabía perfectamente que yo tenía que ver con eso, por lo que me alegraba en sobremanera.

Me gusta cuando se comporta así, por que siento que es su verdadera esencia, siento que por fin puede ser ella misma y mostrar lo linda y tierna que puede llegar a ser.

Al terminar, ella me invitó a pasar un tiempo en el precioso jardín que tenía la casa en la parte trasera, tenía una especie de hamaca, donde nos recostamos, más tardamos en llegar al lugar que yo en estar casi encima de ella, es que se miraba especialmente irresistible esta mañana, se miraba tan bien y olía aún mejor.

Pero como dije, todo lo bueno tiene un final, y este estaba por llegar.

Es así como la misma señora que preparó el desayuno, llegó a avisar a Lisa que la estaban buscando.

Lisa preguntó muy seria que quien era, le contestó que era el joven Wang. A lo que Lisa simplemente asintió.

Aún con cara seria me dijo que ya regresaba, que la esperara en el jardín, que no quería que entrara a la casa hasta que ella viniera por mi, yo no emití palabra y solo hice un gesto, cosa que ignoró dándose la vuelta y caminando hacía adentro.

Todo esto se había tornado extraño, la verdad es que no tenía idea de que había pasado, y por qué la visita de ese joven, había cambiado el ambiente de alegre y juguetón, a uno lleno de seriedad y tensión.

Esperé a Lisa aproximadamente quince minutos, pero estar pensando en todas las posibilidades me estaba volviendo loca, no saber que pasaba ahí dentro no sé si era algo que quería seguir ignorando, sin embargo, me quede ahí, mirando a la nada, hasta que de pronto recordé, mis medicamentos, no los había tomado, y ya llevaba casi media hora de retraso, así que lo pensé, y supuse que si era cuidadosa, nadie notaría que entre a la casa y subí a la habitación, así que camine hacia la casa, desde la puerta de cristal pude ver que no se encontraban en la sala principal, así que supuse que tendría algún tipo de estudio o despacho donde atendía a las visitas, entonces comencé a caminar hacia adentro, lo más sigilosamente posible.

365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora