49.- ¿FIN?

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POV LISA

La huida no fue nada fácil, ya que pasar desapercibidas con los rasgos que nos caracterizan fue toda una tarea, además de que el viaje fue súper largo, duramos aproximadamente 5 días hasta llegar a una finca al sur de Costa Rica.

Además de que el trayecto fue extenso, tuvimos que parar un poco debido a que mi salud no estaba al cien por ciento y al no estar en las mejores condiciones atrasamos algunas cosas.

Igual, todo valió la pena cuando por fin pudimos llegar a aquel lugar que para mi era casi un paraíso, ya que era una casa pequeña, pero rodeada de naturaleza, ahí podría cultivar casi cualquier cosa que se me ocurriera, el clima tropical me invitaba a relajarme y disfrutar, además de que pude ver como los ojos de Jennie se llenaron de un resplandeciente brillo de felicidad en cuanto vio el lugar, supe que también le fascinó.

Sinceramente Vernon, quien había sido mi mano derecha en los últimos meses, había superado por mucho nuestras expectativas.

En aquel lugar podríamos pasar desapercibidas por bastante tiempo ya que no era raro que extranjeros tuvieran sus casas de descanso en el lugar, y nosotras nos haríamos pasar por otras más, seríamos parientes, y estadounidenses, sonaba un poco turbio, ya que las parientes no hacen lo que Jennie y yo.

En fin, a donde mirarás tus ojos eran deleitados por un exquisito paisaje lleno de armonía y belleza, ya que incluso pronto supimos que estábamos a media hora en coche para llegar a la playa más cercana, y que había un pequeño río que pasaba cerca de la finca donde podríamos ir a nadar para quitarnos un poco el calor infernal que seguro hacía en primavera y verano.

La magia se rompió un poco cuando por la vereda vimos venir un auto donde traían a quienes cuidarían de la finca, y por supuesto de nosotras, ya que jamás estaría de más poner nuestra seguridad primero.

Sabía de qué mundo provenía y también sabía que si bien mi madre podría mantenerlos a raya, siempre existiría el riesgo de que algo nos delatara y nuestra vida corriera peligro.

Noté que esto también ponía nerviosa a Jennie así que la tomé de la mano, la mire a los ojos y le dije, — ¿Te gusta el lugar amor?.— Y le sonreí, ella asintió, abrazándome por la cintura y dándome un corto beso.

Las presentaciones fueron hechas y cada uno tenía asignadas sus tareas, así que después de eso nos dispusimos a disfrutar.

Claro que también aproveché un descuido de Jennie para encargar rosas, en la finca no vi ningún rosal y créanme que hasta en el viaje que hicimos hasta el otro lado del mundo me encargaría de darle una cada día, por que no habría de hacerlo aquí, prometí hacer eso por mi princesa y lo iba a cumplir hasta el último día.

Pasamos el día mirando los alrededores de nuestro nuevo hogar, mientras Jennie me llenaba de besos y mimos, pues la verdad es que aún no me había recuperado del todo.

Este será nuestro paraíso personal sin duda alguna.

POV JENNIE

Con el paso de los meses incluso hemos hecho nuevos amigos, por ejemplo, Mike, un niño encantador procedente de Cambodia, que inmigró junto con sus padres a América, para buscar un lugar mejor, junto con su madre que es quien nos ayuda en la casa nos ha facilitado entender un poco más la cultura y costumbres del lugar, pues para ser sincera, aquí la manera de vivir es totalmente diferente a lo que estábamos acostumbradas, no es mejor ni peor, solo diferente, incluso me han invitado a participar en pequeños bailables donde estuve poniendo las coreografías digamos que como invitada especial, y me encantó.

Aquí todos son muy amables y serviciales, o bueno casi todos, pues el padre de Mike es una persona muy desagradable, y cada día comprendo que si ese niño es un encanto es gracias a su madre que es tan buena.

365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora