18.- Día 80, lloré, lloramos

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POV LISA:

Este es el día número 80, en el cual ya he intentado acercarme a ella en otra ocasión, a lo largo de estos 15 días desde que le hable por fin. Hoy quiero verla de nuevo y lo haré.

Aún que ella, claramente no quiere saber de mi, no quiere que le hable, ni le explique nada, es más tal vez no quiera ni verme.

Cosa que claramente no me hará desistir de mi intento, oh no por lo menos hasta que se hayan cumplido los 365 días y las 365 rosas.

Cuando la volvía a ver el día 70. Volvió a resultar horrible, casi ni me dejo hablar, aún cuando yo supuse tontamente que si le daba ese tiempo ya estaría más calmada.

Así que me presente fuera de una tienda que suele frecuentar, cuando me vio ahí afuera su reacción fue de huir, la segui y le dije: — Por favor Jennie, déjame hablarte, necesito que me escuches.—

Ella se paró en seco, se dio media vuelta para mirarme y me soltó un, — ¿No entiendes que yo ya no quiero saber más de ti?, yo soy la que te pide por favor que ya no me busques, que me dejes en paz. De ser posible olvídate que un día existí en tu vida, solo déjame vivir. ¿Que no te fue suficiente el daño que me hiciste ya?, en serio Lisa, deja ya este juego enfermizo.—

Contesté: — Jennie, tú no eres ningún juego para mi, y ya que veo que no te vas a sentar a hablar conmigo te lo diré de una vez. Me obligaron, mi padre me obligó a alejarme.—

Ella rio sarcásticamente y dijo: — ¿Si? ¿Y él también te obligó a dormir con la tipa aquella? ¿El te obligó a drogarte? ¿El te obligó a querer arrancar mi ropa sin mi consentimiento?. ¿Sabes que Lisa? Tú y tus patéticas excusas me dan asco. Me voy y hasta nunca.—

Se marchó sin llevarse la rosa que tenía para ella. Así que procedí a dejarla en su casa más tarde.

 Así que procedí a dejarla en su casa más tarde

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POV JENNIE:

La siguiente vez que la vi fue el día número 80, ósea hoy mismo.

Llegó afuera de mi salón de prácticas con su ya trillada rosa roja.

Me quería morir, esta mujer parece que no tiene límites, ya no se como pedirle o más bien exigirle que me deje en paz de una jodida vez.

Esta vez fui yo quien me acerqué, viendo como una leve sonrisa de agrado se asomaba al rostro de Lisa, así que paré de una vez su estupida cara de felicidad.

Y le dije casi en un grito:
— ¡Maldita sea Lisa!, ¿No piensas parar esta mierda alguna vez?.—

Ella ahora me miraba con sorpresa y sin saber qué hacer o decir, así que continué diciendo: — Deja esto de una vez y para siempre, nada de lo que puedas hacer significa algo para mi, no importa qué tan romántico o bonito sea, no me va a hacer cambiar de opinión. No me impresiona la cursilería barata, te recuerdo que cuando estuvimos juntas eso sobraba y al final ¿para que? Nuestra relación resultó ser igual de basura que cualquiera. Tú y yo no somos especiales, ni la excepción a la regla. Ni yo soy tu único amor, ni tú eres el mío. ¿Si?, Así que pará todo este teatro, no voy a caer más, no contigo.—

Para cuando terminé de soltar todo ese veneno que traía estancado en el pecho, pude notar como por el rostro de Lisa bajaban cuál rio, lágrimas y más lágrimas. Con la voz cortada solo me dijo: — P-pero es que yo t-te amo J-jennie...—

Lo único que pude contestar ante tal descaro fue un: — ¿Pero como te atreves a decir semejante cosa? ¿Que me amas?, por favor, ni siquiera creo que entiendas el significado de esa frase.—

Ella dijo entre sollozos: — Todo, cada cosa la hice por ti, para ti...—

Contesté con furia, acercándome a su cara: — No vuelvas a decir semejante cosa, no te atrevas a encima decir que todo tu desastre fue hecho por y para mi.—

Ella tomó mis muñecas que estaban tensas y con un puño que estaba a punto de ir a su pecho y me soltó: — ¡Tuve que hacer todo eso por qué te amo!, No quería decirlo así, pero me has obligado— Yo quise zafarme de su agarre pero no me dejó y continuó. — Todo lo qué pasó fue por que mi padre quería matarte y alejar más a mi madre. Yo no podía permitir eso. Yo sabía que si te lo decía tu jamás aceptarías alejarte de mi, sabía que no me ibas a dejar dijera lo que dijera, te conozco perfectamente, y yo no quería verte muerta. ¿Acaso no sabes qué no lo soportaría?. Además de que también sabes los alcances que tenía mi padre, sabes que te habría matado sin tentarse el corazón. Y eso yo jamás lo hubiera permitido. Pero igual por favor, perdóname... sé que te herí de la peor manera.—

Para cuando terminó de decir todo aquello la que estaba llorando cual bebé era yo. No podía dejar de hacerlo, mi alma se sentía aún más rota, aún más destrozada.

Mis brazos perdieron la fuerza y cayeron a mis costados. Lisa me miro a los ojos llorando, y me abrazó, en un abrazo tan cálido y tan profundo que me deje llevar.

No supe en qué momento pero ya la estaba apretando contra mi pecho. Y llore, lloramos como nunca, ahí frente a no se cuanta gente que pasaba viendo todo nuestro espectáculo.

 Y llore, lloramos como nunca, ahí frente a no se cuanta gente que pasaba viendo todo nuestro espectáculo

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365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora