6.- Jennie, mi único alivio

146 13 2
                                    

POV LISA

Mis ojos se sentían pesados, no me era fácil abrirlos a pesar del inmenso dolor que emanaba de todas partes de mi cuerpo, me esforcé lo más posible y entonces pude hacerlo, abrí un poco mis ojos, pero entonces me di cuenta de otra cosa, no podía moverme, mis manos se sentían heladas, como faltas de circulación, mi rostro ardía como si me hubieran abofeteado hasta el cansancio, mis costillas derechas parecían estarse destrozando, y sobre todo una de mis piernas punzaba con un dolor inexplicable, mis últimos recuerdos eran borrosos, no tenía claro donde estaba, el mismo dolor que sentía no me dejaba pensar.

Poco a poco me di cuenta que estaba despertando de un desmayo, de que mis manos estaban fuertemente atadas, mi rostro se sentía magullado, pude notar como mi labio estaba roto y mis mejillas palpitando de dolor, lo primero que vi al poder abrir un poco uno de mis ojos fue que de una de mis piernas corría la sangre, muy seguramente por una herida con alguna arma punzo cortante.

Mi primer impulso al irme dando cuenta de la situación en la que estaba fue removerme en mi asiento pero al intentarlo un sonoro grito escapó de mis labios, sin duda tenía las costillas rotas.

Pasaron unos minutos en lo que me recuperé del dolor tan agudo que acababa de experimentar, en ese instante pude empezar a rememorar los acontecimientos que acababa de vivir desde hacía unas cuantas horas atrás.

Fue dejar ir a Jennie, el amor de mi vida, junto con Mike para que no les hicieran daño, enseguida me rodearon y sin piedad acabaron con los hombres que aún me protegían.

Acto seguido me entregue sin mayor resistencia y aún así recibí varios golpes en mi rostro y un fuerte golpe en mi estómago, haciendo que perdiera el aliento por un momento, después me metieron en una de sus camionetas y me taparon los ojos, enseguida de lo que yo pienso fue como una hora me bajaron en lo que pude ver cuando me quitaron la venda de los ojos, era una bodega en las afueras de la ciudad.

Primero me arrastraron hasta una silla donde me ataron de pies y manos, para proceder a reírse de mi y de mi expresión, por que aún que me considero una mujer valiente, en ese instante pude darme cuenta de que estaba totalmente a su merced, nada evitaría que hicieran de mi lo que se les diera la gana, de nada me servía ser hija del gran Marco Manoban, ni tampoco el ser hasta cierto punto una asesina despiadada y una mafiosa temida, de nada me sirvió el entrenamiento en artes marciales, ni todas las armas que sabía usar.

De nada me servía ni todo el poder, ni todo el dinero que tenía, tampoco de nada me servía la triste historia que me había llevado a ser la persona que era, lo único que en ese horrible momento me pudo dar un poco de consuelo fue pensar en todo el amor que había experimentado entre los brazos de Jennie, lo único que me quedaba era pensar que ella estaría bien, que Mike y mi mamá la ayudarían a ser fuerte, que más adelante podría superarme y encontrar un nuevo amor como ella se lo merece, sin tantos problemas y violencia, sin tantas trabas y dolor.

Si pudiera pedir un último deseo a lo que sea que esta haya afuera, Dios, el universo, el destino o la suerte... mi deseo sería que Jennie pueda sanar y tener una vida lo más normal posible, que la amen y la cuiden como ella se lo merece.

Estaba inmersa en esos pensamientos cuando escuché unos pasos acercándose hacia donde estaba yo rodeada de matones, era el señor Wang, con su hijo menor Changbin que me miraba implacable.

Estaba inmersa en esos pensamientos cuando escuché unos pasos acercándose hacia donde estaba yo rodeada de matones, era el señor Wang, con su hijo menor Changbin que me miraba implacable

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora