23.- Mi novia

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POV LISA:

Hoy es exactamente el día número cien.

Casi no e visto a Jennie, sinceramente espero esté mejor sin mi, y que la esté pasando muy bien con su nueva conquista.

Aún que eh de confesar que estoy un tanto melancólica esta tarde, pues viendo el atardecer desde mi jardín me doy cuenta que han pasado tantas cosas, y sigo aquí añorando el día que por primera vez pude llamarme novia de Kim Jennie.

Recuerdo perfectamente lo hermoso que se miraba el cielo y lo preciosa que se miraba la sonrisa de Jennie con esa luz.

Caminábamos tomadas de la mano, sin ningún rumbo aparente.

Bueno ninguno que Jennie supiera, pues yo tenía semanas planeando una sorpresa para ella.

Habían sido semanas difíciles, debido a que casi no pudimos vernos por distintos problemas con nuestras familias, en parte por que si bien no sabían de nuestra relación, ya empezaban a sospechar.

Llegamos a un pequeño restaurante a la orilla del parque, donde ya nos esperaban.

Jennie, inocente como es jamás sospecho nada, hasta que le mencioné al camarero, que nos diera un lugar especial.

Ella me volteo a ver con cara de confusión, y yo solo le sonreí.

Caminamos a un balcón en la segunda planta, donde se podía ver perfectamente el atardecer tan hermoso que veníamos observando desde hacía unos minutos.

En el lugar solo estábamos ella y yo. Una música tranquila de fondo, todo era perfecto, tal como lo pedí.

 Una música tranquila de fondo, todo era perfecto, tal como lo pedí

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POV JENNIE:

En el lugar había una mesa con un mantel blanco, varios ramos de distintas flores adornando por doquier, pero sobre todo rosas, muchas rosas.

Había una botella de vino, y dos lugares en la mesa perfectamente preparados.

Yo no podía evitar poner cara de sorprendida, de encantada, de enamorada.

La volteé a ver y le dije: — ¿Que es todo esto amor?, Es hermoso — me levante en puntitas y le di un piquito.

Ella me contestó: — Es un pequeño detalle para ti princesa, ¿te gusta?.— y yo no pude más que decir: — Me encanta.— y abrazarme con todas mis fuerzas a su cuerpo.

Ella correspondió a mi abrazo, beso mi cabeza una y otra vez.

Cuando nos separamos le pregunté: — Pero amor, ¿a que se debe tan bonita sorpresa? Siento que estoy soñando. Te juró que todo es más lindo a tu lado, pero hoy sobrepasas todo lo lindo.— Y apreté sus mejillas con mis manos.

365 ROSAS (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora