Capitulo 2 (Sebastian)

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Estaba enojado con Kim, ella no tenía el derecho asi de feo a la chica. No entendía por qué le llamó así, durante toda la ceremonia ella estuvo hablándome, pero no le hablé.

Lo que hizo estaba mal y tendría que aceptarlo.

Al terminar la ceremonia nos dieron nuestros horarios. Debido a que la ceremonia fue larga, ya estabamos en el tercer período de clases, me tocaba Química. Yo era nuevo en este instituto, pero antes fuí vecino de Kimberly, ella me ha presentado a algunas personas pero no son de mi total agrado.

Antes de llegar al salón de clases pude ver a la misma chica con la que había chocado en la mañana.

Venía caminando con tanta tranquilidad en el pasillo. Para mí era imposible no intentar mirarla. Había algo en ella que me llamó la atención desde que la ví esta mañana caminando sola camino al instituto, se veía tan tranquila y...triste. 

La chica era bonita, era clara de ojos mieles, casi llegando a un exótico y atrayente amarillo; su cabello era castaño oscuro, rizado. Muy bonita a decir verdad. Tal parece que sintió que la estaba observando ya que por unos momentos fijó sus ojos en mí, le sonreí pero rápidamente apartó su mirada de la mía y se adentró al salón. La seguí, de igual modo tenía esa clase. Parecía que todos los alumnos ya se habían hubicado. El único asiento vacío era el que estaba al lado de ella.

-Hola otra vez. -Saludé mientras me sentaba a su lado- Mi nombre es Sebastian Jones. Es un placer.

-¿Por qué te sientas conmigo? -no había emoción alguna en su voz- No creo que quieras sentarte con el bicho raro.

Fruncí el sueño ante el cómo se llamaba así misma, <Hablaré seriamente con Kim> pensé al oirla.

-Yo no veo ningún "bicho raro" -ella inmediatamente me miró asombrada- Veo a una linda compañera de clases.

Pude ver como sus ojos se cristalisaban, señal de lágrimas que amenazaban por salir de sus ojos. Me asusté al verla así, iba a tomarle la mano, pero bruscamente la apartó de la mesa y se frotó ambos ojos, intentando así eliminar lo que ví en ellos.

-No hagas eso... -ella prácticamente me rogaba.

-Tranquila. -intenté calmarla poniendo mi mano sobre su hombro- Solo quiero ser tu amigo.

El profesor entró al salón e intenté poder volver a hablar con ella, pero la ví tomar sus cosas y caminar hacia la puerta. El profesor miró cansado a la chica.

-Señorita Kana, ¿a dónde cree que va? -<¿Kana? ¿De dónde era ese apellido?>-  Es el primer dia, no puede...

Váyase al carajo!- lo interrumpió y terminó saliendo del aula.

El profesor suspiró con resignación, parecía no ser la primera vez que lidiaba con ella. Comenzó a dar la clase ignorando el hecho de que faltaba una alumna, voltié a ver el lugar vació a mi derecha. La compañera que estaba justo al frente aprovechó que el profesor escribía en el pizarron y volteó a mirarme.

-Discúlpala, Althea no lleva bien el hacer amistades. -me sonrió tímidamente.

-Ya lo noté... -sin poder evitarlo suspiré- ¿Cómo te llamas?

-Soy Layla Byrne. -se notaba que la chica era tímada. Se sonrojaba al hablar.

-Un placer Layla, soy Sebastian, llamame Sebas. -creo que esa chica podría demostrarme todas las tonalidades en su rostro- Layla, ¿qué podrías contarme sobre Althea Kanas? -intenté no sonar tan interezado, pero creo que me dejé caer como carreta en bajada.

Ví a Layla dar un suspiro casi igual al que dió el profesor.

-Mucho...y a la vez, nada.

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