Yoongi estaba quieto, sentado sobre un pequeño sillón que su madre había colocado en el baño con la idea de que su hijo pudiera sentarse o apoyar cosas, y ahora, un año después, agradecía que la estructura estuviera ahí para contener su peso y su angustia.
Era viernes por la tarde, había salido de la universidad cansado de tener un nudo en la garganta que no lo dejaba tragar, decidiendo pasar por la farmacia y terminar con la tortura. Le costó unos minutos llegar a su casa y otros más encerrarse en el baño, pero una vez tuvo las dos rayitas a la vista, sintió que el nudo en el pecho se expandía. Una noche de diversión, que había terminado en una pelea con su lobo luego de dejar que un alfa poco conocido lo tocara de esa manera, que se había sentido mal todo un día porque el alfa no lo había complacido como esperaba, como le gustaba, como quería; con sus sentidos nublados por el alcohol, había terminado en esto: un cachorro de un alfa que no quería cerca.
Jung Hoseok no era el alfa que esperaba para su vida, en realidad no esperaba ningún alfa, pero si tenía que elegir uno, definitivamente no era él. Había algo que chocaba completamente con él, su olor no le terminaba de convencer y las veces que hablaron solo duro unos segundos antes de que ambos se separaran, ¿entonces cómo es que terminaron en una cama aquella noche? Quizá sea que Jungkook no lo había podido acompañar, dejándolo al cuidado de Jimin.
El omega suspiro al pensar en su mejor amigo, Jeon Jungkook, su alfa favorito de toda la tierra, ¿Cómo le diría que su pequeño, el que había visto crecer, su cachorro, como lo llamaba, tendría un bebé de un alfa que no lo cortejaba ni le había prometido bajarle la luna? Iba a decepcionarse, lo sabía, y eso hacía que el nudo en su garganta doliera, llamando a las lágrimas para que bajaran y se aliviará el dolor, pero se recordó que era Jungkook, quien siempre le permitía apoyarse en él para poder seguir y sabía que esta no sería la excepción. Era la persona que necesitaba en estos momentos, con sus abrazos de oso que lograron alejar la tristeza de su corazón y sus mimos exclusivos para él.
Yoongi necesitaba a Jungkook, sus palabras para tranquilizarlo y que pudiera ayudarlo a encaminarse hacia algún lado.
El omega supo al instante de mandar el mensaje que Jungkook del otro lado no era adivino y no podría saber a qué se refería con dos rayitas, pero su cabeza estaba tan afectada que su interior solo rogaba por la presencia del alfa. Yoongi quería que el alfa viniera y lo abrazara, que lo contuviera, pero Jungkook no sabía lo que pasaba y él no sabía cómo explicarse. Su relación era muy cercana desde que eran niños, haciendo que supieran cuando algo estaba pasando, pero el omega siempre había buscado al alfa por problemas pequeños, como tarea no hecha o alfas molestos, pero ahora era una vida.
No sabía qué le diría el mayor, no podía pensar en una solución tampoco, su lobo exigiendo proteger a su cría y creando un debate en su interior sobre qué hacer, hacia dónde ir. Sus mejillas comenzaron a llenarse de sus lágrimas, su aroma apartándose de tristeza y sus labios abultados y temblando. Estaba teniendo un momento de desahogo, de rendirse y dejarse vencer por las lágrimas. Se vencería, se permitiría llorar para después salir y hacerle frente al problema con todas sus fuerzas, pero primero dejaría salir toda la angustia y el miedo en un pequeño berrinche que Jungkook calmaría, como siempre hacía.
Sintió el teléfono vibrar en su mano ante la respuesta del alfa y secando sus ojos, se apuró a contestar.
Suspiro más tranquilo al saber que Jungkook vendría, aunque sabía que sería así. Podrían irse al departamento del alfa para poder hablar sin que su madre espiara, planeando primero decidir qué hacer con la situación antes de comunicarle a sus padres la noticia. Inconscientemente se llevó la mano al estómago, sabiendo que no había vuelta atrás y que debía hacerle frente a la situación. Había un futuro cachorro creciendo ahí, por el cual debía velar y aunque sea solo, criar y amar. Realmente no quería pensar en lo que vendría, siendo un poco chiquito al encogerse en su cama para esperar al alfa, en medio de lágrimas y pucheros, permitiéndose estar triste y acurrucado en su lugar seguro, esperando que alguien venga a mimarlo y consolarlo.
La ayuda llegó diez minutos después en forma de un morocho alto. Mantuvo su ceño fruncido al ver a su amigo acostado en la cama, vulnerable. Se sentía la tristeza por todo el lugar y eso lo preocupo, apresurandose a tomar el pequeño cuerpo del pálido como una pluma y ponerlo contra el suyo, recibiendo como respuesta al omega acurrucarse contra su pecho.
—¿Cachorro? —Pregunto Jungkook dudoso, abrazado a su espalda y acariciándola para consolarlo. Yoongi ronroneo feliz al estar en el cuello del alfa por fin, no contestando al llamado, solo estando ahí.
Su ángel guardián había llegado.
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Cayendo Por Tu Amor | MYG&JJK - Omegaverse
FanfictionYoongi está en un gran problema, uno que tiene patitas y está en desarrollo. ¿Había sido tonto al dejarse engañar por ese alfa? Si, ahora estaba a punto de colapsar. Pero ahí estaba Jungkook. Él haría lo que fuera por su amigo, hasta ser papá...