La primera semana de convivencia fue tranquila, enfrentándose a los primeros síntomas de Yoongi y acomodando su rutina para que ambos cumplan sus obligaciones. Yoongi se encargaría de cuidarse a sí mismo y de completar sus estudios, mientras Jungkook seguiría trabajando con Seokjin para que a ninguno le faltara nada hasta que pudieran trabajar de sus estudios, teniendo el total apoyo de sus padres. Todo iría bien.
Una de sus obligaciones la siguiente semana era visitar a la médica a cargo de monitorear el embarazo. La madre de Yoongi la había elegido entre muchas con el pretexto de darle lo mejor a su primer nieto y ninguno de los dos se pudo quejar, aunque a Yoongi le daba igual el obstetra mientras sea una buena clínica. Como era papa primerizo era común tener ciertos cuidados y miedos con respecto al parto.
—¿Estas nervioso? —Era la noche anterior a la consulta, estaban listos para ir a dormir y despertarse temprano para partir al hospital. Yoongi iba a cerrar sus ojitos y dormirse, pero Jungkook quería charlar. El alfa se metió a la cama atento a una respuesta.
—Estoy más ansioso que nervioso. —Se acerco más al cuerpo contrario, acurrucándose sobre el pecho de Jungkook. Ninguno de los dos entendía a profundidad que había una vida desarrollándose en el omega, todo se sentía tan irreal, pero cuando vieran la ecografía todo cobraría sentido.
Jungkook cambio de posición, quedando con su rostro sobre el vientre de Yoongi, acariciándolo con paciencia. En los ojos del omega aparecieron pequeños tintes azules, mostrando que su lobo interior se estaba manifestando, dejando que el alfa se acercara al cachorro con confianza. Yoongi le estaba mostrando su vientre con orgullo al mayor.
Con delicadeza, el alfa movió su nariz sobre el estómago, como si quisiera despertar al cachorro para jugar. Yoongi sonrió enternecido, no le molestaba el toque, todo lo contrario. El olor de Jungkook comenzó a inundar la habitación con el objetivo de dormir a ambos, consiguiéndolo cuando Yoongi empezó a dormitar sobre la almohada.
—Mañana vamos a conocerte. —Era extraño el pequeño lazo que sentía con aquel vientre. Millones de historias donde alfas rechazaban bebes de otros padres cruzaron por su mente, ¿Por qué era tan distinto? No quería averiguarlo por ahora, su objetivo era mimar al omega sobre cualquier otra cosa.
—Para eso sus papas deben dormir. —Yoongi se perdió la mirada ilusionada de Jungkook por tener los ojos cerrados, pero no importaba cuando el alfa lo rodeo con sus brazos bajo las sabanas. —A dormir, quiero dormir.
Manteniendo un ambiente cálido con sus cuerpos, ambos durmieron con la tranquilidad que estaban juntos y que pronto verían al cachorro en camino.
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La mañana siguiente, el primero en levantarse fue Yoongi debido a sus ansias. Aunque el olor de Jungkook lograba calmarlo, unos nervios injustificables se habían instalado en su pecho y no tenían planeado irse pronto. Se levanto con cuidado de no despertar a su acompañante y se dirigió a la cocina listo para saciar su hambre, en silencio.
Cuando el alfa abrió los ojos, Yoongi no se encontraba a su lado. Sabiendo que no estaría demasiado lejos, tomo una manta de una silla y camino hasta el primer lugar que se le ocurrió. La cocina estaba llena de vapor y humor de la cocina, rebelando que un pequeño omega efectivamente se encontraba cocinando. Jungkook sonrió y atrapo al menor con la manta, arropándolo frente a la fría mañana.
—Buen día, cachorro. —La voz de Jungkook estaba ronca, provocando que un escalofrió recorriera el cuerpo de Yoongi. Ahora que estaba envuelto por los brazos del alfa se sentía más tranquilo.
—Buen día. —Yoongi se giró entre sus brazos, encarándolo. El alfa le sonrió, meciéndolo suavemente mientras esperaban que el desayuno terminara de cocinarse. El omega pudo escuchar el corazón de Jungkook desde su posición, a un ritmo calmado.
No dijeron nada más y se acompañaron en silencio mientras comían, ninguno tenía clases ese día y podrían tomar el tiempo que quisieran del día. Habían acordado que luego de la consulta irían a la casa de los señores Min para mostrar la primera ecografía del cachorro, así que se tomarían toda la tarde para estar con ellos. Los padres de Jungkook, ya que se encontraban en Busan, se tenían que conformar con una foto y una video llamada.
Cuando llego la hora de partir a la clínica, se abrigaron y salieron listos para el frío de la ciudad. El vientre de Yoongi apenas se notaba, pero eso no era impedimento para taparlo bien con sus camperas y evitar que el frío golpee el lugar. Jungkook manejó en una charla tranquila, tratando de que su menor se relajará y pensara en algo más, pero cuando las puertas de la clínica estuvieron frente a ambos, los nervios volvieron.
—Cachorro, estás apretando fuerte mi mano. —Yoongi lo miro nervioso, sin soltarle la mano.
Estaban por entrar al consultorio de la beta que Sunhee había elegido. Era nuevo para ambos estar en la zona de maternidad, los aromas se mezclaban en el aire y causaban que el omega se sintiera mal, pero Jungkook, quien estaba atento a lo que Yoongi necesitará, trato de calmarlo con caricias.
—¿Min Yoongi? —Una hermosa beta mayor salió por la puerta número cinco, sonriendo a los presentes mientras buscaba a su paciente. Jungkook se paró de inmediato y ayudó a Yoongi a hacerlo.
—Nosotros. —El omega hablo, escondiéndose un poco en la espalda del alfa mientras caminaban bajo la mirada de todos. Dejo que Jungkook lo guiara, permitiéndose admirar los cuadros con bebés en desarrollo, ¿Cómo estaría su cachorro ahora mismo? Tenia solo una semana y media, ¿Era mucho? Sabia que los bebes crecían con rapidez y eso lo asombraba, en algún despiste tendría a su bebe en brazos.
—Bien, mi nombre es Kim Chanmi y estaré con ustedes en todo este proceso, ¿papas primerizos? —Ambos asintieron con una sonrisa. —Acá tengo los datos que dejaron en recepción y con esto es suficiente, así que no les voy a sacar mucho tiempo. En la primera vez siempre queremos ver al cachorro, los padres se ponen ansioso, así que les voy a evitar ese momento. —A Yoongi le pareció muy lindo de su parte. —Pueden pasar a la camilla, ya estoy con ustedes.
—Esta bien. —Yoongi le sonrió y se levantó del asiento, acompañado de cerca por Jungkook. La beta los guio para acomodarse en el lugar, indicándoles pequeñas cosas que debían hacer y datos de bebés que la pareja debía saber.
—Necesito que te relajes y en unos segundos...aparecerá su cachorro en pantalla. —Susurro mientras comenzaba a realizar su trabajo. Jungkook se removió nervioso, acercándose más a Yoongi pata ver juntos la pantalla, sosteniendo su mano en apoyo. —¿Listos?
—Si. —Exclamo sin duda el alfa. Jungkook se sentia eufórico, con una emoción inexplicable. Yoongi sonrió ante su emoción. Una imagen con puntos apareció en la pantalla, mostrando el vientre del omega. Yoongi de pronto se encontró llorando, viendo la pantalla media borrosa, pero igual llorando como si tuviera a su cachorro ahí con ellos. Jungkook también estaba tratando de ver, pero no entendía la imagen y eso le imposibilitaba emocionarse. —¿Esas son sus manos? —Yoongi también observó lo mismo, sonriendo con ternura a los puntitos de la imagen.
—De eso, son las cabezas señor. —La pareja la miro confundida, asustada. Chanmi sonrió, era su primer caso de este tipo y entendía la mirada confundida de los padres. Yoongi comenzó a angustiarse, no pudiendo entender que era lo que pasaba, ¿Algo estaba mal con su bebé?
—¿Por qué hay dos? —En el fondo, ambos lo entendían, pero no podía entrar en sus mentes como amigo así podría pasar. Todos sabían que los omegas podían tener camadas, pero era algo que muchos años atrás y ya nadie esperaba grandes crías en primeros embarazos.
—En realidad...Hay tres. Felicidades, están esperando una camada de tres cachorros. —Chanmi sonrió, emocionada, pero ambos padres se encontraban paralizados.
Eran tres...
Yoongi lloro más fuerte.
Jungkook solo pudo sonreír.
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Cayendo Por Tu Amor | MYG&JJK - Omegaverse
FanfictionYoongi está en un gran problema, uno que tiene patitas y está en desarrollo. ¿Había sido tonto al dejarse engañar por ese alfa? Si, ahora estaba a punto de colapsar. Pero ahí estaba Jungkook. Él haría lo que fuera por su amigo, hasta ser papá...