Dos: "un cachorrito en camino"

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—Cachorro, tenes que hablarme si querés que te ayude. —Jungkook volvió a insistir angustiado, sin dejar de sostenerlo contra su cuerpo. Habían pasado varios minutos y Yoongi no mostraba señal de querer hablar, desesperando a Jungkook. Se estaba comenzando a desesperar, había encontrados a uno de sus mayores tesoros llorando, pero no había rastro de lastimaduras en su cuerpo o signos de que alguien lo hubiese lastimado. —Yoon, necesito que me digas que está pasando.

No podía, las palabras no salían de su garganta y el miedo solo hacía que abrazara a Jungkook con más fuerza. Estaba en su lugar seguro y se estaba permitiendo ser vulnerable un ratito, siendo consolado como le gustaba, pero sabía que el alfa necesitaba saber que estaba pasando. A Yoongi no le gustaba cuando Jungkook estaba triste. Dejo de ocultar su rostro, mirando al alfa con sus ojos y mejillas rojas, mostrando su tristeza. Jungkook lo miro esperando, viéndolo con amor y comprensión, dándole la valentía de hablar.

—¿Me vas a decir que es lo que tiene mi cachorro y en qué puedo ayudarlo? —Jungkook acaricio su mejilla suavemente, arrullandolo inconscientemente. Yoongi se apoyó en la caricia y cerró sus ojos unos momentos, tomando el consuelo como suyo. —Habla conmigo, mi vida. —Susurro, manteniendo la calma que habían creado en su burbuja. Ningún ruido llegaba a la habitación, haciendo que solo se concentraran en ellos mismos.

—Es que...—Su voz salió gruesa y lastimosa. No pudo evitar que lagrimas se acumularan en sus pequeños ojos y que su boca comenzara a temblar entre sollozos. Jungkook hizo silencio y esperó paciente a que terminara su oración —...Lo que pasa es que tu cachorro...Va a tener un cachorrito. —Silencio. Yoongi sintió como las lágrimas caían como cascadas ante el silencio del contrario, pero quería seguir hablando. —Estoy embarazado, Jungkook. —Se quedó de piedra, sin correr la vista de los ojos tristes del omega. Yoongi dejó que su angustia saliera en forma de llanto, aferrándose de nuevo al pecho del alfa con fuerza, no queriendo soltarlo. —Perdón, perdón, perdón.

—Shhhh...Tranquilo. —No podía hablar, pero la necesidad de consolar al menor le podía más que cualquier pensamiento. Acarició la espalda de Yoongi de arriba a abajo mientras su hombro era empapado por sus lágrimas, siendo lo único que se escuchaba en el lugar. También quería llorar y gritar al escuchar a su amigo así, pero no sabía que decir, como si todas las palabras de aliento que le había dado todos estos años hubieran desaparecido.

Un bebé...Yoongi iba a tener un bebé.

—Sácame de aquí. —Pidió sin abandonar su escondite, queriendo salir de su casa antes de que sus padres llegaran. —No quiero estar acá, Jungkook...Por favor. —La voz necesitada de Yoongi lo hizo reaccionar, asintiendo rápidamente y tomándolo más fuerte entre sus brazos. Le había dicho que irían a su departamento e iba a cumplir su palabra.

—Bien, iremos, pero ya no llores. —No podía evitarlo, el silencio frío del alfa lo estaba lastimando. Jungkook siempre lo había consolado, ¿Por qué estaba siendo tan diferente? —Ve, agarra tus cosas.

Yoongi se paró de su lugar y con rapidez se encamino al baño para guardar la prueba de embarazo donde su madre no la encontraría, no quería dar explicaciones tan pronto. Jungkook espero sentado en la cama, sin sacar la vista del menor y su vientre, pensando en todo y a la vez en nada. Estaban a tres meses de graduarse, el mismo tiempo que el hijo de Yoongi tardaría en nacer, ¿en qué clase de paradoja había entrado? No lo sabía.

Perdido en sus pensamientos, se sorprendió cuando ya estaba en su departamento. Había conducido en silencio, ambos enfocados en sus propias cabezas como para prestarle atención a otra cosa. Dejó sus llaves donde siempre y se adentro en busca de Yoongi, quien había corrido a su lugar favorito del lugar: la habitación de Jungkook. Se encontró con el omega acostado del lado donde usualmente dormía y donde más se concentraba su olor. Sabía que Yoongi se tranquilizaba al sentirlo, así que solo caminó en silencio y se sentó a su lado, estirando la mano para acariciar su cabello y así llamar su atención. Yoongi levantó la vista de la almohada y lo miró en silencio.

—¿Estas cansado? —Preguntó en su susurro, dejando de lado sus pensamientos para enfocarse en el menor. La mirada del omega brillo ante la preocupación, asintiendo a la pregunta. —¿Te hiciste una sola prueba? —Volvió a asentir.

—No hacía falta otra, mi lobo lo sabe y yo también. Está ahí. —Ambos se quedaron en silencio, mirándose.

Obviamente que estaba ahí, podía sentirlo llenar de calidez su corazón. Su lobo ya estaba ilusionado con la presencia y el alfa lo podía ver a través de sus ojos. Jungkook se quedó unos segundos en silencio, tratando de buscar algo en el rostro del omega, no sabiendo que, solo buscando. Tenía millones de preguntas para hacer, para que lo oriente, pero era más importante dejarlo descansar.

—Duerme un poco, ¿Sí? Más tarde hablamos. —Jungkook dejó que descansara en su habitación mientras que él se iba a la sala a pensar. Yoongi cerró sus ojos más tranquilo de estar ahí donde sabía que el alfa lo protegería, donde sabía que era su lugar seguro de todos estos años.

Ambos sabían que todo estaría bien y solo debían creerlo.  

Cayendo Por Tu Amor | MYG&JJK - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora