Tres: "Juntos, como siempre"

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Dos horas fueron suficientes para que el omega recuperara las fuerzas, rodeado de su aroma favorito y el de alguna comida que seguramente Jungkook esté preparando. Sabía dónde estaba y que había pasado, siendo consciente de que una vez cruce el marco de la puerta sería sometido a un interrogatorio de parte de su mejor amigo. Yoongi lo sabía, Jungkook no se quedaría callado.

Eran las ocho de la noche cuando por fin decidió hacerles frente a sus actos, a pararse en el pasillo y caminar hacia la cocina, lugar donde el alfa estaba cocinando sumido en sus pensamientos, sin la música que normalmente se escucharía en la casa. Yoongi se sentía confiado al tener puesto un buzo del contrario y, por ende, su olor en él. Sabía que solo se sentarán a hablar, que Jungkook le preguntaría lo necesario, pero estaba nervioso y sensible.

Tenía un bebé dentro de un alfa que no quería, debían entenderlo.

—Koo...—Lo llamó para capturar su atención, mostrando una seguridad que no tenía. El alfa dejo de ver la carne que cocinaba para darse vuelta y sonreírle a su pequeño amigo. —¿Qué haces? —Estando más confiado, camino hasta tener su cabeza apoyada en su brazo y así ver qué es lo que preparaba.

—La mejor comida del mundo. —Dijo sonriendo. Jungkook apoyó su rostro contra su pelo y olió la mezcla de ambos olores y el shampoo de manzanilla que Yoongi solía usar cuando iba a su departamento. El menor se dejó consentir por las leves caricias que Jungkook dejaba en su cabeza y oreja, llegando hasta su mejilla cuando se la mostró. El alfa dejo un beso en su cabeza antes de separarse, haciendo que el omega formará un puchero. —Ve a la mesa, esto ya está.

Yoongi obedeció y dejó que el alfa le sirviera la comida. Ambos se sumieron en una silenciosa cena, como siempre que comían juntos. Jungkook amaba cuando Yoongi inundaba el departamento con su presencia, hacía que dejara de verse tan frío y sin vida, le aportaba calidez, entonces se aseguraba que el omega lo visitara seguido. Yoongi tenía su lado de la cama, su pequeño espacio en el ropero y sus cosas regadas por el lugar, así había sido desde que Jungkook se mudó solo y hasta antes, cuando estaba en la casa de sus padres.

No había ni un solo recuerdo feliz sin Yoongi, no existía.

—Entonces...Ahora mismo hay un cachorro en la misma habitación que nosotros. —Yoongi trago antes de contestar la afirmación de Jungkook, sonriendo divertido.

—En realidad, es un pequeño conjunto de células, así que no, no hay un cachorro en la habitación. —Eran Jungkook y Yoongi, no había nada que temer, por eso se permitió bromear un poco con el alfa, aunque la angustia seguía ahí. —Está ahí, no entre nosotros, pero si en mí. —Su tono se volvió bajo, dejando sus palitos de lado para prestarle atención solo a Jungkook. —¿Estás decepcionado?

Estaba aterrado por una respuesta afirmativa, podría lidiar con todo menos con el enojo de Jungkook.

—No. —Lo dijo seguro, mirándolo a los ojos y sin mentir. —Me tomó por sorpresa, cachorro. Tenías tantos planes, muchas veces me dijiste que lo veías muy futuro, que los alfas no eran importantes ahora, pero...Uno te acaba de embarazar. —Lo dijo suave, sin reproches, sólo como un comentario. Yoongi se quedó en silencio, sin decir nada. Jungkook tenía razón. —¿De quién es, Yoon? ¿Quién es el papá?

Era algo que le estaba carcomiendo la cabeza desde que se había enterado. Quería saberlo, quien había estado con su cachorro, quien...Jungkook debía saberlo. Yoongi sintió sus ojos aguarse, apretando su mano en pequeños puños llenos de dolor, y sin mirar al alfa dijo el nombre.

—Jung Hoseok... —No pudo mirar a Jungkook, pero luego de dos minutos de silencio volteo la vista. El alfa lo miraba sin expresión. Sintiendo las lágrimas salir de sus ojos, se levantó de su asiento y fue hasta el que estaba al lado del alfa, apoyándose en su cuerpo. Jungkook lo abrazo, colocándolo contra su pecho para dejar que llore en él.

Hoseok era un alfa conocido en su universidad, todos hablaban de él y lo divertido que era en las fiestas, pero en la opinión de Jungkook solo era un alfa despreocupado que trataba de comerse el mundo antes de que este lo comiera a él. No le caía mal, pero no era su persona favorita en el mundo.

—¿Cómo es que terminaron en eso? —No quería saber, pero le daba curiosidad el por qué había aceptado estar con ese alfa, pero el omega no le podía confesar sus razones, ¿Cómo le diría que en medio de sus delirios llenos de alcohol había pensado que Hoseok era él? Yoongi no podía, no ahora. —No quiero saber eso...Pero, ¿Por qué?

—No sé, solo paso. Estaba con Jimin y luego no, solo eso. —¿Se arrepentía? Quizá, había dejado que un alfa que no quería lo tocara, ambos en inconsciencia y con la ilusión de que era alguien más, pero aun así no había margen para lamentaciones. Estaba esperando un bebé, aunque el padre no fuera de su agrado, la cosa ya estaba en su interior. —Ni siquiera me gusto, alfa estúpido. —Jungkook no pudo evitar su risa.

—¿Ah no? —Exclamó con gracia, recibiendo un golpe de parte del menor. Yoongi volvió a ponerse serio.

—Voy a tener un cachorro, no puedo correr a ningún lado, no lo iba a hacer de todas maneras, pero me angustia pensar en mis padres y en lo que haré. No me voy a arrepentir de él, pero estoy asustado. —Jungkook lo sostuvo con más fuerza, acariciando sus brazos en signo de consuelo. —Fui irresponsable, pero tengo miedo.

—Debes decirle, Yoon, Hoseok se tiene que hacer cargo de ustedes. —Le ponía mal cuando Yoongi estaba mal, cuando algo no iba bien y el ambiente se tensaba. Con todo el pesar del mundo, ambos sabían que el alfa tenía razón, pero el omega no estaba dispuesto a ceder.

Tener un hijo en ese mundo significaba pertenecer a un alfa, se esperaba una marca entre ambos para que ese cachorro creciera con la seguridad de sus dos padres, pero Yoongi no iba a dejar que Hoseok fuera su alfa. La vida que llevaba el alfa pocos la cambiarían por bebés y llantos, ese era el miedo de Yoongi. Se quedaría solo, todos sabían cómo eran tratados los omegas embarazados y sin lazo, sin un alfa que los proteja. También se sabía de los riesgos que había cuando un alfa no formaba parte del embarazo. Todos sabían aquello, Yoongi, sus padres y Jungkook lo sabían.

Pero Yoongi no estaba solo.

—No, no voy a decirle. No quiero que sea mi alfa, no lo quiero cerca mío ni de mi bebe. No lo quiero así. —Odiaba decir dos palabras y sentir las lágrimas bajar por sus mejillas, pero no podía evitarlo. Estaba angustiado al punto de asustar a Jungkook, quien lo tomó del rostro y susurro que todo estaba bien, tratando de calmarlo. —Por favor, no permitas que se acerque. No quiero, Jungkook.

—Nadie va a obligarte. —Trato de tranquilizarlo, logrando que dejara de llorar. Lo subió a su regazo y dejo que se escondiera en su cuello. —Mientras yo esté contigo, nadie va a obligarte a algo que no quieras. Es tu vida, Yoon. Tú decides. —Yoongi se tranquilizó ante las palabras, confiando en que todo iba a estar bien. Todo estaba bien si Jungkook estaba a su lado. —Quédate a dormir, yo le aviso a tu mama.

Yoongi asintió y dejo un beso en su mejilla como agradecimiento, levantándose para ir a bañarse y volver a dormir, estaba cansado emocionalmente. Ninguno se había dado cuenta del tiempo mientras hablaban, así que la hora de dormir para luego comenzar un día nuevo había llegado. Jungkook se permitió descansar un momento en la silla, ordenando su cabeza.

Todo iba a cambiar y lo iban a enfrentar juntos, como siempre habían hecho.  



n/a: espero que les guste la historia, es el principio nada mas y tratare de escribir mas seguido. 

mua

Cayendo Por Tu Amor | MYG&JJK - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora