Dieciocho: "...Y en las super buenas"

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—¡Felicidades, egresados 2020! —Exclamaron todos a la vez alzando las copas, con un pequeño vaso de jugo infiltrado en entre ellos, perteneciente al omega embarazado.

—Adiós universidad. —Exclamó Jimin contento, quizá con dos copas de más, emocionado por dejar atrás su vida universitaria. Todos rieron y negaron, el omega no tenía caso. Estaban en una pequeña ronda brindando la graduación de los cuatro menores de la sala, con sus familias alrededor y la música de festejo de fondo. La señora Min junto a la señora Jeon se habían encargado de armar una pequeña fiesta para sus hijos y su pareja amiga, invitando a la señora Park que gustosamente colaboró con comida.

Habían recibido sus diplomas dos horas atrás, Jungkook había ayudado a Yoongi en su caminar hasta el estrado, conmovieron a toda la audiencia. Con una sonrisa en el rostro y millones de felicitaciones, volvieron a la casa de los Min para festejar el logro y así el omega descansaba en la tranquilidad del living. Los besos de Jungkook no faltaron, besando el rostro del omega frente a todos mientras le hacía entrega del ramo que había comprado especialmente para él, susurrándole lo orgulloso que estaba de él y que se merecía todo lo bueno. Yoongi no se quedó atrás, abrazándolo y molestando cuando su diploma de informático estuvo en sus manos.

—Felicidades, informático Jeon. —Había susurrado antes de besarlo con ganas, con amor, estando realmente orgulloso de él.

Se habían acompañado en todo el proceso, estudiando juntos, pasando noches sin dormir para ayudarse, comer y desayunar juntos a las apuradas, y las pequeñas salidas luego de los infernales parciales. Si, el proceso había sido largo, pero ahí estuvieron para el otro en los momentos malos y en los buenos. Habían logrado graduarse juntos de la secundaria, entrar juntos a la universidad que ambos querían junto a Jimin, comenzar a pasar noches y días enteros en la casa del otro, acompañándose y cuidándose, se habían asustado ante la llegada de pequeños cachorros a su vida, habían decidido estar juntos, se habían enamorado más de lo que ya estaban y se habían enlazado por toda la vida. Era loco pensarlo, pero dando un repaso hacia el pasado, ninguno se arrepentía de los hechos, porque de alguna manera las cosas iban a terminar así.

Podríamos llamarlo destino, la diosa luna o el simple hecho de amarse con locura años y solo dar pasos.

—¿Qué está pensando mi cachorro? —Jungkook pasó sus brazos por la cintura del omega y se apoyó en su espalda, clavando la vista a donde sea que Yoongi estaba mirando. Estaban en el patio de la casa, lejos de los adultos y Jimin con su novio que solo estaban gritando y festejando. El menor quiso escapar un poquito del lugar para que su dolor de cabeza no se agrave, además de que quería estar solo un momento, con sus cachorritos en la panza, pero el alfa interrumpió la intención. Yoongi no se molestó ante esto, al contrario, se apoyó sobre el pecho del mayor. —¿Momento reflexivo?

—Momento de que me estoy durmiendo y quiero ir a casa. —Murmuró, dejando de ver el cielo naranja para cerrar sus ojos y tratar de dormir sobre el mayor, rodeado de su olor. Sintió pequeños besos sobre la marca en su cuello y ronroneo contento. —Quiero ir a acurrucarme contigo, en nuestro nido.

—Ya nos vamos, cachorro, pero tu mama y la mía están demasiado contentas con nuestra graduación y quieren tirar la casa por la ventana. —Ambos rieron. Se podían escuchar las voces de los adultos gritando con la música, como si la fiesta fuera para ellos, pero los menores no le podían decir nada a sus padres, en algún momento debían divertirse y les iban a conceder el suyo para que lo hagan.  —Están muy contentos en líneas generales, creo que todos queremos que estos bebés lleguen ya.

—Creo que yo soy el más ansioso, mis pies duelen, mi espalda más y me sentí mal todo el día, esto ya no me gusta. —Se quejó con su alfa, recibiendo mimos en su vientre que, en vez de calmar la situación, provocó que los cachorros se emocionaran ante la presencia de su padre y le provocarán dolores a su padre. —¡Jungkook, deja de hacer eso!

—Perdón, perdón, te amo. No lo hice queriendo, perdón. —Susurro volviendo a besar la marca, para calmar a los cuatro y así volvieron a tranquilizarse. Últimamente lo hacía más seguido de lo que había pensado, pero haría todo lo posible para que tanto sus cachorros como su omega se encontraran bien. Su instinto de protección se agudizaba más al pasar los días y acercarse el nacimiento de los tres cachorros, ya estaba ahí gracias a Yoongi, queriéndolo proteger casi por instinto toda su vida, pero ahora debía hacerlo con tres personitas que dependían de ellos y quería hacerlo bien. —¿Está mejor? —Susurro al silencio del menor. Yoongi tenía los ojos cerrados, tratando de conectarse con su lobo y así calmar su malestar.

—Si, se quedaron quietos, pero de verdad quiero irme a casa. —Formó un puchero, usando la carta que hacía al alfa ceder y así obtener lo que quería. Jungkook suspiro y asintió, había sido su culpa que los cachorros se movieran y lo único que podía hacer era consentir a la omega un poco más de lo que ya hacía.

—Vamos a avisarle a nuestros padres y nos vamos, es rápido, te lo prometo. —Volvió a dejar otro beso en el cuello y con una suave caricia se separó de su cuerpo para dirigirse a la puerta y avisarles a los mayores que Yoongi no se sentía bien y debían ir a casa. Quizá su madre se moleste, pero una vez su padre le explique que la salud del menor es más importante que una fiesta, se calmaría.

—J-Jungkook...—La voz de Yoongi lo detuvo en su camino hacia la puerta. Sonrió porque sabía que iba a recibir alguna palabra del menor y se giró contento, más su sonrisa cayó al encontrar a su pequeño novio doblado a la mitad, con lágrimas en sus ojitos y mirándolo asustado. Jungkook sintió su alma abandonar su cuerpo y su lobo ponerse alerta, lo supo por la marca: algo le pasaba a Yoongi.  —Creo que debemos ir al hospital, ya.

Cayendo Por Tu Amor | MYG&JJK - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora