—Jungkook, son chiquitos como para bajarse solos, están bien donde están. —El omega pasó una mano por la espalda del alfa, tratando de desviar su atención de los cachorros para que se centre en él y Jungkook lo hizo a regañadientes. Yoongi se había asegurado de colocar a sus hijos en medio del nido, rodeados de almohadones y prendas de sus padres para que no lloren al tenerlos lejos, debían comer algo si querían seguir cuidando a los menores.
La llegada de los bebés había sido una explosión de nerviosismo, tanto así que Jungkook tuvo que pedirle a toda la familia que vayan en otro auto para no alterar al menor, que estaba lo suficiente asustado como para que los demás lo pusieran peor. De camino al hospital, Yoongi lloró de miedo en el hombro de su alfa, rogando que todo estuviera bien con sus cachorros y que no vinieran antes de tiempo, pero la diosa luna no lo escucho. Jungkook lo sostuvo y le susurro que todo estaba bien, que ellos estaban bien y que no había nada que temer, estuvo cuando la médica les comento que debían hacer la cesárea ese mismo día porque sus cachorros habían decidido nacer, que estaban listos para hacerlo, aunque fueran parte de lo que se consideraba prematuros.
Yoongi lloró en el cuello de su alfa mientras sacaban a sus bebés, rogando que todo estuviera bien y pudieran irse a casa todos juntos. Lloró más al sentir solo dos llantos, pero cuando le mostraron a Haneul, la pequeña cachorrita, viendo todo con sus ojos y boquita abierta, su lobo se tranquilizó viendo a los tres en perfecto estado. Las primeras horas, mientras se recuperaba de la herida, ambos padres se dedicaron a observar a los pequeños cuerpitos en sus cunitas de hospital, como actuaba cada uno con los olores de sus padres, siendo Junghon el primero en querer pegarse a sus padres y permanecer ahí. Minsua era una mezcla de sus hermanos, llorando un poco cuando sentía a sus padres alejarse, pero aun así mirando todo con intención antes de que el sueño la venciera.
Estuvieron tres días esperando que Yoongi terminara de sanar y se hicieran todos los controles necesarios para asegurar el bienestar de los tres. En ese tiempo, Jungkook y Yoongi aprendieron muchas cosas de ser padres, llevándose llantos y frustraciones de ambos, pero cuando se detenían en la noche para verlos dormir, todo volvía a valer la pena. El vínculo de ambos se había fortalecido por la presencia de sus hijos, trabajando en equipo y sabiendo cómo manejar las situaciones, como por ejemplo la hora de comer, que se hacía de la habitación un show de llanto.
—Sus cuerdas vocales son fuertes. —le susurró Jungkook a Yoongi una vez que se habían dormido las pequeñas bestias y por fin pudo descansar un poco. El omega río, abrazando a su alfa en busca de cariño y mimos. —Me hacen acordar a una persona, que cuando era chiquito lloraba si no le daban lo que quería. —Siguió susurrando, sumándole una pequeña risa entrecortada cuando un golpe inofensivo fue hacia su pecho. Su omega frunció el ceño.
—Silencio, alfa tonto.
Luego de eso, durmieron abrazados sobre la cama, disfrutando el silencio que sus pequeños le otorgaban al sentir a sus padres felices y relajados, haciendo que ellos también lo estén. El lazo estaba ahí, haciendo maravillas cuando trataban de tranquilizarlos, más Jungkook, que los había bañado con su olor a los cuatro, dejando salir su instinto de protección y propiedad. Eran sus hijos y no quería que nadie les hiciera daño. Lo mismo sentía Yoongi, frotándose contra sus hijos uno a uno, pasando un tiempo con cada cachorrito para hacerles saber que su papá estaba ahí, cuidándolos.
Cuando llegaron a la casa, sus olores se habían dispersado un poco y los nuevos de los cachorritos todavía no estaban ahí, así que lo primero que hicieron fue acomodar a sus hijos en el nido, acostándose con ellos con cuidado de no aplastarlos y llenar el lugar con olores nuevos. Ahora no eran solo dos en la cama, eran cinco y Yoongi no podía estar más encantado con la idea, viendo al alfa jugar y acariciar a sus hijos, besándolos y hablándoles como cuando estaban en la panza.
El corazón de Yoongi no podía aguantar tanto amor.
Aunque era difícil cuando lloraban a la vez, cuando Jungkook debía ir a comprar y tardaba demasiado, a veces las cosas se hacían demasiado, pero cuando estaba a punto de llorar, los pequeños miraban a su padre y trataban de calmarse solo por él, sobre todo Haneul. Jungkook era otra cosa, los bebés se volvían locos pidiendo que su padre los cargue, agitando sus piernas y manos hacia el alfa, haciendo que Yoongi ruede los ojos y se lleve a Haneul con él en venganza. Jungkook luego lo buscaba, lo besaba y le decía cuanto lo amaba para poder aflojarlo, para poder mimarlo como le gustaba.
De regreso al presente, ya era de noche y habían pasado cinco días desde que los cachorros habían nacido, seguían pequeñitos, pero poco a poco estaban más activos, reduciendo sus horas de sueño para pasar más tiempo con sus papas. Jungkook estaba arrodillado frente al nido, con yoongi a sus espaldas, iban a dejarlos solos para comer tranquilos y quizá algunos mimos por petición del omega, pero quería asegurarse que cuando volvieran estarían bien, aunque Yoongi se haya asegurado de eso. No era que desconfiaba, sino que su lobo le pedía estar al lado de los cachorros.
—Jungkookie...—Paso sus brazos por su espalda hasta engancharse en su pecho, acariciándolo para llamar su atención. Yoongi sonrió seguro. —Ellos estarán bien. —Jungkook suspiro y se enderezo, girándose a al menor para tomar sus caderas con sus manos y acercarlo. Apoyó su cabeza en el hombro de Yoongi y olió su cuello, tranquilizando su cuello.
—Lo sé, es solo mi tonto lobo. —Susurro. Yoongi lo entendía, quería estar siempre con los bebés, pero debían hacer cosas, como buscar trabajo y otras cosas. Jungkook acaricio su cadera, adentrando una mano a la remera del contrario, acariciando el vientre ya plano, sin nadie dentro. —Voy a extrañar esto.
—Yo también, a veces me asusto, pero después recuerdo que están aquí, con nosotros. —Le regalo una sonrisa feliz al alfa, pero solo recibió un puchero a cambio.
—Voy a poner otro aquí. —Dijo, mirando fijo el estómago del menor, haciendo que Yoongi lo mirara sorprendido, para negar inmediatamente. —Extraño tu pancita, déjame poner otra ahí.
—No señorito, es un no por un largo tiempo. —Ya había tres pequeños ahí, no necesitaban más o ahí si colapsaría todo. Jungkook agravó su puchero, tratando de comprar al omega con una falsa tristeza. —Podría ser cuando ellos dependan de sí mismos, hasta ese momento olvídalo Jeon Jungkook.
—Pero...—Quiso seguir molestando al menor, pero un beso en sus labios lo detuvo.
—Te daré uno, ¿sí? Pero no ahora. —Yoongi se mostró hasta comprensivo, haciendo que el corazón del alfa se volviera chiquito. Alzó al menor e hizo que envuelva sus piernas en su cadera, tomo sus labios entre los suyos, besándolo con ganas aprovechando que sus hijos dormían. Se separó ante la falta de aire, lo tomó de las mejillas e hizo que lo mirara a los ojos.
—Me acabas de dar tres hermosos hijos, no quiero más, era una pequeña broma. Min Yoongi, me haces el hombre más feliz del mundo y con nuestros tres hijos es suficiente para mí lo que resta de mi vida. —Susurro con tono serio, pero amoroso. Yoongi se sintió explotar de amor, volviendo a besarlo, para después separarse y abrazarse a su cuerpo. —caí por ti, mi amor, profundamente.
Tenía un alfa entre sus brazos, besándolo. Tenía tres ángeles durmiendo tranquilamente en el nido, haciendo pequeños sonidos entre sueños, pero sin moverse de sus lugares. Tenía padres que lo amaron siempre y que le habían dado lo mejor. Si hace tres meses le hubieran preguntado que sentía, hubiera dicho que tenía miedo de perderlo todo. Quizá ahora también tenía miedo de perder cosas, pero la seguridad y felicidad que estaba sintiendo no se comparaba con nada.
Había caído en la trampa del amor y la familia sin querer, dejándose llevar por algo que nunca tuvo claro, pero no se arrepentía. Amaba a Jungkook y amaba a sus hijos, y lo seguiría haciendo en todas sus vidas. Destino de la diosa luna o solo casualidad de la vida, pero ahí se encontraba, sonriendo mientras dejaba que Jungkook lo llevara a donde quisiera, como había hecho desde niño.
Fin.
Se terminó después de tan larga espera 🥺 espero que haya cumplido el objetivo de una historia corta y bonita.
Gracias por la espera y el apoyo 🤍 esto es para ustedes, disfrútenlo.Muchas gracias.
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Cayendo Por Tu Amor | MYG&JJK - Omegaverse
FanfictionYoongi está en un gran problema, uno que tiene patitas y está en desarrollo. ¿Había sido tonto al dejarse engañar por ese alfa? Si, ahora estaba a punto de colapsar. Pero ahí estaba Jungkook. Él haría lo que fuera por su amigo, hasta ser papá...