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¡Bip, bip, bip!

Bien, empezamos otro día con el irritable sonido de la alarma.

Hago la misma rutina que ayer para prepararme.

Desayuno sola ya que mi padre sigue durmiendo y salgo de casa viendo a Grace, Jace y James esperándome.

     —¡Holaaa! —les digo sonriente

     —Pero bueno, ¿y esa cara de felicidad? —me pregunta Jace encarnando una ceja.

     —Deja a la pobre muchacha —le contesta Grace

     —Mierda la mochila —recuerdo.

     —Joder Vicky, Grace y yo tenemos un test importante, y eso que solo llevamos una semana de clases. —dice James con una mueca en su rostro.

     —Ir yendo vosotros, yo la espero —se ofrece Jace.

     Le agradezco con la mirada y entro corriendo a casa.

     —Ya estoy, gracias por esperarme —le digo a Jace mientras cierro con llave.

     —La próxima vez acuérdate Hudson.

     —Que si Cooper, venga vámonos ya.

El camino se basa en risas y bromas, más por parte de Jace que mías.

...

Estamos en la cafetería sentados en la mesa habitual, a mi izquierda se encuentra Jace y a mi derecha Grace, estar en medio de estos hermanos no sé si es buena idea.

Estoy hablando tranquilamente con Grace y James cuando de repente noto un brazo pasar sobre mis hombros, miro hacia la izquierda y me encuentro con un Jace sonriente mientras sigue hablando con los demás.

     ¿Soy yo o de repente hace calor?

     ¿Qué?

Grace me da un codazo cuando ve a Nora levantarse de su mesa para dirigirse hacia la nuestra.

Noto un pequeño apretón en el hombro y como Jace se tensa un poco. Todo muy extraño.

     —Hola Jace —dice con su voz chillona mientras le dedica una de sus sonrisas facilonas.

Jace le saluda con un movimiento de cabeza y vuelve a la conversación que estaba teniendo con Logan.

Observo como Nora me lanza una mirada amenazante mientras que yo le dedico una de mis sonrisas, mientras que su amiga se come a James con los ojos, lo que explica porque Grace tiene los puños tan apretados.

     —Ejem —miro a Grace y se sonroja.

Después de ese encuentro tan incómodo y de varias risas, les propongo venir a mi casa por la tarde a echar un partido de basket, ya que hoy al ser viernes no tenemos entrenamiento, a lo que todos asienten.

     —Hoy hay fiesta en casa de Noah, si queréis podemos ir después del partido —comenta Logan.

     —Siii, necesito fiestaaa —dice Kayla.

...

Al llegar a casa, me encuentro que no está mi padre, aunque no le doy mucha importancia ya que siempre le están cambiando de turno. Abro la nevera para coger algo de comer y veo que me ha dejado preparado un tupper de macarrones, lo amo.

Cuando estoy a punto de acabar, llaman al timbre de casa.

¿Tan pronto han llegado?

Abro la puerta y me llevo una gran sorpresa.

     —¡Tía Mary! —grito mientras me lanzo a abrazarla.

     —¡Mi pequeña! —grita ella también.

Ella es mi tía Mary, es decir, hermana de mi padre. Es con la única persona de la familia que me llevo tan bien, a excepción de mis padres. Hace varios años que se quedó viuda, justo cuando estaba embarazada. Tiene una hija de 4 años que se llama Valentina, aunque siempre la llamamos Val.

     —¡Tataaaaa! —escucho mientras veo correr a Val hacia mi.

     —Hola pequeñaja —le digo mientras le abrazo.

     —¿A qué fin estáis aquí? —pregunto extrañada.

     —¿No te lo ha dicho tu padre? —me pregunta.

     Niego.

     —Ay Matthew... se ha tenido que ir a Londres por una semana ya que le ha surgido una urgencia en una clínica y me mandó a cuidarte —me responde.

     —Aaah, vale, aunque dentro de poco cumplo los 18 ya puedo cuidarme solita, pero no voy a negarme de teneros aquí —le digo y me sonríe. —Estaba acabando de comer, después van a venir unos amigos a jugar a basket.

     —Vale, acaba tranquila voy a subir las maletas. Val puedes ir un rato al sofá con la tele —nos informa.

     Juego un rato con mi prima, hasta que suena el timbre.

     —Bienvenidos chicos —les hago pasar.

     —Tía Mary, ellos son Grace, Kayla, Mia, Emma, Logan, Tyler, Carson, James y Jace. Chicos, ella es mi tía Mary y mi prima Val —les presento.

     —Un gusto chicos, ahora si me permiten voy a ponerme al día con mi serie —dice mi tía y nos reímos.

     Les guio hasta el patio donde hay una pequeña cancha de basket y me voy a cambiar.

     —Lista —les informo cuando llego hacia ellos.

     —¿Chicos contra chicas? —propone James.

     Todos asentimos y empezamos el partido.

Después de quince minutos de partido, hago un mal movimiento y me tuerzo el tobillo.

     —Mierda —susurro mientras me siento en el suelo.

     —¡Vicky! ¿estás bien? —me pregunta Grace preocupada.

     —No muy bien, me duele mucho el tobillo, creo que me lo he doblado —le respondo.

Me ayudan a levantarme y a entrar para sentarme en el sofá, donde se encuentra mi prima durmiendo.

Aparece mi tía bajando las escaleras y viene hacia mi preocupada.

     —¡Cariño! ¡¿Estás bien?! ¿Te pasa algo? ¿Te duele algo? —me pregunta.

     —Tranquila, no pasa nada, me he doblado un poco el tobillo, ahora íbamos a ir a urgencias —le informo.

Al instante suena su teléfono y en un suspiro lo coge.

     —Vicky, lo siento muchísimo, tengo que ir corriendo al trabajo, pero no quiero dejarte aquí con el tobillo así —se disculpa.

     —Tranquila Mary, nosotros le acompañamos a urgencias —dice Mia.

     —¿De verdad? Gracias a todos, ve informándome por favor, tener cuidado, te quiero —nos despedimos y se va.

Le envío un mensaje a mi padre, y ponemos rumbo al médico.

Gracias al baloncestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora