》• Elizabeth White •《
Nos mudamos a Los Ángeles por razones laborales de mi padre. Yo estaba muy contenta, esta es una ciudad hermosa, con muchas oportunidades y personas por conocer, es como si hiciera de nuevo mi vida.En mi primer dia me fue bien. Mientras me presentaba algunos alumnos hicieron comentarios sobre mi apariencia física y otros preguntaban donde era mi antiguo hogar, no me molestaba, no le veía problema alguno, yo solo quería entablar alguna amistad con mis compañeros.
Pero hubo un chico que llamó mi atención por su manera de actuar tan fría y sin ningún cuidado. Se había presentado ante la clase como si fuera cosa de menor importancia. Su nombre era Jack Williams, era tan diferente a los demás, serio y sin ningún rastro de felicidad en su rostro, actuaba como si nada le importara, en lo poco que pude ver de él.
Tenia un físico atractivo y su comportamiento me intrigaba, entró en mi la curiosidad de saber por qué se comportaba así, pero no tenía a quien preguntarle, o tal vez podría yo misma preguntárselo a él.
~Hola, oye quería saber, ¿por qué actúas así tan serio?~
<Si claro, deja de ser estupida, Elizabeth, no puedes preguntarle de la nada por su comportamiento cuando ni siquiera lo conoces.> me regañé a mi misma.
Sacudí mi cabeza y dejé esos pensamientos tontos a un lado. Me dirigí a la sala donde estaba mi padre y le ayudé a desempacar las cosas que faltaran.
Entre las cosas que estaba desempacando encontré una foto mía de cuando tenía aproximadamente 9 años. Era Halloween y estaba disfrazada de una especia de ¿mariquita? Tenia la cara pintada de rojo con algunos puntos negros, un tutú rojo, una blusa básica negra y alas de hada. Ay por Dios.
—Dime que no me llevaste a recoger dulces así —le reclamé a mi padre mostrándole la foto.
Él rió un poco
—Claro que sí, ¿como no iba a hacerlo?
—Papá, parecía un zombie con sangre en la cara y ni hablar del peinado, es como si hubiera pasado un huracán por ahí.
—Pues a ti en ese entonces te parecía que eras la mariquita más hermosa —canturreó con un tono algo borde—. Deja de preocuparte por eso, mejor cuéntame como te fue en el instituto.
Era una charla estupida, pero divertida.
Lo miré entrecerrando los ojos como muestra de desaprobación y le respondí:
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Náufrago |✔
Romance[ TERMINADA Y EDITANDO ] Él, un naufrago dentro de sí mismo, perdido, sin rumbo alguno, completamente jodido, sin una salida o algo que le de una razón o sentido para vivir. Ella, su faro de luz, su razón para vivir, su luz al final del túnel. Pero...