Capitulo 1

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¡- Maldición mamá!! Puedes parar de trabajar un poco? - Respondí tirando mi mochila al suelo y buscándole un poco de agua a mi madre que empieza a toser

- Valeria, hija he sido lavandera por más de 10 años. Y sabes que así es que las he podido sacar adelante a ti y a tu hermana.

- Respiro hondo y miro al techo, luego a ella - Lo sé, pero también te he dicho que cuando llegue de la Universidad puedo hacer tu trabajo...

¡- Por Dios!!! ¡No quiero que nada interrumpa tus estudios, eso lo sabes no me discutas!!!

¡- Camino de un lado a otro negando - Creo que no es buena idea que estudie, que te tengas que matar día tras día lavando, haciendo limpiezas a todas las casas del barrio solo para que yo pueda ir a una Universidad costosa!!!!! Demonios mama eres más importante que cualquier cosa suspire frustrada ...

¡- No vuelvas a reclamar!! Me oyes!! - Dice levantándose de su asiento, no quiero que mi hija sea una bruta que solo puede trabajar haciendo oficios porque no sabe otra cosa, una bruta que salió embarazada dos veces de hombres que solo hablaban bonito. Gritó casi llorando.

¡- Mami!! ¡¿Por qué lloras?  Vali llegaste!! Que me trajiste grite mi hermana Nathalie de 6 años interrumpiendo.

- Voy a conseguir un empleo madre, voy a estudiar y tú dejarás de trabajar tanto dije en un suspiro.

Ella sonrió y me miro no muy convencida, pues ella entendía que si trabajaba podía descuidar mis estudios y por ende podía perder mi beca, en una de las más importantes universidades de Miami.

¿- Hija estás segura? Respondió tosiendo. Otra vez esa maldita tos que no la dejaba, pero esta vez fue distinto mire sus manos

¿- Mamá eso es sangre?? ¡Hay que llevarte a un hospital!! Dije alarmada

- No es nada, me ha pasado luego se va. ¿Además no tenemos dinero como vamos a pagar algo así??

-Mami va a morir grito mi hermanita asustada y llorando. ¿Dime vali??

- Suspire pesadamente pasando mis manos por mis cabellos, la desesperación de tener a las dos personas más importantes de mi vida tan vulnerables, y yo sin tener como resolver sin tener dinero.

En ese momento recordé a Ramona una prostituta de unos 40 que trabajaba en el bar que está a dos calles de donde vivo está de más decir que donde vivo no es un lugar muy seguro.

¿- Nati cuida a Mami en lo que llegó bien? ¿Ella me mira con sus mejillas húmedas y pregunta:? ¿Mami morirá?

- No pequeña respondo tomando mi chaqueta saliendo de mi casa

¡Mi madre me mira desde su silla recuperando el habla después de tanto toser, Donde vas????!! ¡Estas no son horas de salir señorita! Responde con sus últimas fuerzas

¡La miro antes de salir de la puerta - Madre voy a buscar con que llevarte al hospital! Respondí calmada

Ella me miro no muy segura - Solo no hagas nada malo, esto no es nada estoy bien respondió volviendo a toser.

No dije nada salí cerrando la puerta. ...

Al entrar al Bar de las conejitas en busca de Ramona, pude ver toda la perversión que había, mujeres en ropa interior sobre hombres asquerosos y borrachos, mujeres también solicitando los servicios de estas chicas, cigarrillo alcohol y en el fondo de la barra estaba Ramona con su piel morena y sus rizos que le llegaban a su voluminoso trasero, llevaba un vestido de brillo y un labial rojo, tomaba whisky y le sonreía a todos y ahí estaba yo con mi Jean gastado de tanto que los he usado y mi chaqueta que gracias a los cuidados de mi madre aún vive ...
Estar aquí ya no me está pareciendo una gran idea, pero antes de que pudiera escapar Ramona se acercó a mi tomo mi mano y me llevo a su oficina que estaba en un lugar del bar.

- Porque me arrastras hasta aquí respondo un poco sorprendida ella me mira y se sienta tras su escritorio

- Mi muñequita intelectual en mi bar ... Quiere decir una cosa ...

¿- Y eso es?? Respondo dudosa

-Dinero y ya sabes que hacer si lo quieres. Responde caminando hacía a mí.

No me siento orgullosa, pero en un momento de desesperación, donde mi madre no tenía trabajo que hacer y no había que comer me la encontré caminando por el barrio me vio desorientada y me dijo que me daría todo lo que necesito solo si le hago unos favores ... Sin pensarlo accedí, hacerle los trabajos de otros en la Universidad me dejaba algo de dinero, pero no lo suficiente para pagar renta y otras cosas.

- Verás mi madre está enferma ... Empecé hablar torpemente y ella me frenó con un dedo en mis labios

¿- No hace falta, cuantos necesitas?

- No sé, aún no sé cuánto me vayan a cobrar mañana en el hospital respondí con mis manos algo temblorosas mirando al suelo.

- Como me encantas, respondió ella acariciando mi cabello y quitándome la chaqueta dejándome únicamente con mi camiseta que antes era negra y ahora gris.

- Ella me miro de la cabeza a los pies y sentía como me desnuda con la mirada era algo asqueroso, dar tu cuerpo por dinero, pero pensar en mi madre, eso lo valía era la segunda vez que estaba frente a ella

- Te daré dos Mil! Dólares, responde abriendo una caja de su escritorio y sacando el dinero.

-Abrí mis ojos como platos y ella los metió en mi bolsillo y me susurró si te hace falta más Dime,

- Gracias respondí, levantándome de aquella silla

¿- Donde crees que vas?? Te toca darme lo que me gusta responde quitándose el vestido y quedando en bragas no tenía sostén y para su edad era demasiado deseable, trague seco y cerré la puerta ...

¡Gracias por leer mi novela!!

Amiga de CompañíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora