¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❋
Now as the summer fades, I let you slip away You say I'm not your type, but I can make you sway It makes you burn to learn, you're not the only one I'd let you be if you put down your blazing gun...
❋
Revisó su móvil por décima vez en los últimos cinco minutos. No esperaba una respuesta rápida, sabía que Steve tenia ocupaciones y debía estar en ello; Pero ¿tres días?. Se regaño por darle demasiada importancia... era sólo sexo, no tenía que ser amable con ella, porque ya había conseguido lo que quería.
Maldijo y siguió revisando entre las fuentes que había reunido, adentrándose de lleno en su nuevo artículo que para el medio día estaba terminado. Antes de terminar la última revisión, un par de golpes sonaron contra la puerta. Luego de pedir al recién llegado que pasara, Hill entró con buen ánimo y una sonrisa demasiado amplia.
—Parece que alguien tuvo una buena noche— Le provocó la pelirroja.
—Los niños se quedaron con mis suegros.
—Eso lo explica todo— Natasha levantó sus cejas con picardía.
—Amo a mis hijos, con todo mi corazón... pero vivir teniendo sexo con miedo a que uno de ellos aparezca y quede traumatizado de por vida al ver que a su mamá le gusta que le... bueno, lo que quiero decir es que pasé la mejor noche en meses— Suspiró María— Sam y yo acordamos contratar a una niñera un día del fin de semana para tener tiempo de pareja.
—Suena genial— Sonrió Natasha— Los niños podrían quedarse alguna noche conmigo, no me molestaría tener ruido en casa.
La expresión de Hill cambió a una de preocupación.
—¿Qué pasó el domingo?— Preguntó con cautela— ¿Quieres hablar?
Habían pasado días y Natasha aun sentía la sensación de culpa en la boca del estomago.
—Me tomé una botella entera de Pinot.
—Oh cielos...—María se sentó para escuchar mejor el relato, eso no podía ser el preludio a algo bueno.
—Dijo que despidió a la mujer con la que se acostaba y ahora tiene un asistente. Pero estaba tan pasada de copas, que peleamos y terminamos en la cama— Se detuvo, pero continuó con rapidez al ver la boca de Hill abrirse de sorpresa— ¡Pero realmente no hicimos nada! estábamos... uhm, "empezando" y creo que lo llamé Steve.
La cara de María pasó por diferentes cambios, hasta que soltó una carcajada que seguro resonó por toda la planta. Natasha escondió el rostro entre sus manos, tallándolo con frustración.