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There's a million reasons why I should give you up...
But the heart wants what it wants.
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Steve subía las escaleras al pie de su edificio, girando las llaves de su coche en sus manos y silbando una melodía que se le había pegado de la radio. A penas eran las 12 y el día pintaba para ser tranquilo... de camino a casa le había llegado la inspiración, así que lo más probable era que pasara la tarde pintando la imagen que tenía en el pensamiento tan vívidamente.
Pero en un segundo todo se fue al caño, al toparse con Tony, que salía por la puerta principal.
—Buenos diaaas... por esa sonrisa de oreja a oreja solo puedo deducir que no sabes de la agradable visita que te espera en el lobby— Tony rió, bajando sus gafas oscuras para verlo con diversión.
—¿De qué hablas?— Preguntó Steve confundido, metiendo el llavero en el bolso de su chaqueta.
—No arruinaré la sorpresa, ven, te acompaño— Dijo el castaño riendo, jalando a su amigo por el brazo, para guiarlo al área donde aguardaban los visitantes que no tenían paso a los condominios.
Steve le miró con odio al reconocer la cabellera rubia de la mujer que estaba sentada en uno de los sofás, leyendo una revista y le daba la espalda.
—Si fuera tú, no me acercaría mucho...— Se acercó un poco para decir por lo bajo— los caninos pueden percibir aromas a kilómetros de distancia y a menos que ahora uses perfume de mujer, estás perdido, amigo. Sin mencionar el aroma a sexo...
—Podrías haberlo dicho antes, para subir al apartamento y cambiarme— Le reprochó.
—¿Qué habría de divertido en eso?— Murmuró con malicia.
—Eres un buen amigo, Tony.
—Oh, claro que lo soy, te estoy haciendo un favor...—Le aseguró, antes de levantar la voz— ¡Sharon querida! Aquí está tu hombre...
—Stark...
La rubia volteó con una sonrisa brillante para ver al recién llegado y levantarse rápidamente para saltar a los brazos de Steve. Tony caminó por el recibidor para pararse tras de ella y hacerle una mueca de burla a su amigo, que le mostró su dedo medio en respuesta, con Sharon colgada en su cuello. El castaño llevó una mano a su pecho fingiendo que estaba ofendido.
—Si yo fuera tu, no lo besaría tan efusivamente, Carter... no sabemos que estuvo comiendo hace un rato o si ya se lavó la boca— Tony intentó reprimir la sonrisa maligna.
—¿No tenias algo importante que hacer?
—¿En domingo? Dios, no...— Preguntó con falsa inocencia Tony— ¿Almorzamos juntos? Calles abajo hay un nuevo Deli y parece que es bueno.
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F O R B I D D E N
Romance«No desearás a la mujer de tu prójimo» (Éx. 20,17) ROMANOGERS / WINTERWIDOW AU Contenido +18 muy explícito.