Capítulo 26

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No había parado de gritar y forcejear desde que el señor Kang (Chofer de la familia) un tipo viejo pero musculoso, lo metió a empujones al auto antes de que saliera corriendo, huyendo de su madre.

El miedo, solo lo hacía bajar la cabeza y no podía decir ni una palabra ante ella. Sentía que ninguno de sus argumentos le salvaría esta vez, la desesperación y la ansiedad que sentía en ese momento lo podían más. Había tenido que tomar la decisión más difícil de su vida hasta ese momento. Y no era el aceptar lo que su madre decía, si no el tener que dejar a Hoseok y tal vez ni si quiera volver a verlo de nuevo; ya que como siempre, se había dado cuenta muy tarde de que era lo que realmente quería y con quien lo quería.

Iba romperle el corazón para protegerlo, de él mismo. Por esa misma razón había dejado una nota pegada en la puerta de su habitación, ya que no podría decirle si lo tenía frente a frente.

La nota solo decía:

“Lo siento, esto no está bien; el que tú me ames, el que yo aún lo ame.

Fue difícil ocultar lo que sentía en mi corazón, pero finalmente no puedo hacerlo más. Quiero ser honesto y sé que te sientes engañado… pensé que podía soportarlo e ir contigo de la mano pero no puedo obligarme a sentir algo que no existe.

Estoy cansado de aparentar todo lo que no es, hoy pensaba decirte todo esto pero no puedo dejar de pensar en tu lamentable cara cuando me pidas una explicación y tenga que decirte que no tengo ningún sentimiento hacía ti,
y que todo este tiempo sólo te use como escusa para poder olvidarme de Jooheon, cosa que me fue imposible. Ahora yo solo quiero dejar de sentir lastima por ti, me voy

Escribir eso le había costado lágrimas porque era totalmente lo contrario de lo que sentía, esperaba que con esas duras palabras; Hoseok lo odiara y se alejára y ocupara su mente en lo que le importaba y más ahora que estaba por cumplir sus sueños. Sí, lo sabía gracias a que a Hyungwon se le había escapado esa mañana durante el receso en la Universidad. Le había jurado que no diría nada y que fingiría amnesia hasta la noche que sería el momento en el que Hoseok iba a decirle, pero ahora estaba usando eso en su contra. De ahora en adelante se conformaría con verlo brillar desde la lejanía.

Él estaba en un barco que no hacía más que hundirse y no quería llevarlo consigo, por eso tenía que lastimarlo, tenía que hacer que lo odiara y siguiera con su vida. Y la única manera que tenía para que eso sucediera era mentirle descaradamente. Aunque el dolor estuviera devorándolo por dentro lo soportaría.

Dio unas palmadas sobre su pecho intentando calmar un poco el dolor de su corazón mientras que intentaba con todas sus fuerzas contener las lágrimas. Solo esperaba que algún día muy lejano ya, el lograra perdonarlo y si el destino los juntaba de nuevo, volver a ser amigos.

En un intento de disipar los pensamientos tristes levantó la mirada a la ventana algo empañada, e inconscientemente miro al lugar que más llamaba la atención mientras el auto pasaba por este, aquel lujoso lugar lleno de gente y grandes ventanas; tan despampanante hizo que se fijará en las personas que estaba allí.

-Solo quieren llenar sus vacíos corazones con su dinero y sus lujos… —Pensó 

No aparto la vista de aquel lugar y no pudo contener más las ganas de llorar y salir corriendo al verlo ahí, sentado solitario aún esperando por él.

Siguió con la mirada aquel rostro lleno de preocupación y nerviosismo hasta que el lugar desapareció por completo de su vista.

-Levanta la cabeza y deja de llorar que ya no eres un niñito. A partir de mañana tendrás que lidiar tu solo con tu vida en un lugar totalmente desconocido y no puedes ir por ahí llorando... —La voz ronca y con tono déspota retumbaba en todo el auto. Todo apuntaba a que a su madre no le daba ni tantito remordimiento el ver sufrir a su hijo.

El solo se limpió algunas lágrimas que rodaban por su mejilla con el torso de la mano y prefirió no responder nada, ya que en cierta parte tenía razón la despiadada, debía recomponerse y seguir con el plan, debía dejar de ser tan jodidamente sentimental y convencerse a sí mismo de todas las mentiras que había creado.

Había olvidado como era aquella casa, aun cuando era pequeño creía que esa casa era demasiado grande para dos personas, ahora se veía más sombría e inmensa que antes.

Apenas bajo del auto lo tomo fuertemente de la muñeca haciendo uso de la fuerza hasta la sala de estar.

-No intentes nada, deja de hacer las cosas más difíciles maldita sea. - Lo soltó bruscamente e intento lucir impecable como siempre.

—Pero, madre…   —Tenia tantas ganas de gritarle que no quería irse, que no había hecho nada malo, que todo era un malentendido; pero le tenía tanto miedo que no podía ni si quiera defenderse.

—Vas a hacer lo que yo diga, ya hiciste lo que querías, es hora de que vuelvas tu vida por el buen camino y si la única manera que tengo para hacerlo es enviándote lejos… Que así sea.  —Se llevó las manos hasta su cabello para acomodarlo antes de sentarse en el gran sofá— Deja tus cosas en tu habitación y baja para cenar…

—Te odio tanto madre.  —fue lo único que le dijo al dar media vuelta en dirección a las grandes escaleras que daban hasta el segundo piso donde se encontraba su antigua habitación

—A veces yo también lo hago hijo… —respondió un poco pesarosa.

Al llegar a su vieja habitación todos los recuerdos de su triste infancia lo golpearon fuertemente. Rememoró lo feliz que se había sentido cuando por fin supo que iba a irse de ese lugar. Lo feliz que era su vida fuera de esa gran casa y lejos de la manipulación de esa mujer que se hacía llamar su madre.

A pesar de que la cama parecía haber sido hecha recientemente tenía impregnado el olor a humedad y viejo. No le presto mucha importancia y simplemente se dejó caer sobre su espalda en ella. Solo quería dejar de pensar, quería dormir, dormir para siempre.

Lentamente cerró sus ojos, intentando apartar todos los pensamientos que estaban dándole un dolor de cabeza. Solo la claridad de la luna se colaba atreves del cristal de la ventana alumbraba el lugar. Realmente era deprimente aquel panorama.

La calma del sitio se vio interrumpida cuando el celular en su bolsillo empezó a sonar. Dio un brinco y se recompuso en la cama. Era un mensaje muy simple:

“ChangKyunnie? ¿Dónde estás?

Te estoy esperando 

El sonido de su corazón latiendo apresuradamente volvió a llenó la habitación.

Lanzo su celular sobre su cama y volvió a recostarse, no le iba a contestar.

Necesitaba tener fuerza de voluntad y alejarse. Caminó al rededor de la habitación permaneciendo en oscuras, estaba pensando. Repetidas veces se acercó hasta su móvil en la cama, repetidas veces lo tomo y leyó el mensaje, el impulso de querer contestarle se desvanecía cada que pensaba en que debía tener más fuerza de voluntad y nuevamente volvía a lanzarlo lejos de sus ganas por hablarle.

Así pasaron alrededor de 20 minutos. Yendo y viniendo por toda la oscura habitación.

 En un momento se quedó parado en la mitad de la habitación solo observando la luna por la ventana, pensando.  Y entonces decidió mandar a la fuerza de voluntad al carajo, iba a dejar de ser un cobarde, perseguiría lo que él quería.

 Desesperadamente tomo el celular y redacto un mensaje.


“Por favor, espera un poco más;

Estoy en camino”

Salió de su habitación, iría hasta donde estaba Hoseok y le propondría el huir juntos, alejarse de todos y que jamás los encontraran. Estaba más que decidido.

El reloj en su muñeca indicaba que casi era media noche, solo rogo para que él no se haya marchado ya del lugar. 

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Aquí es donde les pregunto, ¿que harían ustedes si estuvieran en el lugar de Hoseok? ¿Aceptarían  irse y renunciar a todo?
🤔

Siento haber tardado tanto en actualizar.
Las ideas no llegaban xD

Enamorado De Mi "Mejor Amigo" (Jookyun/Wonkyun)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora