Enamorado De Mi "Mejor Amigo" (Jookyun/Wonkyun)

Capítulo 28

El auto aún estaba aparcado frente a la puerta principal, para su suerte estaba encendido y el Sr. Kang al parecer estaba en la sala recibiendo instrucciones de su madre, todo se estaba dando que hasta el destino parecía ponerle las cosas más fácil para que huyera del infierno que le esperaba.

Para salir de la casa tenía que pasar por la sala obligadamente, por lo que con mucha cautela caminó sobre las puntas de sus pies hasta la salida, deslizándose con la espalda contra la pared, intentando fallidamente no ser visto, pues su cabeza golpeó uno de los tantos cuadros que estaban colgados y este cayó al piso causando que el cristal que lo recibiría se hucueta pedazos; por lo que inmediatamente las dos personas que se encontraban en la sala miraron en su dirección buscando el origen del ruido.

Casi tropezando con la gran alfombra de la entrada corrió hasta el auto y en un arranque de adrenalina aceleró todo lo que pudo, dejando atrás a su madre quien salió gritando y maldiciendo mientras ordenaba a los sirvientes que fueran tras él, o por lo menos eso fue lo que supuso ya que algunas personas salieron corriendo hacia los autos estacionados fuera.

— Okay, okay okay… —Intentaba tranquilizarse mentalmente, pues él no sabía conducir bien, básicamente había visto a Hyungwon hacerlo con destreza, ¿qué tan difícil sería? Todo parecía tan sencillo como acelerar y frenar si el auto tomaba mucha velocidad.

El conducir le estaba costando un poco, por lo nervioso y ansioso que estaba solo quería darse prisa, tenía que encontrar a Hoseok ahí, rogaba para sus adentros que  no se hubiera marchado aún. Las manos se le resbalaban constantemente del volante ya que estaban empapadas de sudor, las luces del camino lo segaban y el ruido de los autos que tocaban la bocina a cada instante lo confundían un poco, intentaba no desconcentrarse pero las llamadas insistentes de su madre y algunos números desconocidos no paraban; si esto no salía como él lo planeaba estaba más que seguro que su madre lo enviaría a los confines del mundo, solo por la estupidez que estaba cometiendo.

En un intento de ver si aún estaba siendo seguido por la gente de su madre, miró hacia el retrovisor, y sonrió satisfecho al ver que efectivamente y sin saber cómo, había logrado perderlos, entonces se permitio celebrar por unos cortos instantes pues cuando volvió su vista a la carretera, reconoció el paisaje, el restaurante estaba muy cerca por lo que aceleró un poco más en su intento de llegar más rápido, en su mente iba practicando que era lo que le iba a decir, ya saben ese tipo de cosas que dicen los enamorados cuando hacen algo malo y quieren ser perdonados, la ansiedad y los nervios lo estaban consumiendo.

Unas luces demasiado intensas de pronto se acercaron rápidamente, mismas que cegaron sus ojos y la estruendosa bocina que sonaba acercándose a gran velocidad lo asusto tanto que desesperado por parar piso el freno a fondo y se aferró al volante lo más fuerte que pudo y cerrando sus ojos esperó el golpe; su cabeza impacto contra el volante por lo que por un momento su campo de visión se volvió algo borrosa, y le pareció escuchar lejanos algunos insultos, inmediatamente llevo su mano hasta su frente por la cual sentía caer algo caliente, en seguida empezó a tocar todo su cuerpo en su desesperación de ver si estaba bien, para su tranquilidad estaba completito, aún que el golpe contra el volante si le había causado una buena herida en la frente. Había sido solo el golpe del freno, es más el otro auto ni si quiera lo había tocado, por lo que estaba agradecido.

—No vuelvo a tocar un auto en mi vida —Se dijo a sí mismo mientras abría la puerta para bajar, necesitaba respirar después de aquel susto, su corazón estaba por salirse por su boca.

Al poner un pie sobre el suelo sus piernas temblaron y casi cae de rodillas, más se sostuvo del propio auto. El restaurante quedaba a una cuadra de distancia por lo que dejó el auto ahí mismo y decidió caminar mientras limpiaba con la manga de su abrigo algunas gotas de sangre que caían por su frente, la herida no era tan grande pero si profunda por lo que estaba sangrando mucho, según él. Algunas personas se le acercaron para ayudarle, más las alejaba diciendo que estaba bien que solo era un pequeño golpe, nada más.