Alberto se apresura a abrir uno por uno los diez sobre que le había dado Ismael. Piensa dedicar toda la mañana a planificar una estrategia de cara al juicio. Espera no tener que llegar a tanto, pero si el señor Li tiene razón, esa gente no piensa rendirse hasta comprar o desalojar todos los edificios de la urbanización. Hay que estar preparado, concentrado en el objetivo. El picapleitos estrella ha vuelto y nada lo va a distraer. Hasta que lee la primera línea de la primera carta.
"Bayon & Oliveros Asociados".
¿Qué cojones? ¿Su bufete?
¡Mierda, mierda y mierda!
***
—¿Qué tal anoche con mi cuñado? —pregunta Paula mientras ve como Ismael pone sal en lugar de azúcar a la masa del bizcocho. —Yo que tú no serviría eso si no quieres que la gente llame a Sanidad.
Ismael tarda en reaccionar, mirando aternativamente a la masa y al salero que sujeta en la mano.
—¡Joder! ¿Por que no me avisas antes? Ahora vuelta a empezar —protesta tirando la masa a la papelera.
—¿Se puede saber qué te pasa?
—¿A mí? Nada. Es que... es que anoche no dormí bien. ¿Por qué? ¿Te ha dicho Alberto algo? —dice acordándose de la cara del abogado mientras miraba su entrepierna.
—¿Alberto? No, no he hablado con él. No os habréis peleado ¿no?
—No. La verdad es que es un chico muy majo. Nos equivocamos con él el primer día. Sabe japonés y está hablando con el señor Li para que no venda y...
—¿Qué dices? —exclama Paula, que no entiende nada de lo que pasa por la cabeza de su amigo.
—Ay, yo que sé. Yo qué sé. ¿Sabes? La semana que viene va a hacer tres años que murió Jorge.
—Lo sé —dice Paula acariciándole la espalda.
—Y anoche soñé con otro.
—¿Cómo que con otro?
—Con otro tío. Tuve un sueño erótico con otro tío.
—¿Y? —pregunta la chica sin comprender
—No me había pasado hasta ahora.
—Pero en este tiempo tu has estado con otros. Con Víctor y...
—Con Víctor y punto. Y fue un error.
—No sé qué quieres que te diga Isma. Has tenido un sueño erótico con un tío. No me parece raro.
—Pues a mí sí. ¿Qué clase de persona pasa página tan rápido? No hace ni tres años.
—¿Y qué quieres? ¿Convertirte en Bernarda Alba y guardarle el luto durante cuarenta? Ismael solo tienes una vida. Esta.
—Solo tenía una vida. Y era con Jorge.
—Pues igual va siendo el momento de que tengas otra vida con otra persona.
—Sabes que no —le corta tajante —Y no quiero hablar más de eso.
—Bueno, vale pero ¡por favor que ha sido un sueño! Jorge se partiría de la risa si te hubiera pasado estando él vivo.
—Pero no está vivo. —se da la vuelta y aula ve que tiene los ojos llenos de lágrimas. Le abraza. —Él no está vivo y yo no puedo evitar sentirme como una mierda por desear a otros.
—Ya lo sé. —murmura ella intentando que no se le noten las lágrimas. Como los dos se pongan a llorar eso va a ser un no parar. Por eso, hasta se alegra de la interrupción que entra como una exhalación en la cocina.
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Empezar de cero: Una historia de amor gay
ChickLit¿Qué hacer cuando lo has perdido todo? Alberto creía tener la vida perfecta: un trabajo que le gustaba, una reputación como abogado de éxito y un hombre a su lado con el que pensaba pasar el resto de su vida. Pero cuando su prometido le deja para ca...