Capítulo 20

672 75 4
                                    

POV: Adara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

POV: Adara


Por puro pánico me sacudí para evaporar esa ilusión que solo me estaba lastimando. Pero sus brazos me rodearon con más fuerza la cintura, hundiendo su rostro en mi pelo, estrechándome más contra su musculoso cuerpo.

—Lo siento —me susurró con la voz rota. Solo con esas dos palabras los sollozos me salieron más seguidos—. Lo siento. Lo siento. Lo siento —el calor a través de su toque me trastocó y me gire hacia él para comprobar que tan real era. Mis ojos se cruzaron con los suyos grises llenos de agonía y tormento. El corazón se me disparó. Era real. Enzo estaba aquí—. Perdóname. No quería hacerte daño. Lo último que haría en esta vida es hacerte daño.

Y se arrodilló ante mí rodeándome más con sus brazos la cintura, hundiendo su rostro en mi vientre.

—Enzo —musité apoyando las manos en sus hombros.

—No podías verme así —masculló contra mi vientre.

—Enzo —me puse de rodillas tomando su rostro para que me mirara—. Pero soy tu novia. Y estoy contigo en lo bueno y en lo malo.

—Perdóname —me tomó las manos besándolas—. Jamás te castigaría de ninguna forma. Antes me quedaría ciego, sordo y mudo que darte cualquier castigo que te infligiera daño —sus ojos enrojecidos me miraban desesperados—. Perdóname.

Sacudí la cabeza de que no tenía nada que perdonarle.

—No tengo que perdonarte nada —hice una pausa con los labios temblorosos—. Creía que te había perdido.

—No me has perdido. Solo estaba luchando con ellos.

Mi sollozo se detuvo mirándolo con la vista borrosa por las lágrimas y la lluvia.

—¿Ellos? —repetí en un murmullo—. ¿Tus demonios? ¿Por qué no me dejas enfrentarme a ellos?

—Porque no quiero que te toquen —se estremeció de horror ante esa imagen.

—Eso es una idiotez —siseé.

—No será una idiotez cuando sepas mis secretos. Y entonces me dejarás —hizo una pausa mirándome ahogado—. ¿Por qué? ¿Por qué no puedes dejarme solo? ¿Por qué no me dejas luchar solo contra mis demonios?

—No quiero que luches solo —me aferré a él—. Quiero luchar contigo.

Torció levemente los labios mirándome ofuscado de que fuera tan terca.

—No quiero que los veas. Simplemente no quiero que veas esa parte de mí.

—Esa parte, forma parte de ti. Y la amo.

Negó con la cabeza como si me hubiera salido una segunda cabeza.

—No puedes amar esta parte oscura y triste de mí.

El deseo de Adara [Deseo Éire #2] © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora