𝑲𝒊𝒔𝒔 𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒓𝒅 𝒃𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨

Cuento De Hadas

❝I'm sorry, the old Isabela can't come to the phone right now...why?,Oh, 'cause she's dead!❞

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Lo siguiente en mi lista era liberar a todas aquellas personas que habían sido encarceladas injustamente.

Acompañada de mis guardias fui personalmente a disculparme. Estaba nerviosa porque esas personas pensaban que yo les había hecho esto, el líder del partido republicano me veía con tanto desprecio que me sentí intimidada.

—¿Viniste a ejecutarnos?—pronunció tajante.

—No.—negué tratando de hacer contacto visual con cada uno—. Vengo en nombre de la casa real para pedirles una sincera disculpa...

—Tus disculpas no son bienvenidas—dijo otro de ellos y mi atención se posó en él—Tenernos aquí arbitrariamente, como presos políticos...maltratar a nuestra familia, usted no merece nuestro respeto.

Uno de mis guardias quiso acercarse a él pero lo detuve.

—El señor tiene razón—asentí, todos comenzaron a murmurar—Una disculpa no es suficiente para todo lo que tuvieron que pasar en prisión, me siento muy avergonzada y por eso quiero dar la cara.

—No se van a salir con la suya—dijo el líder del partido y volví a mirarlo—Intentamos por las buenas pero hasta aquí llegó nuestra paciencia.

—Sé que fueron encarcelados injustamente—frunció el ceño ante lo que acaba de decirle—Y quiero que sepan que todos los actos que se cometieron bajo mi nombre no los ordené yo. Mi propia familia está intentando derrocarme, aun no sé quien planeó todo pero el asesino de mi padre está en el palacio y los inculparon a ustedes para que la idea de una monarquía constitucional no se llevara a cabo.

—¿Su misma familia mató al rey?—asentí lentamente, parecía demasiado sorprendido.

—Mi padre estaba de acuerdo conmigo, en hacer una monarquía constitucional y que hubiese equidad, pero el consejo real no está de acuerdo. Planearon todo esto para sabotearme y sacarlos a ustedes del camino.

—¿Tienes pruebas de eso?

—No, pero las conseguiré—asentí segura—Limpiaré sus nombres y el mío.

—Entonces, ¿usted está de acuerdo con nosotros?.

—Sí—asentí con una sonrisa sincera—.Entiendo su lucha, Dinamarca necesita de personas como ustedes, sin miedo de alzar la voz para decir lo que piensan...el pueblo merece ser escuchado y yo estoy dispuesta a hacerlo—alzó las cejas sorprendido—Siempre y cuando ustedes entiendan mi posición, quiero sacar al país de la era medieval en la que estamos viviendo pero para lograrlo tenemos que trabajar juntos, quiero lo mismo que ustedes...no soy el enemigo.

Todos comenzaron a verse entre si, murmurándose cosas. El líder del partido me sonrió y asintió mientras se agachaba haciendo una reverencia. Todos los demás lo imitaron, apoyando una rodilla en el suelo mientras agachaban la cara.

—Al fin Dinamarca tendrá la reina que se merece.

.....

Estaba cenando con mi madre tranquilamente cuando uno de mis ayudantes entró al comedor anunciando que tenía una llamada. Me disculpé con mi madre mientras limpiaba mi boca con la servilleta y subí a mi despacho para atender la llamada que había estado esperando todo el día.