Sé Libre

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-Music Playing: Speecheless-Naomi Scott-

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Creen que me van a enjaular, no lograrán mi rendición, mis alas rotas pero entera echan más vuelo hacia el sol

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—¡Su majestad!—escuché que alguien susurraba fuera de las celdas pero no podía ver bien en la oscuridad—Su majestad soy yo, Margaret.

—¡Oh por dios Margaret!—me acerqué a los barrotes—¿Estás bien?.

—Sí, sí no se preocupe, vengo sacarla de aquí—sacó una llave del bolsillo de su vestido—Rayos no veo nada—masculló mientra intentaba meter la llave en el cerrojo.

—¿Cómo supiste que estábamos aquí?

—Encerraron a todos los empleados en la cocina cuando Nikita escuchó a la señora Helena hablando con el señor Marshall—escuché el click de la reja y cuando esta se abrió salté a los brazos de Margaret.

—¡Gracias!—la abracé con todas mis fuerzas a punto de llorar—¿Por qué no le avisaste a uno de los guardias?— me separé para mirarla—Es muy peligroso que vinieras sola

—Señorita, todo arriba está en llamas, los guardias salieron para proteger el palacio, yo apenas y logré escaparme por la ventila con ayuda de los demás y vine aquí corriendo con todas mis fuerzas.

—Isa, ¿qué sucede?—preguntó Luke con la voz temblorosa y corrí hasta su celda—¿Cómo saliste?—frunció el ceño completamente confundido.

Metí mis manos por los barrotes y lo sujeté por la cara para besarlo, era lo único que quería hacer cuando lograra salir de ahí.

Margaret se encargó de abrir la celda de Luke y me le arrojé a los brazos para besarlo como nunca antes lo había hecho.

—Preciosa, tenemos que salir de aquí—dijo contra mis labios pero yo me rehusaba a dejarlo ir.

—Llévame contigo, no me importa nada más sólo quiero estar contigo para siempre...

Nos miramos a los ojos y sonrió llenando mi cara de besos mientras me mantenía abrazada por la cintura.

Mi madre se había quedado dormida y me devolví a mi celda para despertarla.

—Madre—le acaricié la mejilla y logró abrir los ojos lentamente—Tenemos que irnos—me miró asustada y se levantó rápido, miró la celda abierta y luego me miró a mi.

—¿Qué sucede? ¿Cómo abriste?

—Margaret vino por nosotros—la chica le hizo una reverencia y mi madre sonrió levantandose para abrazarla.

Margaret nos mostró el camino que había tomado para llegar hasta los calabozos sin ser vista. Era una especie de pasadizo secreto que se comunicaba con el antiguo desagüe del palacio.

Constantemente se escuchaba el ruido de cañones y soldados que corrían de un lado a otro. Luke sostenía mi mano guiándome por la oscuridad siguiendo a Margaret y yo sostenía la mano de mi madre.

Escuchamos voces dentro del túnel y los cuatro nos congelamos.

—Rayos, tenemos que correr—dijo Margaret aterrada observando como el túnel se iluminaba por una luz que nos venía siguiendo.

—No pudieron ir muy lejos—dijo una voz masculina—Bajé hace como diez minutos y seguían ahí.

El corazón se me subió a la garganta y los cuatro comenzamos a correr. No temía por mi, temía por la vida de las personas que se habían arriesgado para protegerme.

𝑲𝒊𝒔𝒔 𝒎𝒆 𝒉𝒂𝒓𝒅 𝒃𝒆𝒇𝒐𝒓𝒆 𝒚𝒐𝒖 𝒈𝒐 | 𝙇. 𝙃𝙚𝙢𝙢𝙞𝙣𝙜𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora