— Venga ya paró -dijo este sacando su mano de mi pantalón a lo que le agradecí con un corto beso en los labios.
Siendo sincera estaba triste de pasar mis últimos días antes de lo esperado, jamás imaginé que me iría tan rápido de allí y mucho menos cogerle cariño a un chico. Mucho menos de tener relaciones tanto emocionales como sexuales en mis vacaciones.
Y me dolía el echo de tener que volver a Mi Pueblo pero no tenía opción, tenía que volver a mi antigua vida llena de dolor, de soledad y sobre todo de nostalgia.
— ¿En que piensas? -me dijo Dani mientras acariciaba mi cabello.
— Tonterías mías -le sonreí levemente.
Al llegar al lugar todos nos bajamos del auto y me sorprendí al ver el lugar en el cual estábamos.
— ¿Un parque de atracciones con ese frío? -dije con el ceño fruncido causando la risa de Daniel. — Madre mía, nos congelaremos.
Los gemelos rieron junto a mi hermana, vi como Jesús fue a comprar las taquillas y al rato regresó con las entradas. Al entrar al parque vi como mi hermana se fue junto a mi cuñado y mire a Daniel el cual tenía una sonrisa traviesa en los labios.
— Digamos que le dije que quería estar a solas contigo -me dijo mientras rodeaba mi cintura con sus brazos a lo cual yo reí.
— Ya sabía que te saldrías con la tuya -dije mirándolo mientras caminaba hasta que sentí como me dio una nalgada. —Oye que hay niños eh
—Ya me quedó quieto amor -dijo haciendo que lo mirara fijamente.
— ¿Amor? -dije sorprendida mientras lo miraba.
— Amor -dijo y sentí sus labios una vez más sobre los míos.
Un beso distinto a todos los demás, suave, con pequeños mordiscos y caricias en la cintura, sin duda de mis favoritos. Acaricié su mentón y luego mordí mi labio inferior mientras intentaba recuperar mi respiración.
— Eres una maravilla -me dijo en un susurro por la cercanía.
— Tu si que eres una maravilla -dije sobre sus labios para luego unir estos.
El día se pasó entre besos y atracciones, nos subimos en muchas aunque a Daniel no le hicieran mucha ilusión, aún así terminaba aceptando montarse en todas. Me la pase el día riendo viendo sus caras de miedo y lo pálido que se ponía al bajar de cada una aunque luego me sintiera mal al verlo mareado.
—¿Aguantas una más? -dije mientras lo ayudaba a mantenerse estable.
— Quiero vomitar -dijo el apoyando su cabeza en mi hombro haciéndome reír mientras me acercaba a uno de los bancos. — Lo que hago por ti no es normal eh
— Por eso es que te quiero eh -Dije para seguidamente echarle un poco de agua fría en el rostro.

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Querido Daniel
FanfictionEs mejor arriesgarse que quedarse con las ganas y donde hubo fuego siempre quedarán cenizas.