Querido Daniel

23

Esa noche antes de acostarme volví a acercarme con la esperanza de verlo pero no fue así, su habitación estaba sola por lo cual me acosté a dormir, sabía que se había quedado con ella a dormir.

A la mañana siguiente :

Abrí los ojos al escuchar la alarma sonar, la apague y me senté en la cama intentando despertar del todo, me acerqué al baño; me duché y luego al terminar de desayunar Jesús vino a despedirse de mi hermana.

En cambio Daniel ni siquiera me mando un mensaje, vi a mi hermana junto a mi cuñado abrazándose y se me formó un nudo en la garganta por lo cual me monté en el auto al despedirme de Jesús. Al estar todos en el auto mi padre lo puso en marcha.

El llanto de mi hermana no cesaba y pude ver las lágrimas de Jesús mientras el coche se alejaba de aquel lugar. Tenía una mezcla de sentimientos porque a pensar de todo me esperaba a Daniel aunque fuera sólo para despedirse de mi pero no pasó, nunca llego.

—El vendrá a verte -digo mirando a mi hermana y luego agarre su mano. —Estoy segura de eso.

Ella no pudo contestarme, su llanto aumento y me abrazo con fuerza apoyando su cabeza en mi pecho, yo acaricié su cabello y dejé un beso en su cabeza hasta que vi la pantalla de móvil encenderse "No llegue a tiempo para despedirme... lo siento Maddie, no sonó la alarma joder. Eres muy especial para mi, ojalá verte pronto princesa". Leí el mensaje en voz baja y luego salí del chat sin contestarle, no iba a perder mi orgullo por el.

El viaje fue silencioso, solo se es escuchaban los sollozos de mi hermana de vez en cuando, a mi padre silbar y las paginas del libro que me estaba leyendo. Estaba realmente triste, lo único que deseaba era llegar a Badajoz y dormir, dormir hasta olvidarme de todo.

Aunque tenía claro que jamás me iba a olvidar de él, de sus ojos, de sus labios mucho menos de su sonrisa; era imposible olvidarlo.

Recordar la manera en que me besaba, en como me hacía el amor, verlo dormir a mi lado era una tortura para mi y lo sería por mucho más tiempo, posiblemente jamás lo olvidaría.

—¿Porque me hiciste esto? -dije para mi misma y luego tome aire.

Y es que realmente no entendía porque me había ilusionado así, no entendía el porqué había vuelto con ella. Ni lo entendería luego de todo lo que pasó conmigo. Realmente me había enamorado, Daniel era mi primer amor y eso se notaba a lejos.

Se notaba en la manera en que lo miraba, en que lo besaba, en cómo lo abrazaba, en como le hablaba... se notaba en absolutamente todo.