Al descubierto

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Dylan regresó al día siguiente y fue directamente al estudio para sus escenas con los F4.

Estaba feliz de haber visto a su familia después de unos meses, y su mayor deseo era correr adonde Yue para contarle todo tan pronto como terminara de trabajar.

¿Qué pasa si ella me dice que necesita espacio otra vez? ¿Y si no fue suficiente no verme por 2 días?

Decidió mandarle unos mensajes para ver cómo estaba la situación:

D: Ya volví.

Y: Qué bueno 👏🏻

D: ¿En serio?

Y: Sí. 😊

D: ¿Me extrañaste?

Y: Sí, ¿y tú?

D: ¿Tú qué crees? 😉

Y: ¿Ya estás en el hotel?

D: Sí, ¿quieres que nos veamos?

Y: ¡SI! 😁

D: ¿En el techo en 10 minutos?

Y: Ok 👍🏻

Cuando él llegó, ella ya estaba allí; el viento movía su brillante cabello oscuro y sus mejillas estaban rojas por el frío.

"Hola", dijo él.

"Hola, Dylan", respondió ella con una gran sonrisa en la cara.

"Parece que estás contenta de verme".

"¡Muy contenta!"

"¿Ya no necesitas más espacio?"

"Eres demasiado directo, Dylan".

"Ya me conoces, ¿para qué dar tantas vueltas?"

Poco a poco iba caminando hacia ella a medida que conversaban. Cuando estuvo cerca, vio que había una colcha en el piso, un par de almohadillas y una cobija.

"¿Qué es todo esto?" Preguntó él.

"Mmm... Es para que miremos las estrellas juntos", contestó ella viendo hacia donde estaban las cosas.

Yue lo tomó de la mano y lo llevó a la colcha. Dylan no podía ocultar su confusión.

"Ven, vamos a mirar al cielo, la noche está hermosa".

"¿Quién eres? ¿Eres la misma mujer que hace 48 horas me dijo que necesitaba tiempo y espacio porque yo la abrumaba?"

"Y me diste lo que te pedí. Fue suficiente para aclarar mi mente..." Y enfermar mi estómago.

"¡¿Te enfermaste?!"

"No, no... Se me olvidó no pensar en eso... Estoy bien, pero ayer mi barriguita estaba un poco alterada... Eso es todo".

"¿Ya estás bien?" le preguntó muy preocupado.

"Sí, no te preocupes. Me voy a recostar y acobijar porque tengo frío".

Él se recostó a su lado y se pusieron a mirar las estrellas. No hablaban ni pensaban en nada. Dylan estaba disfrutando de estar ahí con ella. Eso era suficiente.

Yue rompió el silencio: "¿Cómo está tu familia?"

"Muy bien, gracias. Estaban contentos de verme, aunque no se lo esperaban".

"La ganancia de ellos fue mi pérdida".

"¡¿Qué rayos estás diciendo, Shen Yue?!" exclamó Dylan sentándose para poder verla a la cara.

De regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora