Mi regalo

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Yue está en casa, llegó hace un par de días de Arxan, y está tratando de lavar toda su ropa para guardar todo. Pero de alguna manera sus cosas parecen haberse multiplicado... Tal vez traje demasiada de su ropa conmigo otra vez... Dylan va a volver a Beijing hoy y no tendrá dónde poner todas sus cosas... No estará contento con eso, él también tiene muchas cosas... Realmente necesito mudarme de aquí... Este lugar es incómodo para nosotros.

Yue se sienta en la increíble tumbona que Dylan compró para su habitación, la cual eligió por 3 razones: 1) El nombre, Moonrise. 2) Es reclinable, no hay que dar más explicación allí. 3) Ambos caben en ella para lo que sea, como ver la televisión juntos, por ejemplo. 4) También es una mecedora relajante que ayuda a Yue a conciliar el sueño cuando tiene problemas para dormir y él no está allí para consolarla. ¡Esa cosa es una bendición! Especialmente con la obsesión de ella por mantener la cama limpia. Dylan encontró la mejor solución para su manía, ya que ahora puede simplemente ir al sillón en cualquier momento.

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...

D: Estoy fingiendo el check-in en el hotel que me reservaron. 😉

Y: 👍🏻 Nos vemos en un rato 😊

D: ¡No veo la hora! Muah...

...

Después de aproximadamente una hora, ahí está la sensación. Yue corre emocionada a la puerta para esperarlo y Lin la ve.

"¿Ya está aquí?" pregunta la chica en tono fastidiado.

"Sí".

"¿Te dijo que ya estaba aquí?"

"No".

"Como siempre... bichos raros".

Yue voltea los ojos. Dylan no se alegrará de que Lin esté en casa los próximos días.

La puerta del ascensor se abre y allí está él, con su deslumbrante "sonrisa Yue" que podría derretir un glaciar. Ella corre y él la atrapa en sus brazos para darle los habituales miles de besitos en toda la cara que a ella le encantan porque le hacen cosquillas en todo el rostro.

"¡Bienvenido a casa! ¿Dónde están tus cosas?" pregunta mirando a su alrededor.

"Alex las traerá tan pronto como la costa esté despejada en el hotel. Alquilé una motocicleta eléctrica para salir de ahí, no pude traerme nada. De todos modos, ¡tú tienes ropa mía!"

"Suficiente para llenar todo un armario", se ríe.

Dylan comienza a caminar hacia el apartamento y susurra al oído de Yue:

"No puedo esperar a..."

"¡Lin está en casa!" lo interrumpe con voz de advertencia.

"¡Oh, por el amor del cielo! ¿De verdad?"

De regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora