De regreso a ti

Adiós

El último mes ha sido una bendición. Pasaron las fiestas con sus familias todos juntos e incluso se fueron de vacaciones al extranjero durante una semana por primera vez.

A pesar de los maravillosos recuerdos que han construido estos días, esto solo hará que separarse sea aún más difícil ahora.

Dylan se marchará pasado mañana. En el último día juntos, prefiere no hablar sobre la separación, así que le comenta a Yue que, sea lo que sea que ella quiera preguntar, debe suceder hoy.

Son las 4 pm; están acostados cara a cara en el sillón reclinable Moonrise y Dylan acaricia el cabello de Yue con amor y ternura.

"Pregúntame lo que quieras ahora mismo, pero no quiero que pasemos nuestro último día hablando de cosas tristes, ¿de acuerdo?"

"Estoy de acuerdo. Mañana no quiero pensar en eso. Tú también puedes preguntarme cualquier cosa".

"Empezaré yo entonces... ¿Cómo te las vas a arreglar, Shen Yue? Sobre todo, los primeros días... Te conozco... No pedirás ayuda".

Yue no responde, solo piensa cuánto su esposo la conozca tan bien...

"Ya que no vas a pedir ayuda tú misma, lo hice yo por ti".

"¿Qué? ¿Qué hiciste?"

"Le di nuestras claves de acceso a JiaQi y ZiWei. Ellas van a estar pendientes de ti. Ambas están en Beijing estos días".

"Dylan, no deberías haberlo hecho, no es necesario".

"No voy a dejar que te sumerjas en la desesperación aquí sola. No podría irme de otra manera. Necesito que te apoyes en alguien, mi amor. Prométeme que pedirás ayuda si la necesitas".

"Te lo prometo... ¿Y cómo vas a hacer tú entonces?"

"¡Me entrenaré para ser espía, Shen Yue! ¡No creo que me den tiempo para sentir lástima de mí mismo!"

"Este asunto me asusta, ¿sabré cómo estás?"

"Me dijeron que tengo una hora a la semana para llamar a quien desee. Te dije que los teléfonos celulares no funcionan en la base por razones de seguridad. Te llamaré una vez a la semana y te contaré todo lo que pueda, ¿ok?".

"Ok. Mantente a salvo, por favor".

"Tú también, pequeña".

"Mira, y... ¿Hay mujeres espías ahí?" pregunta ahora Yue con ojos grandes, curiosos y preocupados.

Dylan se ríe de su ternura y le besa la frente.

"Cariño, no lo sé y no me importa. Soy un cisne, ¿recuerdas?" él sonríe. "Vimos ese documental juntos... El amor de los cisnes por sus parejas es tan profundo que están unidos de por vida. Yo soy tuyo para siempre. ¿Tú también eres un cisne, amor?" pregunta curioso.

"¡Por supuesto!" ella lo golpea suavemente en el costado. "¿De verdad crees que te engañaría?"

"No, nunca. Eres una persona demasiado buena para destruirme así, porque me mataría, ¿sabes?"

"¡Lo sé! Ni siquiera digas eso otra vez..."

La conversación continúa, Dylan trata de mantener la calma haciendo bromas. Sin embargo, la tensión es palpable y el dolor es real.

Ha llegado el último día juntos

Dylan se despierta y se encuentra solo en la cama. ¿Qué rayos? ¿No estoy en casa todavía?

"Shen Yueeee... ¿Dónde estás?" pregunta con su voz somnolienta y ronca.

Ella responde con un poco distinguible "Baño", pues tiene la boca llena de pasta de dientes.