La práctica hace el maestro

559 36 14
                                    

Como un mes después de su primer encuentro, Yue y Dylan son buenos amigos. Se ríen mucho juntos, pelean, se hacen bromas... Son inseparables, y todos lo saben. Esa electricidad que sienten al tocarse siempre está ahí, pero no hablan de ella ni les importa.



Algunas veces, en las tardes, tienen la costumbre de encontrarse en una sala del hotel reservada a los actores. Es un lugar bonito, con sillas, mesas, sofás, un televisor, videojuegos y bebidas. Ahí pueden relajarse o practicar sus diálogos.

Un día estaban allí practicando una pelea entre Shancai y Daoming Si; se burlaban de lo tontos y testarudos que podían ser sus personajes a veces

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Un día estaban allí practicando una pelea entre Shancai y Daoming Si; se burlaban de lo tontos y testarudos que podían ser sus personajes a veces. De pronto entra Dee Hsu al salón, que interpreta a la hermana de Daoming Si, ella venía a buscar un té caliente. Los ve desde lejos y sonríe, siente mucha ternura por estos chiquillos. Se ven tan lindos cuando están juntos, no tienen idea. No veo la hora de que filmen un beso para ver cómo se comportan.



"Hola, chicos".


"Hola, hermana".


"¿Qué están haciendo?"


"Practicamos una escena para mañana".


"Pero qué responsables son. ¿Ya practicaron los besos?"


"¿Ah?" Respondieron ambos al mismo tiempo.


"¡Tienen que practicar! No querrán que el primer beso entre ustedes sea en público, en la calle, frente a la gente y las cámaras. Es mejor si practican antes, será más fácil para ustedes. Créanme".



Se miraron con ojos un poco preocupados, los cachetes rojos y los corazones latiendo fuerte.



"No habíamos pensado en eso" dice Dylan.


"Pues deberían pensarlo, ¡es importante!"


"Pero acá la gente entra todo el tiempo..." contestó Yue con la voz quebrantada por el pánico.


"Vayan al techo del hotel. Es lindo y tranquilo, nos dieron permiso para usarlo".


"¿En serio podemos usarlo?" preguntó Dylan encogiendo los hombros y mirando a Yue para tratar de entender lo que estaba pensando ella.


"Bueno, ¡vamos pues!" dijo Dee Hsu.


"¿Ahora?" preguntó Yue estresada por lo que iba a pasar en el techo.


"Sí, ahora, ¡vamos chicos! Les voy a mostrar cómo se llega y después me darán las gracias", dijo picando el ojo y moviendo la mano para que se dieran prisa.



Es imposible decirle que no a esta señora, pensaba Yue. Vamos a tener que hacer lo que dice y salir de este asunto del beso. Somos actores, ¿cuál es el problema?



Tomaron el ascensor hasta la azotea, Dee Hsu les mostró por cuál puerta debían salir.



"Aquí los dejo, diviértanse", dijo con picardía.

De regreso a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora