9.Nuevo vecino

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#Editado

Los días definitivamente iban pasando demasiado rápido, Violeta llegó hace ya una semana y podría decir que todo ha cambiado de una buena manera desde entonces, Liam y ella actuaban como si fueran una pareja frente a todo el mundo, era adorable verlos. Con respecto a mis tres y únicos amigos, no han dejado de venir después de clases, solo para pasar toda la tarde jugando o viendo algunas películas, por ejemplo, ayer se marcharon bastante tarde, por ser día viernes y hoy como buen fin de semana me tocaba descansar y permanecer un rato más sobre mi suave y cómoda cama, pero al sentir un poco de hambre no pude evitar levantarme para ir por algo de comer.

Bajé la escalera molesta y entré a la cocina pensando en cómo podía satisfacer a mi estomago hoy, cuando la brillante idea de comer cereales se presentó rápidamente traté de alcanzar la caja y con un pequeño saltito logré tenerla entre mis manos, giré para dejarlo sobre la encimera y vi a mamá junto a una señora viéndome de manera divertida.

—Buenas tardes, cariño —Saludó mamá entregándome un tazón.

—Hola Sophi y...

—Amelia Williams, tu nueva vecina —Dijo con una sonrisa, mientras se levantaba y me estrechaba la mano.

—Un gusto conocerla —Respondí al estrechar su mano y continué con mi desayuno.

—Como te dije Amelia, ella es Giselle mi hija menor —Le susurró en voz alta a Amelia que se encontraba a su lado y esta sonrió de manera agradable.

—Tu madre me ha hablado mucho de ti Giselle, debo felicitarte por tener la valentía de cantar frente a una multitud de personas —Celebró sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Gracias, en realidad al principio tampoco quería hacerlo, pero terminó siendo una experiencia totalmente agradable —Contesté al vaciar un poco de leche sobre el cereal.

—Mi Alex dijo que te oías como un ángel —Contó sentándose sobre el taburete.

—¿Alex? —Pregunté confusa.

—Mi hijo, va en el mismo instituto que tú —Respondió girándose hasta mamá y cuchicheando algunas cosas, mamá rio y negó con la cabeza.

—Mamá es hora de irse, nos esperan muchas cajas que hay que deshacer —Dijo de pronto un chico mientras entraba a la cocina.

—Alex espérame cinco minutos, Sophia me quiere enseñar a cocinar un postre magnífico —Respondió Amelia al chico que estaba a mis espaldas.

—Cariño, atiende al muchacho mientras hablo con Amelia —Ordenó mamá.

—De acuerdo —Respondí y al darme la vuelta para preguntarle al chico si quería algo para beber, abrí mis ojos hasta más no poder de la sorpresa.

—¿Tú eres mi nuevo vecino? —Pregunté rascando mi cabeza.

—¿Tú eres mi nueva vecina? —Preguntó al mismo tiempo Alex, el mismo chico que se encontraba mal aquel día en el parque, después al simpático y fastidioso chico en deportes y por finalizar el que estaba en la fiesta disfrutando junto a mis amigos.

—Te dije que sí se conocían —Informó Amelia devolviéndome a la realidad.

—¿Desde hace cuánto se conocen? —Preguntó mamá mirando a Alex.

—Solo hace un par de días, resulta que teníamos clases en común —Respondió el chico sonriendo falsamente.

—Eso es maravilloso, aparte de amigos ahora serán vecinos —Anunció Amelia mientras se ponía de pie y comenzaba a caminar hasta la puerta de la cocina arrastrando con ella a mi madre —Los dejaremos solos, necesito hablar con Sophia a solas, niños —Cerró la puerta de la cocina y miré con sorpresa a Alex.

Un Golpe de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora