Un Golpe de Amor

11. Casa De Alex

#Editado

Estaba plácidamente soñando con grandes arboles verdes y un lago precioso, cuando sentí que la voz de Liam me llamaba muy a lo lejos, traté de ignorarla girando mi cuerpo algo molesta. No pasaron ni cinco segundos cuando sentí todo mi rostro mojado. Desperté asustada y lo primero que vi fue a mi hermano mayor riéndose a carcajadas.

-¡¡LIAM!! ¿por qué rayos me mojaste? hace frío y me puedo enfermar -Exageré secando el rastro de agua en mi cara.

-Ya, ya l-lo siento -Logró decir entre carcajadas.

- ¿Qué ocurre aquí? me desperté por los gritos y con las carcajadas no tan silenciosas de Liam -Se quejó Violeta al entrar a mi habitación refregándose ambos ojos con el dorso de sus manos.

-Venía a despertarte, porque se te hace tarde para ir al instituto -Dijo Liam sobando su estómago mientras terminaba de reír.

-De eso me di cuenta, pero ¿no pudiste despertarme de una manera más normal? -Gruñí mirándolo de forma amenazante.

-No -Volvió a reír ‐apresúrate, mamá dice que el nuevo vecino te irá a dejar, el chico dijo que aproximadamente en diez minutos estaría por aquí -Anunció cambiando su expresión por una totalmente seria. Han pasado diecisiete años, y desde que soy pequeña los celos de Liam no han cambiado, cada vez que tenía que pronunciar el nombre de algún chico que no conocía, su expresión cambia y a mi parecer le hacía competencia a calamardo de Bob esponja.

-Deja tus celos de hermano sobreprotector y dejemos a Giselle cambiarse, porque tiene mucho que hacer hoy -Comentó Violeta tratando de dejar a un lado los celos de mi hermano.

Liam se marchó ofendido luciendo totalmente dramático y la castaña salió por detrás de él riéndose de su comportamiento infantil. Al estar completamente sola en mi habitación, fui al baño para darme una ducha rápida y comenzar a hacer la misma rutina de siempre.

Me sorprendí al ver que había demorado menos de lo que había pensado. Podría decir que estaba algo emocionada, porque en la tarde tendría que ayudar con las clases de danza a la hermanita de Alex.

Bajé deprisa al escuchar que alguien se encontraba tocando el timbre y si no atendía en los próximos diez segundos Liam iría abrir y posiblemente miraría de mala manera a la persona que se encontraba detrás de la puerta. Algo me decía que aquella persona era Alex y definitivamente no necesito los celos de mi hermano mayor, por el momento. Suficiente tengo con la vergüenza que Sophi me había hecho pasar, la vez anterior. Acerqué mi mano a la perilla de la puerta para abrirla y mi intuición no había fallado, porque ahí se encontraba Alex.

- ¿Estás lista? -Preguntó serio y con su ceño levemente arrugado.

- Si, andando -No me atreví a decir algo más, estaba segura que me gritaría y definitivamente eso arriesgaría mi mañana y posiblemente mi día entero.

Él solo empezó a caminar y yo iba por detrás suyo sin decir palabra alguna, iba totalmente sumida en mis pensamientos. A medida que íbamos avanzando caían pequeñas y ligeras gotas del cielo, no pasaron más de tres segundos y la lluvia comenzó a caer.

-Mierda, hay que correr o nos vamos a mojar y te vas a tener que cambiar esa linda ropita que llevas puesta -Dijo en tonó juguetón, lo miré algo extrañada y negué mientras comenzábamos a correr.

Por suerte Alex tenía su Sedán negro estacionado a solo unos cuantos pasos más. Quitó el seguro cuando nos íbamos acercando y rápidamente entramos para refugiarnos dentro de aquel auto. Alex comenzó a reír abiertamente a carcajadas, lo miré sorprendida, era la primera vez que lo escuchaba reír, su risa se escuchaba ronca, pero con un pequeño toque de diversión en ella. Comencé a reír junto con él y nuestras risas se acoplaron formando un sonido bastante agradable de oír. Nadie dijo nada después de nuestro "ataque de risas" solo nos encontrábamos en silencio. Alex conducía sin despegar su vista del camino, al parecer iba bastante concentrado, porque no se inmutó cuando me incliné para aumentar el volumen a la radio. La canción que se estaba reproduciendo en aquel momento me trajo muchos recuerdos a la mente. Violeta, Liam, Rayan, Iván y yo cantando con cucharas y saltando del sofá mientras Sophi nos gravaba con la vieja videocámara.