28.Un Beso De Despedida.

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 A la mañana siguiente me levanté, sintiéndome bastante ligera emocionalmente, tenía la certeza en que podrían mejorar las cosas entre Alex y yo ¿Qué tan difícil podía ser escucharle y luego pedirle una disculpa por todo lo sucedido? Después de todo ambos necesitábamos aliviar esa sensación de culpa.

Bajé las escaleras y caminé hasta la cocina, noté que nadie se encontraba en casa y que todo se encontraba perfectamente en orden, busqué en la nevera en caso de que hubieran escrito una nota y ¡Bingo! había una pequeña notita con una caligrafía bastante delicada.

Cariño, recuerda que hoy Violeta y Liam comienzan con exámenes al igual que tú ¡espero que tengas un bonito día! —te quiere, mamá.

Dejé el papel encima de la mesa mientras me preparaba algo para comer, con toda la lentitud del mundo alcé la mirada y noté que si no me daba prisa no alcanzaría a entrar a la primera clase del día.

(...)

Le recé a todos los santos existentes, tal vez, solo para poder llegar a tiempo - y así fue- El timbre sonó dando inicio a las clases y suspiré con alivio. Tomé uno de los asientos de en medio dejando caer mi trasero en la fría silla de madera y concentrandome en las personas que entraban de manera somnolienta al salón, pocos segundos despues este se llenó y el profesor de matemáticas entró dispuesto a entregar ya de una vez esos exámenes.

—¿Están todos? —preguntó el profesor a la vez que acomodaba sus cosas en el escritorio con una sonrisa lobuna —No esperaré a nadie más, prepárense y es lo suficiente, les informo que está bastante complicado —Empezó a entregar las hojas a cada estudiante del salón, podía dar por hecho que ese profesor tenía algo en contra con sus alumnos. Me entregó el examen sin borrar su sonrisa malvada y continuó entregando esos dichosos papeles, sacudí ligeramente mi cabeza para despejar mi mente y miré el examen sobre la mesa que se veía bastante complicado, pero no pasé toda la noche estudiando para nada, inhalé profundo y empecé con la primera pregunta.

(...)

Terminé el examen cuando solo quedaban cinco personas en el salón, me levanté orgullosa de mi esfuerzo y entregué la hoja al profesor que apenas levantó la mirada del libro que se encontraba leyendo, el hombre sonrió fingidamente y agregó un espero que le vaya bien señorita antes de devolver la vista a su libro y seguir como si nada. Salí con un peso menos en mis hombros y sonreí alzando la mirada con satisfacción. Después de dar el examen teníamos la opción de marcharnos, pero yo quería ir a donde todo comenzó Las gradas, donde me volví a reencontrar después un gran golpe en mi nariz con cierto chico. Solté una pequeña risita al recordar como ese día Ethan se había disculpado unas mil quinientas veces.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Alex mientras caminaba junto a mi.

—Solo recordaba el mejor golpe de mi vida—respondí y él soltó una pequeña risilla.

—¿Como fue? —intentó averiguar y yo negué divertida.

—Me golpearon con un balón de básquetbol, justo aquí —apunté mi nariz y el ojiazul rio a un volumen bastante bajo.

—Corriste suerte, eso pudo romperte la nariz —Aclaró y yo asentí con mis cejas alzadas.

—Digo, una rinoplastia no vendría mal —reí contagiando al chico a mi lado.

—¿Quieres ir ahora, o planeas seguir con las clases? —Preguntó con timidez y yo negué sin borrar la sonrisa de mi rostro.

—Quería hacer algo antes —anuncié mordiendo ligeramente mi labio.

—Esta bien, te veo luego —se despidió para luego marcharse en la dirección contraria. Continué mi camino hacia las gradas y me senté después de subir casi al último escalón de metal. Miré a los chicos del equipo que seguían entrenando para algún juego sin importancia, ya que habían ganado el partido anterior. Estaba observando de manera divertida por cada vez que los chicos se comenzaban a gritar algunas idioteces y burlándose de ellos mismos, parecían una verdadera familia. Permanecía tan centrada en sólo una parte de la cancha que cuando deslicé mi vista hacia el otro extremo logré encontrarme con el chico de ojos verdes, el mismo que había dibujado hace un tiempo atrás en mi cuaderno.

Un Golpe de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora